Ella se quedó paralizada, Natku la besaba con delicadeza y lentitud, luego se separó de ella y acarició ese cabello castaño.
Shindra: ¿Por qué me besaste?
Natku: Porque ya me quedó claro para qué estás aquí, Shin.
Shindra: ¿De qué hablas? No te entiendo.
Natku: No hace falta, ya habrá momento de platicar, por ahora, ¡al fin!, tendremos un rato a solas.
El chico dibujó una sonrisa pícara en sus labios, la besó de nuevo y, mientras se recargaban en la planta, sus cuerpos empezaron a fusionarse con el árbol hasta ser totalmente absorbidos, dejando en incógnita su paradero. A la mañana siguiente, todos se reunieron como todos los días para asignar las tareas.
Kenta: ¿Saben dónde está Shin?
Karimen: No, ayer ni siquiera habló.
Amei: Yo le describí la forma de su tatuaje, pero como que se estaba desvaneciendo.
Fumiko: De seguro se levantó antes y decidió ir a despejar la mente, lo del tatuaje la perturbó.
Tafy: Ya vendrá, no se preocupen.
Mako: Si no aparece en un par de horas, la buscaremos.
Por otro lado, en el interior de un árbol, Shin se encontraba inconsciente y amarrada de las muñecas arriba de su cabeza, su falda negra estaba un poco alzada y su cabello algo enmarañado cubría la mitad de su rostro. Minutos después ella abrió con dificultad sus ojos, ya que los pobres rayos solares que penetraban la corteza la deslumbraron momentáneamente.
Shindra: ¿D-dónde estoy?
Natku: Buenos días, Shin.
Esa voz la puso en alerta y se despabiló sacudiendo un poco su cabeza, observó que estaba dentro de un árbol, el cual carecía de flores y sus hojas tenían un color verde apagado, como si fueran a morir en unas horas, la corteza y sus ramas tenían un marrón brillante y el suelo estaba tupido de musgo verde y húmedo.
Shindra: ¿Por qué me trajiste aquí?
Natku: Mmm… a ver, ¿cómo te lo digo para que no te asustes?
Shindra: ¡Al grano, genio!
Natku: Quería que fueras mía, pero no lo tengo permitido, va en contra de la tradición del cortejo.
Shindra: ¡¿De qué rayos estás hablando?!
Natku: De la tradición, el cortejo, hacerlo… tener descendencia…
Shindra: Pero ¡¿qué dices?! ¡¿Acaso estás loco?! ¡Me asustas, maldito!
Natku: No tienes por qué asustarte de mí, porque hay peores que yo.
Shindra: ¡Al diablo tú y tus tradiciones!
Natku: Al final accederás, te darás cuenta que ese susto será el menor de tus problemas. Mientras tanto, mis compañeros ya deben de estar cerca, tu marca en la espalda les avisó que habías venido aquí junto con un grupo de mortales y, cuando los encuentren, harás todo lo que te digamos.
Caminó hacia ella, pero ella pataleó para evitarlo a toda costa, él detuvo sus piernas inquietas y se posó sobre ellas, acomodó su cabello para despejar su mirada y acarició su mejilla.
Natku: Guarda tus fuerzas para después, las necesitarás.
Shindra: ¡Suéltame, carajo!
Natku tenía tantas ganas de estar con ella, pero eso no iba a ser fácil, Shin tendría que pasar por varias complicaciones antes de dejar que un hombre como él llegara a seducirla y permitirle dar el siguiente paso.
Natku: Cuando seas mía, muchos de tus problemas se acabarán, recuérdalo en todo momento.
El chico la besó de nuevo con mucha entrega, sabiendo que pasará un tiempo antes de que pruebe esos labios otra vez. Mientras tanto, en el refugio…
Kenta: ¡Ya se tardó Shin! ¡Hay que buscarla!
Mako: Estoy de acuerdo, ella no suele ser así.
Fumiko: Nos dividiremos en parejas para que sea más rápido.
Amei: Pues vamos, no hay tiempo que perder.
Los chicos salieron y, penas avanzaron unos metros del refugio, empezaron a aterrizar varios hombres vestidos de color marfil claro y blanco. Portaban pantalones rectos de tela ligera y fresca, camisas de manga larga que doblaban hasta la mitad del antebrazo, un cuello en "V", una capa delgada que llegaba casi hasta el suelo.
