Han pasado varios días desde el incidente con Leyai; en la recámara de los humanos, Hank, Tayue, Hayate y Shun se encontraban conversando con los jóvenes humanos, pues tenían tiempo de que ninguno de los maestros los visitaba y solían estar encerrados, con la comida traída por los aprendices de Nawako e Issei.
Kenta: ¿Y Shin? ¿Está bien?
Fumiko: Hace días que no la vemos y que ustedes no vienen a darnos noticias, eso nos preocupa mucho.
Hank: Lo sentimos, humanos. Solo que no queríamos exponerlos a un peligro mayor por nuestra presencia, además de que nosotros tampoco hemos tenido noticias de la chica.
Amei: ¿Y eso a que se debe?
Tayue: Natku estaba muy alerta, no ha salido de su alcoba desde que Shin fue lastimada…
Hayate: Pero les tenemos buenas noticias. Natku ya se ha calmado un poco, nos dijo que Shin está mejor y que sus heridas han sanado por completo, por lo que solo espera que despierte.
Hank: Así que hemos venido por ustedes para que le hagan una visita a su amiga, ¿les parece?
Mako: ¡Esa es una gran noticia!
Karimen: Después de tanto tiempo aquí, al menos podremos salir un rato.
Hank: Bien, vendremos por ustedes en un rato más.
En la alcoba de Natku, Shin abrió sus ojos, los talló y se enderezó sobando su cabeza, sintió un pequeño mareo, pero lo asoció con la levantada rápida de la almohada. Su recámara había cambiado un poco, recordó que los muebles estaban un poco cubiertos por enredaderas y hojas secas, pero ahora estaba muy limpia, con lianas colgantes y espinosas en el techo; se sentó al borde de la cama y una liana bajó lentamente, ella la tomó y tocó una espina, la cual se transformó en una flor azul como sus ojos. Esa liana volvió al techo y volteó hacia el balcón, entre las cortinas se acercó una silueta familiar y el ojos verdes entró a la alcoba, la vio despierta y la abrazó.
Natku: Shin….
Shindra: ¡Natku! Estás muy feliz hoy.
Natku: Cómo no estarlo, ¡si ya has despertado!
Natku se sentó en la cama y posicionó a Shin en su regazo, aun abrazándola. Pasó sus manos en la espalda de la chica y apegó su cara en su cuello, inhalando el aroma a lavanda que emanaba.
Natku: Hueles tan bien…
De pronto, las puertas de la recámara se abrieron de par en par y dieron la bienvenida a un grupo de humanos, detrás de ellos, la presencia de Hank, Kinto, Duke, Tayue y Hayate. El grupo se sorprendió ante la escena y la pareja volteó a verlos, también tomados desprevenidos.
Natku: Pero ¿qué…?
Hank: Amm… Creo que necesitan un momento a solas, disculpen las molestias…
Duke: ¡Espera, yo también quiero unirme al abrazo!
Antes de dar un paso hacia adelante, Natku estiró su brazo hacia la puerta y lianas salieron de sus mangas para cerrar el acceso de un portazo.
Duke: …
Kinto: Al parecer el verde es muy celoso y envidioso.
Tayue: Tú estarías igual si la chica te hubiera escogido a ti como su primera pareja.
Kinto: Cierto, es lo más natural de un macho.
Fumiko: Entonces, ¿volvemos después?
Hank: Es lo mejor, esos dos tienen mucho de qué hablar.
Tafy: Si, “hablar”.
Dentro de los aposentos del ojos verdes, el chico se acostó en la cama y jaló a la joven para quedar encima de él, entrelazó sus dedos en el cabello castaño y le sonrió, ella se ruborizó y tomó esa mano que le acaricia su cabeza.
Natku: Recuéstate en mi pecho, quiero sentirte cerca.
Ella obedeció y se dejó caer en el cuerpo del joven. Él olía a menta fresca, sentía el bombeo de su corazón en su pecho y sus respiraciones se sincronizaron, Natku levantó la mirada de su mujer y la beso con ternura, posó sus manos en su cintura y ella correspondió ante ese gesto. Se detuvieron y Shin se enderezó un poco, sentando sus glúteos en las caderas el chico.
Shindra: Natku, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que me desmayé?
Natku: Cinco días.
Shindra: ¡¿Cinco días?! Es mucho tiempo…
Natku: Quería preguntarte, ¿qué pasó después de que salí de la recamara ese día?
Inicia Flash Back
Leyai: Al parecer no te agrada la idea de venir conmigo, así que te obligaré a hacerlo.
El oscuro tomó del brazo a la chica y comenzó a jalarla, ella no se dejó tan fácil y se negó a seguirlo. En medio de la pelea, Shin lo aventó hacia la puerta y corrió al baño, al abrirlo notó que el mayor estaba ahí esperándola, la tomó del cuello y la azotó contra el muro, haciéndole una herida en la cabeza.
Shindra: ¡Suéltame!
Leyai: Si no quieres venir conmigo, podemos hacerlo aquí mismo…
El oscuro empezó a desgarrar la ropa de la chica con facilidad, ella se molestó y con todas sus fuerzas lo empujó, corrió hacia el balcón y Leyai le cerró el paso, entonces la chica lo embistió con todo su cuerpo y el joven cayó al jardín.
Finaliza el Flash Back
Natku: Entiendo…
Shindra: Y ¿qué pasará ahora?
Natku: Al parecer, Leyai está muy interesado en ti, pero no se lo dejaré tan fácil.
Él la vio con ojos fijos, con mirada de insinuación de que ella es de su propiedad y que nadie puede tocarla más que él, lo que extrañó a la joven.
