Capítulo 7

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Le miro cuando me deja en él colchón apoyando con cuidado mi cabeza.

-Gracias por traerme hasta aquí me siento mucho mejor – le digo sincera.

-Me alegro, aunque este colchón no es tan cómodo para mí - sonríe picaron.

-¿Por qué sonríes así? - sonrió yo también de vuelta.

-Que en una cama se pueden hacer muchas cosas... en todos sitios más bien – alzo mi ceja.

Pues sin cortarme le seguiré su juego...

-¿En todos sitios? Yo lo hice en una cocina, también en un baño y casi en un coche – le digo sonriéndole de nuevo.

-¿Se siente rico hacerlo en esos sitios? - si no me doliese tanto el cuerpo estaría carcajeándome.

-Idiota – vuelvo a reír. - Pensantes muy mal pervertido me refería a que estás cómoda – le guiño el ojo, no sabía cuándo había empezado nuestro juego, pero yo me encargaba de seguirlo con gusto.

-Está bien lo que tu digas, ahora necesito quitarte tu sujetador – me mira fijamente a los ojos.

-¿Qué? No pienso quitarme el sujetador – le digo claro.

-Le tienes empapado eso también te hace que no entres en calor y tengas mucho frío, si no te lo quitas te pondrás enferma de nuevo con fiebre alta, te dejo que te quedes con la parte de abajo puesta, te daré un manta no te preocupes – me lo dice mucho más tranquilo que antes. - O prefieres que haga una fogata aquí mismo – me vuelve a decir.

-¿Acaso estás loco? Me quemaras aparte de que moriremos todos intoxicados por asfixia, si ya de por sí tengo la piel sensible imagínate si me quemo – estaba literalmente loco, pero aun así no le quitaba lo bueno que estaba el tío.

-Era solo una idea porque no me haces caso con la ropa, si no te la quieres quitar por mi bien cuando te estes muriendo de fiebre ya me contaras – muerdo mi labio pensando si hacerlo o no.

-Está bien tú ganas – me muevo quitándome mi falda y después mi blusa fina quedándome con la ropa interior de abajo y el sujetador.

-Quítate el sujetador – me dice él mirando de reojo mis piernas, disimulaba fatal.

Seguro que estaba disfrutando de esto...

-Pero es que me da vergüenza... - le susurro tan bajo que casi no se me escucha.

-¿Por qué? Estoy acostumbrado, no te creas que serás la primera mujer que vea su cuerpo, ya he visto a muchas desnudas de diferentes maneras – me lo dice claro alzando una ceja suya.

-Seguro que has visto a muchas mujeres con poca ropa, pero no creo que hayas visto a una mujer como yo de guapa – para el ego él que tenía yo, sonrió orgullosa.

-Deja tu ego a un lado, estas siendo muy amable y no me fío, no pretendas que sea tu amigo ni nada de esos rollos, estas en un secuestro te lo recuerdo – cambia de actitud radicalmente.

-Lo que tu digas – yo también cambio de actitud rápido poniéndome seria.

Me termino de quitar mi sujetador dejando mis pechos al aire.

-Date más prisa te voy a bañar así te lavas un poco – asiento.

-Ya está – dejo a un lado mi sujetador recibiendo su mirada.

-No están mal son bonitas y grandes justo como me gustan – hace un movimiento con su mano y luego sonríe.

-Deja de mirarme y cállate no hables de mi cuerpo tus comentarios sobran – le digo molesta.

-Si mejor, me los guardare para mí - extiende su mano en mi dirección, la acepto. - Vamos levántate del colchón – me manda.

-No puedo – lo intento, pero me dolía cada milímetro de mi cuerpo.

-Espera – me ayuda a levantarme al segundo dejándome enfrente de él. - Un poco más y me superas en estatura – me mira detenidamente de arriba abajo.

-¿Me levantaste solo para fijarte mejor en mi cuerpo? - le miro enfadada de que no se corte ni un pelo en observarme.

-No digas tonterías y menos te creas el grano en el mundo – me levanta al aire llevándome a una bañera que había.

Narra Ryan:

Esta chica no tenía ningún defecto o por lo menos yo no veía ninguno, para mí era jodidamente perfecta como una diosa, su cuerpo era perfecto no voy a mentir me quede embelesado mirando su cuerpo.

Sin duda cualquier hombre quedaría enloquecido y perdido al verla casi desnuda por completo, tenía unas caderas grandes pero su cintura era pequeña y lisa.

Y no hablar de sus pechos eran igual de hermosos que sus piernas.

