Episode 13.

...MANUEL...

—Bien, aquí nos encontramos con un sano y fuerte niño.

Sonrío cuando escucho la noticia de la doctora. Quería que fuera una niña pero de todos modos soy muy dichoso al saber que tendré a mi primer varón.

Salimos del consultorio después de escuchar más indicaciones de la doctora.

Es muy raro que Arianna no nos haya acompañado, parecía muy emocionada y ansiosa por saber el sexo del bebé, la he llamado varias veces pero nada que contesta, me preocupa.

—¿Donde vas?

Me pregunta Dina cuando al llevarla a casa de nuevo me subo al carro.

—A arreglar un asunto de trabajo, no tardo.

No quiero preocuparla ya que no quiero que le perjudique al bebé, además ella no sabía que Arianna nos acompañaría. Por treceaba vez llamo a Arianna pero esa niña no contesta. Me estaciono fuera del apartamento de Ari y veo a Darío salir de la casa para irse en su carro. Toco el timbre varias veces, Arianna en verdad no quería saber nada de Darío pero por qué el acaba de salir de su casa?

—¡Arianna soy yo, Manuel, ábreme!

No obtengo respuesta por lo que no me queda más alternativa que tumbar la puerta. Miro por todos lados del apartamento pero no veo nada. Entro a su habitación encontrándome con la dolorosa imagen de una mancha de sangre en las sábanas, y a Arianna en una esquina mirándome fijamente. Las sábanas están en su cuerpo pero puedo ver que está desnuda, en su cuerpo hay marcas de golpes y en sus mejillas lágrimas.

—Arianna... —suponiendo lo que pasó no hago nada más que correr a abrazarla sin poder contener mis lágrimas— ¡¿Fué Darío no es cierto?! ¡¿Ese maldito bastardo te violó?!

Asiente lentamente sin casi mover mucho su cuerpo.

—Una...dos...varias horas...— susurra— le pedía que parara pero me ignoraba...no me mires— apoya su cabeza en sus rodillas— tengo vergüenza por haber tenido mi primer vez con un hombre con él.

—Arianna mírame— sostengo su cabeza— ¡ese imbecil se va a pudrir en la cárcel por lo que te hizo! ¡Darío pagará por haber abusado de ti, me encargaré de que lo busquen por todas partes pero no permitiré que esto se quede impune!

—No le digas nada a Dina, no quiero darle preocupaciones. Manuel...abrázame.

Eso es justo lo que hago, abrigarla entre mis brazos y sintiendo sus lágrimas caer sin cesar en mi ropa. Por ahora no me queda nada más que consolarla, ¿cómo ese bastardo fué capaz de violar a la persona con la que se crió como hermano?

...ARIANNA...

Dos meses después...

Aquella asquerosa imagen de verme reflejada en el espejo después de ser violada, me atormenta cada vez más; lo que sucedió aquel día en mi habitación es mi pesadilla de todas las noches. Desde aquel día no eh salido de mi casa por miedo de volver a verlo, y por si vuelve a querer abusar de mí. Las marcas de los golpes desaparecieron en mi piel, pero las psicológicas me siguen doliendo. Siento que no podré soportar más estar así y que terminaré eligiendo la única opción que tengo para salir de este sufrimiento...

Siento un peso en mis mejillas cuando vuelven a inundarse. Solo miro mi reflejo descalzo. Me siento sucia, me doy asco. Miro la mesita que está a lado de mi cama y busco entre los cajones algo que me dió mi padre, una pistola de plata; la sostengo en mis manos y la rozo en cada parte que Darío se deleitó en probar, hasta que me detengo en mi boca...

...DINA...

Ya llevo varios minutos mirando a Manuel que no para de marcar un número y llamar.

—¿A quién llamas con tanta urgencia?

—A Arianna— no me mira y se dedica a volver a llamar.

—¿Me puedes decir de una vez por todas que le está pasando a mi amiga?

— Nada...—le arrebato el celular.

—¿Qué le pasa a Arianna? ¡No me ocultes nada Manuel, hace dos meses te has comportado muy extraño, necesito saber qué mierda pasa!

Respira profundo.

—Arianna no ha vuelto a visitarme, no la he vuelto a ver, todos los días vas a verla y siempre regresas llorando. ¡¿Qué está pasando?!

—Arianna me hizo jurar que no te diga nada pero con tu insistencia no puedo más— muerde sus labios—...Darío abusó de ella.

El celular cae al suelo.

—¿Qué?

Sale de la habitación y lo sigo por las escaleras.

—¡Manuel donde vas, dame una explicación!

—Tengo que ir a ver a Arianna, no contesta mis llamadas y me preocupa— se sube al auto.

—Voy contigo y no acepto un no como respuesta— me siento a su lado— y explícame...—mis lágrimas ruedan— qué significa todo esto.

Después de largos y angustiosos minutos llegamos  a su apartamento. Manuel saca las llaves que al parecer le dió Arianna y entramos.

— ¡Arianna!— miramos a nuestro alrededor y solo vemos el desastre de casa, hay vidrios por todas partes.

—Ari...—entro a su cuarto encontrándome inmóvil al verla mirándose en el espejo con el arma puesta en su boca— ¡Arianna!

—¡No se me acerquen!— retrocede y ahora apunta su cabeza— no debieron venir, larguense de aquí.

—Arianna baja la pistola— ella niega sin dejar de llorar— ¡baja la maldita pistola ahora! ¡Piensa en Dina, en que está embarazada!

Nuestras miradas se cruzan y solo me sonríe.

—No puedo...cada que me miro al espejo...juro que no puedo soportar verme así...me doy asco. Aquel recuerdo me atormenta...— susurra—...y no soy lo suficientemente fuerte para recordar que el hombre que toda la vida he visto como un hermano abusara de mí...no puedo afrontar la realidad.

—Amiga por favor, Ari tenemos que hablar— le extiendo mi mano— ¿acaso ya no recuerdas? hemos sido amigas desde que teníamos 10 años. ¿Recuerdas la promesa que nos hicimos? Juntas por siempre.

—Dina perdóname por nunca hablarte con la verdad...por decirte siempre que te quería como una amiga cuando en verdad...siempre te veía como mujer...porque me di cuenta que te amo desde que tengo 15 años. Pero para ser sincera, a tu lado eh podido encontrar la felicidad y no es justo que sufras por mi causa, vete.

—No me iré sin ti, ven conmigo Arianna, yo te ayudaré en tu problema— mi mano sigue extendida— por favor.

—Siento que en cualquier momento entrará por esa puerta y volverá a violarme.

—Te juro que cuidaré de ti, pero no me hagas esto...

Carga la pistola y la pone debajo de su barbilla.

—¡Arianna!

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