Natku: Tengo que protegerte y la manera adecuada de hacerlo es entrenarte junto con los demás. Bajaremos a una sala de juntas y después puedes ir a visitar a tus amigos.
Shindra: ¡Gracias, Natku!
En la sala de juntas, los guerreros han convocado también a los humanos para no repetir la historia de nuevo, Shin les comentó lo que pasó con Leyai y Hank frunció un poco el ceño ante la historia.
Shindra: Siento mucho haber destruido parte del castillo, pero no quería que ese hombre se me acercara…
Hank: Eso no será posible, tarde o temprano tendrás que estar con él.
Shindra: ¡¿Como dice?!
Hank: Es uno de nosotros, el ser expulsado no le quita el derecho de cortejarte, así que él también se suma al rito de cortejo contigo.
Shindra: ¡Me niego!
Hank: Hay una cosa más que deben saber todos, incluyéndote Natku.
Natku: ¿Qué pasa?
Hank: Shin aún no está embarazada, sé que es difícil para nosotros el concebir como lo haría un humano común, pero si no te das prisa, Leyai puede sacar provecho de eso.
Kinto: ¿Por qué? Si ya se estableció que el verde será el padre del primogénito.
Hank: Cuando apareció Leyai, fui a las antiguas ruinas donde se encuentra el libro sagrado de nuestras reglas y, después de estudiarlas cuidadosamente, no pude encontrar la manera de quitarle sus derechos a Leyai, pero me encontré con algo muy malo para Natku. En una cláusula explica que, si Shin aún no está embarazada y entra a los aposentos de cualquiera de los maestros cortejantes, el dueño de éste tendrá el derecho de arrebatarle la oportunidad a Natku de ser el padre del primogénito.
Natku y Shindra: ¡¿QUÉEEEE?!
Duke: ¡¿Es en serio, gran maestro?!
Kinto: ¿Entonces tendremos una oportunidad más?
Hank: Si, pero Shin ha elegido a Natku, así que no les servirá convencerla.
Hayate: ¿Y si fuera por accidente…?
Todos voltearon a verlo.
Shindra: Entonces, ¿lo del cortejo no sirvió de nada?
Hank: Eso está establecido para poder tomarte por completo y que tu tatuaje ya no desaparezca como lo hacía anteriormente, el cortejo nos permite tenerte con nosotros y que pertenezcas al clan, aunque seas una humana. Pero esto nuevo que he descubierto, cambia muchas cosas.
Kenta: ¿Como qué?
Hank: Shin tendrá que cuidarse las espaldas ante cualquier “accidente” que la lleve a adentrarse en algún aposento ajeno al de Natku, eso incluye los refugios donde estuviste en el rito del cortejo. Natku seguirá siendo el primero en la vida de Shin y eso incluye de que la chica sea completamente dócil ante él, eso no cambia. También, si se da el caso de que la humana caiga en las manos de alguien más y se logre el coito, ese maestro más Natku, podrán tenerla las veces que quieran.
Fumiko: Si eso sucede, y resulta embarazada, ¿cómo sabrán quien es el padre de ese niño?
Tafy: ¡Buena pregunta!
Hank: Eso es muy fácil, la marca que tiene la chica en su espalda nos lo dirá.
Karimen: ¿Y cómo es eso?
Natku: Shin, descúbrete la espalda.
La chica se volteó para empezar a desenredar unos nudos que tenía en su blusa, tiró de los dos cintos hacia abajo y la prenda dejo al descubierto su espalda; sus amigos estaban atónitos ante su obediencia hacia el ojos verde, en verdad la tenía dominada.
Natku: Su tatuaje es de color verde, lo que quiere decir que solamente yo he estado con ella, si llegase a suceder su embarazo, ese tatuaje cambiará al color del padre del primogénito.
Hank: Exacto, por ejemplo: ese color es de Natku; si se volviera café miel sería de Kinto; si fuese rojo anaranjado, el afortunado sería Duke; un color plateado sería por Hayate; un lila por Issei; un azul brillante, por Kai; un verde oscuro por Shun; un dorado por Nawako; un gris oscuro por Tamayo; un azul noche por Tayue; y un rojo sangre por Leyai.
Shindra: Pero tengo entendido que estaré en entrenamiento y para eso necesito estar en los diferentes campos de batalla, ¿no es lo mismo que los refugios de todos ellos?
Hank: No, es cierto que esas arenas están en las tierras pertenecientes a cada uno, pero están lejos de los aposentos.
Tayue: No te preocupes, somos disciplinados y no intentaremos cortejarte durante un entrenamiento, esas son las reglas.
Shindra: De acuerdo, ¿cuándo empezamos?
Amei: ¡Qué ansiosa estas!
Shindra: No quiero que vuelvan a tomarme desprevenida.
Hank: Adelante Shun, es tu turno de entrenarla.
Shun hizo reverencia y le indicó a Shin que lo siguiera, ella se despidió y se fue con el arquero. Ambos se dirigieron a las escaleras para subir hasta el techo del castillo, una vez allí el cabello oxford tomó su arco y una flecha, en la punta encajó una especie de muñeco, apuntó hacia el cielo y lanzó.
Shun: Tu primera tarea es localizar a ese muñeco.
Shindra: Creí que era más complicado…
Shun: Perdón, aun no termino…
El cazador tronó los dedos y ese muñeco explotó en el punto más alto del lanzamiento, dividiéndose en varias partes y cayendo en diferentes lugares, Shin se sorprendió ante ese movimiento y bajó sus ánimos.
Shun: Localiza todas las piezas y podrás volver al castillo.
Shindra: D-de acuerdo…
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