Su culo no se quedaba atrás, tenía unas nalgas perfectas.

¿Cómo nunca había visto una mujer como ella?

Era perfección en persona...

Tenía estos pensamientos mientras la duchaba, cuando termine me levante.

-¿Mejor? El agua caliente te vino muy bien al igual que la manda ya casi no tienes nada de fiebre te mejoraras y más cuando comiste algo – la miro porque me va a tocar de nuevo atarla. - Sabes que me toca de nuevo atarte con las cadenas y amordazarte – la explico porque no quería que se pusiera de nuevo a gritar como una loca.

-No, por favor te lo suplico no lo hagas – me dice entrando en pánico.

-Tengo que hacerlo, aunque me digas que no, no intentes convencerme porque solo gastaras saliva a lo tonto – estaba mucho mejor conseguí ropa no de chica si no mía pero bueno algo era algo mejor a que estuviera desnuda, así no se recuperaría con mi ropa y la manta estaría mucho mejor. - Vamos dame tus manos ya – sin esperar a que me las de porque no me las iba a dar le pongo las cadenas en sus muñecas.

La llevé al mismo sitio donde la vi por primera vez.

-Hasta mañana yo no volveré - la digo para que supiera que no se iba a quedar sola si no que mi compañero estaría vigilándoles a ella y al otro rico idiota.

-No, tienes que quedarte si no acabare muerta del hombre – me dice apresurada.

-Te cuidaran, no te preocupes no te volverá a pasar eso si te portas bien, él es de confianza me tengo que ir no puedo quedarme – me agacho quedando a su altura. - Si tus padres ricos colaboran en el secuestro seguro que mañana estarás libre olvidando lo que te paso comprando cosas de pijos con tus amigas – no la estaba mintiendo si sus padres daban el dinero ella estaría mañana misma lejos de este sitio.

-Mi madre está muerta, solo tengo a mi padre pero luego se casó con otra mujer que es buena, espero que si colabore y me saque de aquí - suelta un suspiro.

-Solo te queda esperar y por supuesto suerte – la digo para después irme de allí.

Antes de volver a casa estuve haciendo uno que otro trapicheo para poder sacarme algo más de dinero, pero me saque muy poco no era lo suficiente para hacer una buena compra de comida.

Pasarón casi tres horas cuando volví a casa.

-¡Hola! - saludo cuando entro por la puerta.

-¡RYAN! - mi hermanastra sale corriendo hasta a mi para después abrazarme.

-Ya estamos, te dije que nada de abrazos y achuchones – la separo de mí.

-Se me olvido perdóname – suelta una pequeña sonrisa. - ¿Viniste para comer? Conseguí hacerte una lasaña que esta riquísima como a ti te gustan – la miro detenidamente, si la nevera estaba casi vacía...

-¿De dónde sacaste los ingredientes para cocinarla? Estaba casi vacía – le pregunto confundido.

-Nuestra vecina que siempre es muy amable con nosotros es la que me dio los ingredientes y me dejo hacerla en su horno ya que él nuestro está roto y no podemos arreglarlo porque no tenemos dinero suficiente – me explica ella.

Teníamos el horno roto de hace mucho tiempo ya, no se rompió solo le rompió el imbécil de nuestro padrastro a base de golpes hasta que le dejo hecho añicos sobre todo el cristal de la puerta.

-Gracias por hacerla – me siento en una de las sillas de la cocina. - La verdad que tengo bastante hambre - le digo sincero, llevaba muchas horas sin llevarme nada de comida a la boca.

A veces uno ya se acostumbraba...

-Te sirvo yo – entra ella también a la cocina. - Te va a encantar está en su punto buenísimo... - dice ella contenta.

-Ahora te digo cuando la pruebe – mi mirada rápido se desvía a sus pechos sin saber por qué.

Ella no tenía sujetador lo sabía porque la camiseta que tenía puesta era fina y se la transparentaba un poco al ser clara, enserio no quise mirarla de esa manera, pero mis ojos se fueron justamente a esa parte sin poder controlarlo.

Intente evadirlo, pero ella me lo puso aún más complicado cuando se colocó enfrente de mi hablándome normal explicándome todos los ingredientes de la lasaña y que nuestra vecina la ayudo a hacerla.

Por más que quería no podía dejar de mirar sus pechos, esto estaba muy mal no sé qué me pasaba últimamente con ella.

Joder la vi crecer y era como mi hermana además sin olvidar que ella era una niña...

¿Qué me estaba pasando con ella?

Para el siguiente capítulo tenemos que llegar a 200 👍 para más.

Ryan

Elena

Hera

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