Por otro lado, Natku bajó unas escaleras de cristal hasta un pasillo con jaulas enormes en los costados, caminó y se detuvo en una de esas prisiones, donde una silueta sentada y con la cabeza baja aguardaba ser liberada por las buenas.
Leyai: Sabía que vendrías algún día.
Natku: Quiero saber, ¿qué pasó entre tú y Shin?
Leyai: Shin… que hermoso se escucha.
Natku: ¡Déjate de tonterías y responde!
Leyai: ¿Por qué tendría que decirte lo que pasó?
Natku: Necesito saber…
Leyai: Bien, si quieres que te cuente, tienes que prometerme una cosa…
El pelinegro se levantó, caminó hasta los barrotes negros escarchados de tizne, levantó la mirada y, con esos ojos rojos que revelaban tiranía, lo miró y le sonrió.
Leyai: Que me sacaras de aquí lo más pronto posible.
Natku: De acuerdo, pero te iras y no volverás.
Leyai: Claro. ¿Qué quieres saber?
Natku: Primero que nada, ¿por qué te gusta el mundo humano? ¿Qué hay de bueno ahí?
El ojos rojos ladeó su cabeza para pensar.
Leyai: Los humanos son seres que se creen superiores, pero en realidad están llenos de errores, además las mujeres de ahí son exquisitas.
Natku: ¿Cómo llegas ahí?
Leyai: ¿No te lo han dicho?, es una de mis habilidades, mi teletransportación me lleva allá, es un lugar algo aburrido, pero cuando atrapo a alguna humana, es divertido torturarlas.
Natku: ¿Qué pasó contigo y con Shin?
Leyai: Al darme cuenta de que podía verme, pensé en tenerla conmigo, pero no podía atraparla, estaba rodeada de muchas personas. Así que me le acerqué y la invité a venir conmigo, hasta que su grupo se interpuso entre nosotros.
Natku: Ella mencionó que salió por la noche, pero tiene un lapso perdido, ¿sabes algo?
Leyai: Si, yo le provoqué la amnesia.
Natku: ¿Qué hiciste?
Leyai: La atraje hasta mi escondite, en el bosque… y me divertí con ella.
Natku se enfureció, enredaderas con espinas salieron de su espalda y danzaron amenazantes ante el rey de la oscuridad.
Leyai: Relájate, no pasó nada, por eso tu fuiste el primero en quitarle su virginidad.
Natku: Entonces ¡¿qué pasó?!
Leyai: Cuando salió de la tienda, volví a presentarme ante ella. Esta vez la tomé del brazo por la fuerza y la jalé hasta ese “bosque prohibido”, la abandoné hasta en lo más profundo del sitio y comencé a jugar con su miedo, ¿sabías que le teme a la oscuridad? Así que apagué la luz de la luna, de las estrellas y bloqueé su orientación.
Natku: Por eso le hiciste esa laguna mental…
Leyai: Así es, ese miedo me encantó y lo quité de su mente, está guardado en un frasco, en el mundo humano. Es un gran tesoro para mí.
Natku: ¿Por qué sientes tanto aprecio por el miedo de Shin? ¿No te basta con el temor de las demás humanas?
Leyai: Cuando las torturo, ellas suplican y lloran para que las libere, en cambio Shin utilizó ese miedo para salir del bosque, tiene una audacia impecable, al final resuelve sus problemas a su manera. Cuando salió de allí, su alivio se combinó con ese miedo, ese jugo que sobra ante la liberación del peligro me encanta.
Natku: ¿Ya sabias que era la elegida?
Leyai: Por supuesto.
Natku: ¿Cómo supiste que había una brecha en el reglamento con respecto al cortejo con la humana?
Leyai: Leí las escrituras personalmente, en cambio a ustedes, se las explicaron. La información es poder.
Natku: Ella no va a ser para ti…
Leyai: Eso crees tú, pero el destino se pondrá a mi favor y tendrás que compartirla conmigo antes de que llegues a embarazarla.
Natku lo miró fijamente y observó que no estaba bromeando, algo sabía el cabellos azabache y eso lo inquietaba; se levantó y se retiró, dejando a Leyai con una sonrisa malévola en sus labios, - Muy pronto… - dice para sí el oscuro. Han pasado un par de semanas, Shin ha estado en complicaciones por el entrenamiento, cada maestro tenía un reto cada vez más duro que el anterior, pero ella se las arreglaba para superarlos, ahora era momento de tratar de adiestrar a un animal de gran tamaño como lección nueva de Tamayo. En mitad de una arboleda, la ojiazul y el maestro animal se prepararon para la lección, no sin antes tener la expectación de los humanos y tres maestros en los costados de la arena.
Tamayo: Hoy te mostraré a un animal un poco más inestable de los que has conocido, será un pequeño Santari gris, una cría.
Shindra: ¿Una cría?
Tamayo: Así es, es por inicio de la práctica, debes conocer su etapa primeriza y luego seguirás subiendo de nivel.
Fumiko: ¡Ánimo, Shin!
Amei: ¡Con cuidado!
Tamayo: Bien, para esto necesitas tener en mente que las lecciones de esquive de Natku, la buena destreza y puntería de Shun y, por supuesto, las habilidades de pelea de Tayue te servirán para poder pasar esta lección con éxito.
Shindra: Está bien.
