Episode 18.

...ARIANNA...

Al abrir mis ojos lo único que veo es la habitación donde estoy. Lo único que recuerdo es que la última persona que vi es Rodrigo. Siento que he dormido demasiado.

Intento mover mis piernas pero no logro sentirlas. Escuché al doctor decir que estoy inválida.

Alzo la mirada para ver a Rodrigo que acaba de entrar.

—Esperaba volver a verlo doctor, muchas gracias por salvarme la vida.

—Sabes que no es así— se sienta a mi lado.

—Claro que sí...eres un motivo más para querer vivir— sonrío—. ¿Cuándo podré volver a caminar?— baja la mirada— ¿Nunca, verdad?

Toma mi mano.

—Hay dos métodos para que puedas recuperar la movilidad en tus piernas. La primera puede ser por medio de una operación costosa pero arriesgada. Y en la segunda...te podría ayudar yo en base de ejercicios.

—¿De verdad?— limpia la humedad en mis mejillas— entonces tomo la segunda opción, porque confío en ti y sé que...me devolveras la felicidad, lo dijiste no?—me abraza— Gracias.

...DINA...

—¿Tú creés que Rodrigo le ayude a Arianna a olvidar del amor que siente por ti? — me pregunta Manuel.

Niego con la cabeza.

—No, ya lo hizo. Pude ver en la mirada de Arianna que lo que sintió alguna vez por mí se quedó en el pasado y ahora el que se robó su corazón es Rodrigo, el único que pudo devolverle la vida— sonrío y le doy el seno a mi hijo.

—De tantos problemas no le has puesto un nombre al niño, ¿ya pensaste en uno? — asiento con mi cabeza.

—Ian Hardy, ¿te parece?— asiente y ahora es él que lo carga por primera vez en sus brazos.

Siento que las desgracias poco a poco están acabando, lo único que deseo es que el maldito de Darío pague por todo el daño que ha hecho en su asquerosa y retorcida vida.

...ARIANNA...

Un Mes Después...

Aún no puedo creer que el tiempo haya pasado volando. Se puede decir que estoy recuperando la ansiada felicidad y mis amigos al igual que Rodrigo han sido de gran ayuda.

—Ben Ari, vas muy bien. Tan solo un paso más, vamos, da un paso más.

Hago tal y como Rodrigo me dice, tratar de caminar. Ha sido el que me ha ayudado a recuperar la movilidad en mis piernas y puedo decir que poco voy logrando mi objetivo.

Doy lentos pasos sosteniendome de mi bastón. Con una sonrisa miro a Rodrigo.

—Muy bien, excelente — me sostengo de sus brazos al perder el equilibrio y me toma de la cintura— sabía que lo lograrías, ya muy pronto podré verte correr.

—Con tu ayuda sé que será posible.

Sin dejar de sujetar mi cintura se pone detrás.

—Creo que ya ha pasado el tiempo suficiente para por fin volver a decírtelo Arianna; me encantas— bajo la mirada sin dejar de sonreír y siento como pone una flor en mi pelo—. Hace más de 10 meses no estaba seguro de poder hacerle esta pregunta a una mujer hasta que apareciste tú.

Saca una cadena de oro con un diamante en el centro y respiro profundo para no llorar.

—Srta. Loca, ¿aceptaría ser mi novia?

Volteo lentamente ya que aún mis piernas no funcionan del todo bien, para besarlo.

—Espero que haya entendido mi respuesta en este beso mi detestable doctor.

...DINA...

Una Semana Después...

Hace una hora Grace me llamó para que me arreglara y podamos hacer una salida de hermanos. Luego de ponerme un vestido azul, corto y unos tacones, salgo de la mansión donde veo a mi hermana esperándome en su auto.

—Si no fueras mi hermana, juro que me hiciera lesbiana por ti — río al escuchar sus locuras.

—Traje a Ian, Manuel hizo un viaje de negocios ayer y no me gusta dejarlo solo, ¿hay problema?

—Obvio que no, ven, sube.

Ya pasado los treinta minutos nos detenemos fuera del lugar donde celebré con Manuel mis 24 años, y vaya que fué a lo grande.

—¿Qué hacemos aquí?— agarra en sus brazos a mi hijo y ahora Madison es la que aparece agarrando mi mano— ¿Madison y tú que...?

Ambas se dan un guiño y avanzando un poco a la entrada, globos y pétalos de rosas caen en mi cabeza. Tan solo observo a mis familiares y amigos que están ahora conmigo. Varios bailarines aparecen, enseñándome varias carteles donde hay palabras tan hermosas. Por más que trato de disimular mis lágrimas es imposible y las frases de amor que me enseñan no me ayuda a calmarlas. Miro a la tarima donde está Manuel que me extiende su mano y la tomo sin dudarlo.

—¿Por qué me haces esto?— susurro.

—Porque me encanta verte llorar de felicidad.

La canción termina y miro a mis hermanas ya que ver a Manuel arrodillandose delante de mí me causa varias emociones fuertes.

—Puede parecer loco, cuando te conocí juro que no te soportaba; irritante, rebelde...pero la persona con la que eh tenido las mejores discusiones de mi vida capaces de sacarme una sonrisa. No me importa si tendré que soportar tus quejas a cada momento, porque sé que una sonrisa lo olvida todo, y eso es lo que yo quiero, olvidar los problemas estando a tu lado para observar tu sonrisa. En este lugar empezó nuestra historia y quiero que continúe siendo el lugar inolvidable en nuestras vidas. Yo, Manuel Hardy, no quería enamorarme ni mucho menos casarme, pero tienes una manera de ser que me hace cambiar varias veces de opinión. ¿Quieres casarte conmigo, muñeca?

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***