…: ¿A dónde van, humanos?
Esos hombres les cerraron el paso, los seis extraños mostraron sus caras ante los jóvenes, - ¡que guapos! - pensó Karimen que estaba boquiabierta, Amei y Fumiko se miraron con extrañeza, - así que hay más personas en este lugar - dijo para sí Mako. Tayue, el joven de cabello negro y ojos azules los observó de arriba abajo.
Tayue: Así que estos son los humanos que llegaron hace días.
Karimen: ¡Al fin! ¡Civilización!
Issei, un chico de cabello blanco largo, ojos morados y largas garras vio con extrañeza a la humana.
Issei: ¿Ah?
Fumiko: ¡Cállate, Karimen! No sabemos qué intensiones tengan…
Mako y Kenta caminaron hacía en frente, tratando de proteger a las chicas. Shun, el joven de ojos oxford y cabellera igual los miró con cero interés.
Shun: No las lastimaremos, si eso piensan…
Hayate, el hombre de ojos y cabello plateado miró a todos los humanos y arqueó una ceja.
Hayate: Natku dijo que eran siete humanos…
Kinto, un hombre de cabello café y ojos marrones cruzó los brazos, un poco molesto.
Kinto: Falta uno, debe estar en ese árbol.
-¡Ay, no! ¡¿Dónde estarás ahora, Shin?! – pensó Amei, quien se notó asustada con los extraños. Kai, un chico de cabellos celestes y ojos aquea les sonrió con serenidad
Kai: Realmente no les haremos daño, humanos, tranquilos.
-¡¿Ah?! – pensaron los humanos al ver esa sonrisa.
Tayue: Me presento, mi nombre es Tayue y hemos venido por ustedes.
Mako: ¿Qué quieren de nosotros?
Tayue: A la chica.
Kenta: ¿Cuál de las cuatro?
Sus amigas lo miraron con cara de irritabilidad y extrañeza a la vez.
Kinto: ¡Ellas no! Humano ingenuo…
Tayue: La morena, la que les falta.
-¡¿A Shin?! – se sorprendieron los mortales.
Mako: ¿Para qué?
Kai: Llevárnosla, como a ustedes.
Shun: Sólo que hay que tener trato personal con ella…
El albino asintió con una sonrisa, n clon de Kinto se asomó en la tierra en el interior del refugio, volteó a todos lados y desapareció en el suelo.
Kinto: La chica no está con ellos.
Karimen: Ah, Shin salió en la mañana hacia la arboleda…
Fumiko la silenció tapándole la boca y mirándola con ganas de matarla.
Fumiko: ¡Cállate, idiota!
Le susurró la ojos negros, mientras la otra la veía con una ceja arqueada, confundida por su reacción.
Tayue: Bueno, eso no es problema, será fácil encontrarla. No debe andar lejos.
Shun: ¿Dónde está Natku?
De pronto se escuchó el crujir de varios árboles que se iban cayendo, seguido de un temblor.
Kinto: Al parecer se está divirtiendo.
De la nada, algo cayó desde arriba y aterrizó precipitadamente dentro del refugio, se escucharon unos pasos y, desde la maleza, apareció Natku con su camisa rota.
Tayue: Al fin llegas, ¿qué estabas haciendo?
Natku: Jugando.
Sonrió y camina hacia el árbol de flores rosas, los humanos le abrieron camino para que pasara y Natku se adentró al escondite, después de unos momentos salió con Shin en sus brazos, quien tenía heridas y golpes en su cuerpo, marcas de ataduras y su cabeza sangraba levemente, los jóvenes se asustaron y temieron por la vida de su compañera.
Amei y Fumiko: ¡Shin!
Kenta: ¡¿Qué le hiciste?!
Antes de abalanzarse hacia Natku, Kenta fue detenido por el látigo negro de Kinto. Al ver la inquietud de los mortales, Natku alzó su mano y del suelo salieron lianas y enredaderas para inmovilizarlos, los cuales los obligaron a sentarse y bloquearon sus bocas para que no hablaran, el cabellos café recuperó su herramienta de combate y la guardó. Shindra empezó a cobrar la conciencia y, cuando vio que estaba en los brazos del chico verde, tambaleó y se zafó de él, retrocedió hacia el refugio teniendo vista panorámica de todos los presentes, sus piernas no le respondieron bien y se dejó caer en el pasto, deteniendo su hombro izquierdo, que está lastimado.
