Episode 19.

Lo miro a los ojos antes de sellar aquella propuesta con un...

—Si...acepto casarme contigo, amor.

El hermoso anillo en forma de corazón queda en mi dedo. Se levanta para rodear sus brazos en mi cuerpo.

—Te lo dije Dina, que no te podrías librar de mí tan fácilmente— sonrío y besa mis labios.

—Entonces quiero ser tu esclava.

Escucho los aplausos de todos mientras solo beso sus labios paulatinamente, mi mano viaja a su pelo y la suya a mi cintura y cabeza. Un te amo no sería suficiente para decirle todo lo que siento por él, y una sonrisa para mostrar la indescriptible felicidad que me hace sentir a su lado.

...ARIANNA...

Días después...

—¿Estás segura de hacer esto?— asiento sin mirarlo a la cara—. Aún no entiendo porque quieres hacer esto Arianna. Lo mejor es que...

—Que termine de una vez con esto, nada de lo que me digas hará que no entre a verlo, Rodrigo. Espérame aquí.

Junto con el policía camino hacia la sala de visita donde espero encontrarme por última vez con Darío. Después meses vuelvo a verlo. A través de la otra ventana de vidrio que nos separa se sienta y agarro aquella máquina para poder hablar.

—Cuánto tiempo sin verte Darío— sonrío negando con la cabeza.

—Jamás imaginé volver a verte Arianna. ¿Qué haces aquí?

—¿No es obvio? Quería verte sufriendo en esta porquería de lugar donde mereces estar. Me contaron que ahora eres la nena de todos tus compañeros, por fin tuviste lo que merecías, por fin puedo tener la satisfacción de saber que estás sufriendo como lo hiciste conmigo. Ojalá y nunca salgas de aquí, ojalá y te pudras en estas cuatro paredes.

—¿Me odias?

—No guardo porquería en mi corazón. Ni siquiera te mereces mi odio. Por tu culpa fui esclava de una maldita silla de ruedas, me quitaste a mi hijo y estuve a un paso de la muerte. Destruiste mi vida. Pero pude encontrar la felicidad y protección en un hombre que realmente me merece, el hombre al que le quitaste su hermana. No sé si habrá sido un error venir a verte, pero lo que si sé es que me llevaré la satisfacción de ver el sufrimiento en tu mirada. Hasta nunca Darío.

—Arianna...

Regreso hasta Rodrigo y asiento lentamente. Me lanzo a abrazarlo y besa mi frente.

—¿Mucho mejor?— asiento.

—Tiene lo que merece por fin.

▪︎▪︎▪︎

Doy vueltas de un lado a otro teniendo las miradas de Dina y Madison en mí. Mis manos tiemblan y siento que en cualquier momento el test de embarazo caerá al suelo.

—¿Qué salió?

—Aún nada.

Madison se tumba en la cama.

—¿Por qué mejor no le dices a tu doctorsito que te haga la prueba de embarazo y ya está?

—No, no y no. Sería una maldad ilusionarlo. Aparte que en este momento está trabajando— vuelvo a mirar la prueba de embarazo y suelto un grito que hace que amabas me miren preocupadas— lo siento, es que aún no sale nada y los nervios me tienen loca— rio.

—Eso demora minutos, Ari— trata de tranquilizarme Dina con una sonrisa.

¿Embarazada del doctorsito? No sé cuantas veces llevo repitiendo eso en mi cabeza. Desde hace una semana tengo muchos mareos, cansancio, Rodrigo ah querido hacerme un exámen pero me he negado porque odio los exámenes. Tuve que recurrir a un test de embarazo cuando Dina me dijo lo que podría tener.

—¿Y? ¿Ahora qué salió?

Mi mirada no baja hacia la prueba que sostengo por miedo a desilusionarme. "Si no estoy embarazada no importa, tengo mucho tiempo para tener sexo con Rodrigo, y..."

No me resisto más y termino de una vez por todas con esta maldita duda.

—Salió negativo— tiro la prueba y Madison la agarra en el aire— o sea, yo pensaba, tenía la esperanza de volver a embarazarme, hasta ya estaba planificando viajes con mi bebé. Que ilusa puedo llegar a ser a veces. Por un momento pensé que estaba...

—Embarazada— susurra la otro loca de Madison y me mira con una sonrisa— estás embarazada Arianna, dos rayitas positivo; una rayita negativo. Salieron dos rayitas, ¡estas esperando un hijo Ari!

La señalo.

—O sea...por nuestra fructuosa amistad...dime que me estas jodiendo.

—¿Y por qué quieres que te mienta?

—Porque si no lo haces...juro que me va a dar un infarto. Yo...bebé...nueve meses...— sonrío— ¡Voy a ser mamá!

▪︎▪︎▪︎

De la felicidad no eh sabido como decirle a Rodrigo que seremos papás, tan solo espero el momento adecuado para que no se me muera de la impresión. Ayer me llegó una carta del abogado de confianza del difunto Leonel Hardy; me está citando a su oficina y la verdad no entiendo para qué.

Luego de despedir a Rodrigo en su trabajo manejo hacia dicha oficina y entro sorprendiendome al ver a los seis hermanos Hardy reunidos.

—¿Arianna?— preguntan al unísono.

—Bien, ya que están todos reunidos empezaré a decir el motivo de dicha reunión.

—La verdad no sé para que vine, según yo todo se terminó cuando hace más de siete años se dictó el testamento de mi padre— dice Manuel.

—Bueno, la verdad es que el testamento ni se dictó completamente hace siete años.

—No estoy entendiendo.

—El Sr. Leonel Hardy quería mantener en secreto que era dueño de casi medio Londres.

— ¡¿Qué?!— gritan al unísono los seis.

—Wow— lo único que puedo decir en lo bajo.

—Por lo que supone era un hombre muy poderoso y me dejó encargado en repartir solo el 15% de su herencia y bienes a sus hijos.

—Ay carajo creo que me va a dar algo— susurra Arthur.

—Por eso, hoy los reuní aquí a ustedes para repartir por partes iguales todos los bienes de su padre el Sr. Hardy.

—Pero aún no entiendo, ¿qué hago yo aquí abogado?— aún sigo desconcertada.

El hombre carraspea.

—Bien, creo que aún no he explicado todo. Con gusto le explicaré señorita, el propósito de su presencia en esta reunión. Hace años el Sr. Hardy no solo conoció a una bella mujer con la que tuvo una aventura a escondidas, y producto de aquello tuvieron una hija. La mujer estaba enferma y murió al dar a luz a su hija. El señor Leonel quería evitar problemas con la prensa por lo que tomó una equivocada decisión al regalar a su hija a su mejor amigo, haciéndola pasar así como la verdadera hija de la prestigiosa familia López.

Todos cierran sus ojos suponiendo donde el abogado quiere llegar.

—No tenía permitido contar esto hasta que aquella mujer tuviera pareja— me mira con una sonrisa de labios cerrados— Pero hoy tengo el gusto de decirle que las personas con las que ha tenido una fuerte conexión hace un tiempo, son sus hermanos Srta. Hardy. Y como legítima hija de Leonel Hardy está incluida en el testamento de su difunto padre.

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