Capítulo 19

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Ryan en ningún momento despega la mirada de mí eso hacía que me pusiera algo más nerviosa porque todo era nuevo para mí no sabía si le gustaría o si lo terminaría haciendo bien, pero a pesar de los nervios no me detengo.

Él parece leer mi mente cuando él se baja sus boxers dejando al descubierto su miembro, abro los ojos de sobremanera cuando veo el tamaño.

¿Cómo se supone que eso me entrara?

Con un poco de miedo por no saber cómo se sentirá él cojo su miembro con una de mis manos levantándolo para acercarlo a mi boca.

Toca mis labios húmedos es suave, poco a poco abro la boca sacando mi lengua pasándolo por encima viendo la reacción de Ryan que entreabre sus labios acomodándose más en el sofá.

Comienzo a jugar con mi lengua mirándole en cada momento viendo como comienza a disfrutar de lo que le estoy haciendo.

Avanzo un poco más metiéndolo en mi boca, era imposible todo porque era grande, pero intento todo lo que posible provocando que mis ojos se pusieran un poco llorosos por la presión.

Comienzo con los movimientos provocando un gemido de su parte animándome a que siguiera con este juego.

Pero no puedo seguir mucho más cuando él me detiene cogiendo mi mano haciendo que me levantara para colocarme encima de sus piernas.

Pasa su dedo gordo por mi labio de abajo y la otra mano la deja en uno de mis muslos.

-Nunca pensé que tenías unos labios tan exquisitos – me deja un poco aturdida por sus palabras provocando que me mordiera el labio. - Vamos arriba este sofá se queda pequeño - cuando me voy a apartar de él me levanta del sofá haciendo que enredara mis piernas en su cintura.

Sabía lo que se venía por eso me moría de los nervios, había escuchado tantas veces de diferentes chicas en mi instituto que algunas le dolieron que la primera vez era una experiencia terrible y otras que era la mejor experiencia del mundo por eso me llegaba a confundir porque no sabía con cual quedarme de tantos comentarios referente al sexo.

Siento como se sube los boxers para poder caminar mejor, nuestra ropa se queda en el sofá mientras comenzaba a caminar escaleras arriba.

Mientras subimos las escaleras él se acerca a mis labios volviéndome a besar, por un momento mientras siento sus labios sobre los míos me olvido dejándome llevar un poco más con él.

Termina de subir las escaleras llevándome hasta su cuarto como estamos solos deja la puerta medio abierta acercándose a su cama hasta posarme en ella despacio subiéndose encima de mi sin plantar todo su peso.

Volvemos a unir nuestras bocas profundizando el beso, se cuela entre mis piernas abriéndolas sintiendo su miembro en mi zona.

Jadeo deseando avanzar un poco más queriendo saber lo que se siente.

-¿De verdad quieres hacerlo? Si no estás segura puedo esperar el tiempo que sea necesario - niego rápido con mi cabeza.

-Nunca había estado tan segura en mi vida entera - le digo sincera sonriéndole.

Él me mira por unos segundos para después estirar su brazo abriendo un pequeño cajón sacando una caja grande de condones.

Me sonrojo sin poder contenerlo cuando veo como saca uno tirando la caja a la mesilla de al lado para después romper el envoltorio sacando el condón.

Con una gran experiencia en esto que yo no tengo se baja el boxers quitándoselo para ponerse el preservativo en menos de un minuto y medio, los dos estábamos deseosos no hacía falta decirlos con palabras nuestros cuerpos nos delataban.

Comienza a dejarme besos por mi clavícula hombros subiendo por mi cuello hasta mi mejilla cerca de mi comisura.

Me acomodo un poco más abriendo mis piernas más para que tuviera más espacio entonces cuando me besa la nariz lo siento como adentra la punta despacio.

Jadeo sintiendo un fuerte pinchazo en mi zona consiguiendo que temblara mis piernas al sentir la presión dentro de mí al estar adentrándolo más.

Llevo mis manos a la espalda de Ryan cambiando una de ellas a su brazo arañándolo sin poder controlarme.

Mierda dolía un poco así que me quedo con los comentarios que escuche que decían que era como si te atravesasen con un palo de hierro.

Que la tuviera grande no ayudaba a lo mejor era por eso...