Shindra: ¿Qué es lo que pasa?
Kai: Ella es la chica que buscamos.
Tayue: Te lo explicaremos con calma, es un gusto conocerte.
Natku: Tayue, ella está lista para el cortejo.
- ¡¿Cortejo?! - se impresionaron los chicos, - ¡otra vez con eso, diablos! – pensó Shin con furia tratando de levantarse en vano, sus fuerzas se habían agotado cuando trató de pelear contra Natku y, a pesar que él le advirtió que retarlo era mala idea, no lo escuchó y ahí están las consecuencias.
Tayue: Comenzaremos por explicarte lo que haremos. Nos llevaremos a los humanos con nosotros hasta nuestros aposentos, ellos estarán juntos, no te preocupes, pero tú te quedarás aquí para que los chicos puedan cortejarte, como lo dictan nuestras tradiciones.
Shindra: ¡Mierda! ¡¿Qué es eso del cortejo?! ¡Explícate!
Shun: El cortejo es una manera de atraer a la hembra seleccionada para poder tener la oportunidad de planear y crear a la siguiente generación de nosotros. El primero que lo logre tendrá la ventaja de tener al primogénito, que sería el más poderoso del clan.
Una interrogante salió de la cabeza de todos los humanos.
Humanos: ¿Qué?
Hayate: Es decir, que pelearemos contigo hasta que uno de nosotros logre desarmarte y domesticarte, para luego preñarte y poder dar nacimiento a la siguiente generación.
Sus compañeros estaban atónitos ante esto y se pusieron colorados por la forma de hablar de Hayate, tan directo.
Shindra: ¡¿Qué?! ¡Semejante estupidez! ¡No, me opongo!
Kinto: Están en nuestro mundo y obedecerás las reglas como tal, ¡o asesinaremos a tus amigos!
Issei: Pero si quieres evitar tanto problemas puede acceder voluntariamente a elegir al que será el padre de tu primer hijo, alguien tranquilo, como yo...
Shun: ¡Cállate, tramposo!
Tayue: No, debe pelear, solo así se podrá elegir justamente al más poderoso de nosotros.
Shindra: ¡¿Por qué yo?!
Natku: Por el tatuaje de tu espalda.
Shindra: Yo no tengo ningún tatuaje.
Natku: Lo vi cuando saliste de las aguas termales, ese tatuaje sólo se puede apreciar cuándo tu cuerpo tiene cierta temperatura elevada, como cuando tomas una ducha caliente.
Tayue: Bien, nos vamos. Issei, llama a tu mascota.
Issei lanzó un silbido y del cielo descendió un ave blanca gigantesca, de enormes garras y extensas alas, con cabeza de águila blanca y pico rojo, en su lomo llevaba una enorme jaula plateada con enredaderas y flores moradas. Las hierbas de Natku soltaron a los prisioneros y éstos se enderezaron, quisieron acercarse a Shin, pero una flecha lanzada hacia el suelo lo impidió.
Shun: Suban al animal, ¡ahora!
Shin bajó la cabeza, los chicos no tuvieron de otra más que entrar a la jaula, así que, con ayuda de la cola de la criatura, pudieron subir a su espalda. Con los humanos arriba, el ave emprendió el vuelo y fue guiado por Kai, quien se sentó arriba de la cabeza del animal, Kinto y Hayate volaron y se perdieron en el cielo. Los demás rodearon a la ojiazul, quien todavía tenía la mirada agachada, Tayue se inclinó y con su mano fijó su mirada con la de él.
Tayue: Te dejaremos aquí para que recuperes tus fuerzas, en un par de días empezará la cacería y tú eres el premio para el mejor de nosotros, no lo olvides.
Tayue le besó la frente y, con sus hermanos, desaparecieron en el cielo, dejándola sola. Ella rompió en llanto y se arrinconó abrazando sus piernas, - ¿ahora que voy a hacer? – pensó entre sollozos hasta quedarse dormida.
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Comments
ˏˋ°•⁀➷Corinne Palmer.
aaaaaaaaah la comenze hace 3 dias..... y ya estoy hecha un manojo de nervios.... gran trama autora...
2022-04-04
0
Georgina Muñoz
me gustaría de vez en cuando pusieran alguna foto así ir conociendo los personajes
2021-07-25
3
Serenity
mmm...
2021-07-19
1