De los árboles salió un pequeño animal de color gris, gran cola con espinas en su longitud, muy peludo y esponjoso, ojos rojos, garras curveadas y colmillos que sobresalen de su boca. Shin lo vio y se dio cuenta que medía dos metros de alto.
Tafy: ¡Qué lindo!
Tayue: No te dejes llevar por las apariencias, ese animal es muy peligroso cuando llega a la adultez, por eso se empieza con un cachorro por ser más dóciles.
Tamayo acarició a la cría y le indicó a Shin que se acercara, ella lo hizo con cuidado, se detuvo a un par de metros del objetivo y evitó la mirada fija entre ambos.
Tamayo: Bien, ahora tienes que mostrarle respeto.
Shindra: ¿Cómo hago eso?
Tamayo: Ofrécele esto.
El rubio le dio una fruta extraña a la humana, ella le entregó lentamente la comida, la criatura la olió y luego la tomó, hizo un chillido suave, se sentó y movió su cola lentamente.
Tamayo: Perfecto, ahora puedes mirarlo.
La chica levantó su mirada y observó a la criatura, le sonrió y el animal movió un poco más su cola.
Shun: Increíble…
Tamayo: Acércate a acariciarlo.
Ella se acercó a él, levantó su mano y tocó la patita peluda del cachorro, que era suave y aterciopelado. La bestia cerró sus ojos y se dejó llevar por el cariño de Shin. Tamayo se alejó un poco para que la confianza entre ellos creciera, la joven estaba muy entretenida rascando al Santari y soltó una pequeña risa. Los espectadores estaban contentos con el progreso de la humana, pero de pronto, Shun se sobresalta y murmura.
Shun: Algo se acerca, ¿lo ubicas, Natku?
Natku: Es un…
Shindra volteó bruscamente y un animal como el Santari, pero enorme que se acercaba corriendo a gran velocidad, la chica retrocedió lo más que pudo de la cría y el gran animal aterrizó arriba del pequeño, protegiéndolo.
Tamayo: Esto es muy malo…
El amo de las bestias trató de calmar a la madre Santari, pero está muy confundida y molesta, miró a Shin como un peligro para su hijo y se abalanzó hacia ella.
Tamayo: ¡Corre, Shin!
La joven obedeció y se fue del sitio.
Tayue: ¡Tamayo, devuelve a la cría a su camada! ¡Natku y Shun, auxilien a Shin! ¡Yo me quedaré a custodiar a los humanos!
El señor de la naturaleza y el arquero fueron detrás de la criatura, mientras Tamayo desapareció con el cachorro entre los árboles.
Mako: ¿Qué sucedió?
Tayue: Algo debió asustar al animal para que se acercara tan bruscamente, no sintió la empatía de Shin hacia el cachorro, algo anda mal aquí.
Natku y Shun saltaban entre los árboles y lograron alcanzar a la criatura, quien le estaba pisando los talones a la humana, quien se balanceaba entre lianas, – ¿qué debo hacer?, me es imposible transmitirle mis sentimientos a esa criatura, si tan solo pudiera llegar a su cabeza… - se preocupó la chica, luego notó que su brazo estaba herido por pasar entre ramas espinosas, pequeñas gotas de sangre aterrizaron en los labios de la bestia y esta agudizó su velocidad, - la sangre… ¡eso es! – pensó Shin, así que tomó una liana extra con espinas, la apretó y jaló de ella, causando un desgarre un poco profundo a su mano, tomó la siguiente liana y siguió avanzando.
Natku: Está acercándose mucho al castillo, ¡hay que detenerlo!
Shun: Lanza un paralizante y yo lo amarraré.
Natku: De acuerdo.
Antes de seguir ese plan, se dieron cuenta que Shin tomó una liana más y se balanceó para girar hacia la criatura, soltó el látigo verde y apuntó su mano abierta, tocó esa nariz rojiza y presionó para que su sangre pueda escurrir hasta el hocico con colmillos, luego se impulsó y logró saltar hasta la cabeza esponjosa y suave, posó su cabeza en la bestia y ésta última se detuvo en el acceso del jardín.
Shun: Olvídalo, Natku.
Natku: ¡Bien hecho, Shin!
El Santari se sentó y relamió su hocico con alegría, mientras Shin se quedó sentada en la cabeza de la criatura. Los discípulos de Tamayo se acercaron y rodearon a la bestia, calmándola entre todos. La humana se alivió de que esa persecución hubiera terminado y nadie saliera herido, secó su frente con su antebrazo y, de pronto, sintió un golpe muy fuerte en su espalda que la lanzó hacia el muro del castillo, atravesándolo con gran impulso.
Natku: ¡Shin!
Shun: ¡Rayos! La lanzó directo hacia el sótano.
En una celda amplia con piso de piedra gris, se encontraba Leyai sentado, sin nada que hacer, ubicado en un rincón de su calabozo. Suspiró aburrido y alzó la cabeza, cerró sus ojos y escuchó un ruido muy fuerte proveniente de afuera, un par de sismos ligeros y un grito, después el techo se derribó, dándole paso a alguien que aterrizó de espalda.
Shindra: ¡Demonios, mi espalda!
Al oír esa voz, Leyai se levantó y miró hacia el agujero de arriba, observó como poco a poco las piedras iban poniéndose en su lugar para tapar esa posible salida.
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Comments
neko-kira 2da cuenta
no sé si son celos o posesión pero igual me encanta🤔😄😄😄
2021-10-21
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