-Lo voy a hacer despacio tranquila – besa mi frente para después apartar una lágrima que no sabía que se había deslizado por mi mejilla.

Asiento con mi cabeza mordiendo fuerte mis labios cuando se adentra un poco más profundo.

Se mueve despacio para poco a poco comenzar a aumentar más fuerte los movimientos, paso mi mano por su nuca apretando su pelo.

-No te detengas – le pido cuando veo como vuelve a moverse despacio.

El me sonríe besando mi mejilla cerca de mi comisura bajando hasta mi cuello dejando besos por él.

Ya no siento tanto dolor empiezo a sentir cada vez más placer queriendo más de él.

Prácticamente me estaba comiendo a mi hermanastro, puede ser que no valla al cielo por hacer esto y por lo siguiente que voy a decir, pero que rico se sentía estar así con él.

Nuestros cuerpos se pegan más me atrevo a bajar mi cadera hacia abajo sintiéndolo más.

Se mueve más rápido sintiéndolo profundo, siento un ultimo pinchazo más fuerte que el anterior pero rápido se hace aún lado porque el placer era más.

Sus gemidos se mezclan con los míos moviéndonos a la vez provocando que sonara un poco la cama.

Nuestras respiraciones se mezclan volviendo a unir nuestros labios sintiendo como con unas embestidas más se viene dentro de mí dos segundos después siento mi abdomen apretarse para luego sentir una liberación dentro de mí que nunca había sentido en mí vida.

Nos quedamos quietos por unos segundos hasta que sale de dentro de mi poniéndose a mi lado, su cama era pequeña pero cambiamos estando pegados era como la mía.

Me pongo de lado para poder verle mejor, él estaba mirando hacia el techo con sus manos detrás de su nuca.

-¿Te hice mucho daño? – su pregunta me sorprende pero aún así le contestó sincera.

-No, estuvo muy bien – él no me contesta se mantiene en silencio.

Siento que el Ryan de antes se fue y eso me hace sentirme un poco triste, porque no se que pasará después de esto con él.

Veo como se alza dispuesto a levantarse de la cama pero antes de que lo haga le detengo.

-Espera no te vallas aún, quédate conmigo un rato más – él me mira.

-Esta bien – se vuelve a tumbar acomodándose. – Ven aquí anda – pasa su mano por mi cintura pegándome más contra su cuerpo.

Dejó mi cabeza en su pecho caliente mientras que el comienza a acariciar mi pelo despacio.

No quería que este día acabase nunca me imagine estar así con él, era como un sueño pero a veces los sueños acaban para bien o para mal.

Mis ojos comienzan a cerrarse poco a poco aunque me esfuerce en mantenerlos abiertos término quedándome dormida.

Narra Ryan:

Cuando estaba con ella haciéndolo todo estaba bien hasta que terminamos y mi mundo se vino abajo volviéndome a la realidad.

Me había acostado con mi hermanastra eso me dejaba como un mal hermano porque habíamos traspasado el límite.

Pero es que no pensé con claridad dejándome llevar porque en esos momentos no me arrepentía.

Levanto un poco mi cabeza viendo que tenía los ojos cerrados dejándome en claro que se había quedado dormida.

Le había quitado lo más preciado que tenía, habíamos disfrutado pero se supone que yo solo tengo encargarme que este bien y protegerla, pero ahora estaba en mi cama completamente desnuda.

Demonios no podía parar de darle vueltas en mi cabeza.

Ella se merecía aún chico mucho mejor que yo…

Mi móvil comienza a sonar desde el pequeño salón.

Me remuevo intentando quitármela de encima sin que se despertara, el móvil sigue sonando sin parar.

La miro por unos segundos apartando su pelo a un lado acariciando su mejilla.

¿Qué debo hacer contigo ahora?

Me levanto cogiendo los bóxers poniéndomelos para salir de mi cuarto caminando más rápido hasta el salón.

Buscó el móvil por el sofá hasta que lo encuentro cogiendo rápido la llamada para que dejara de sonar de una vez.

-¿Por qué tanta insistencia? – gruño molesto.

-Hermano llevas muchas horas sin aparecer y la niñata esta ahora la dio por no querer comer de nuevo – suspiro molesto.

Sin duda a este idiota no se le podía dejar solo en ningún momento.

-Eres idiota no sabes tratar a las mujeres – le atacó.