Episode 20.

...MANUEL...

—Esto no puede ser... — susurra Alexander.

Puta madre, mi cabeza quiere explotar.

—Haber, haber...— respiro profundo— ¿está diciendo que ella es la legítima hija del maldito y difunto de mi padre? ¿Arianna?— la miro— carajo, y saber que cuando éramos novios te besé.

—Quién lo diría— ahora Alex — que vida la de mi padre no, regando hijos por todo el mundo, tan solo faltan que nos digan que Madison es nuestra hermana...

—Cállate, imbécil, ni Dios lo quiera— dice Arthur porque antes de conocer a Katherine tuvo aventuras con Madi.

—¿Cómo?— ahora la miramos a ella— ¿Yo...soy la hija de ese señor? Eso no puede ser— susurra— ¡¿está diciendo que por evitar a la maldita prensa me regaló como si fuera un perro?!

—Arianna, cálmate, recuerda que estás embarazada.

¿Está embarazada?

—¡¿Quieres que me calme Dina?! Tu padre...es el mío— vuelve a sentarse— esto debe ser una broma.

—Quisiera que nada de esto hubiese llegado hasta este grado señorita, pero tuve que callarme porque le di mi palabra al Sr. Leonel. Pero ya que está todo claro, haré la oficial entrega de las empresas, tierras, mansiones y dinero.

Como dice Arthur; ni porque está muerto mi padre deja de sorprendernos.

Luego de recibir cada uno por partes iguales la herencia de mi padre, las chicas se fueron dejándonos solos.

—¿Ahora qué se supone que debamos hacer?— Alexander— Quien diría que tu ex sería nuestra hermana.

—Dime Manuel, ¿que tal besa nuestra hermanita?

—Podrían callarse par de imbeciles. Y saber que yo...besé a mi hermana. Santos cielos, imaginen si ella y yo hubiésemos tenido...de solo pensarlo me dan náuseas. Al parecer la familia Hardy seguirá creciendo y más ahora que también resulta que ella está embarazada. Que desgraciado eres papá.

▪︎▪︎▪︎

—Bien Rodrigo, creo que ahora sí caerá llamarte cuñado— el tan solo ríe— ya ha pasado una semana y no lo supero. ¿Tu loca, mi hermana?...mejor dicho, media hermana.

—Te puedo asegurar que ella está peor que tú.

—¿Pasa algo? Te noto más raro de lo normal.

—Quiero preguntarle algo a Arianna pero no puedo encontrar las palabras adecuadas. ¿Me podrías ayudar?

▪︎▪︎▪︎

La familia Hardy acordó esta noche reunirse para festejar el cumpleaños de la más pequeña de la familia; Arianna.

Nos sentamos en una grande mesa donde tenemos la vista al mar.

—Todo esto a parecido un sueño, nunca imaginé que tendría el gusto de llamarte hermana mi pequeña fosforito— sonrío— espero que podamos compartir más momentos inolvidables como familia que somos y que siempre nos acompañes tu como una integrante más, como nuestra hermana. Hoy cumples 24 maravillosos años, y espero que los que vengan aún los pases con nosotros.

Después que todos felicitaron a Arianna, incluyendo a mi madre y a Madison, le tocó a Rodrigo la hora de hablar.

—Estar contigo, con la mujer perfecta, ha sido un sueño con pensé que nunca llegaría. Eres aquella hermosa estrella que alumbra mis noches de alegría, capaz de olvidarme de todo lo malo que nos ha sucedido— Arianna sonríe. Puedo ver como sus ojos brillosos contienen las lágrimas— Te amo y sabes que en tus brazos es donde quiero estar siempre, disfrutar de tu maravillosa sonrisa al despertar y de tus besos al dormir. Me eh contenido mucho tiempo a decirte esto pero estoy seguro de este paso, de que me encargaré de hacerte feliz mi loquita.

Se levanta no alejándose mucho de la mesa y sin soltar su mano se arrodilla. La loca solo nos mira cubriendo su boca y sus lágrimas delatan la felicidad.

—No quiero pasar un día sin ti. ¿Quisieras casarte conmigo Arianna?

Ella queda a la altura de él y acerca su frente a la suya.

—Estar a tu lado es lo que más quiero, y no dejarte ir nunca mi doctorsito. Claro que acepto y esta noche delante de todos, te prometo que haré de tus días una maravilla para así poder cuidar de nuestro hijo.

El lugar se llena de un silencio y nosotros solo sonreímos al ver la cara de póker de Rodrigo.

— ¡Vas a ser papá Rodrigo!— yo y mis hermanos gritamos al unísono entre risas.

Con sus lágrimas aún cayendo la abraza y la besa colocando por fin aquel anillo de compromiso en su dedo. Aplaudimos sin dejar de esbozar una sonrisa. Nunca imaginé que llegaran a esto cuando se conocieron por primera vez...

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