Capítulo 3

Voten para más capítulos 👍

La deje hay gritando como una loca caminando a la habitación que teníamos donde había una mesa unas cuantas sillas y una nevera que estaba llena de todo tipos de alimentos.

Miro todo lo que había en la nevera, no era un experto cocinando apenas sabía así que cogí lo básico que consistía en mermelada extendida en pan de sándwiches.

Cuando lo tengo preparado vuelvo a donde estaban los dos, camino hacia ella extendiéndoselo.

-Te hice esto no esperes mucho de mí porque sé muy poco cocinar – la digo tranquilo.

-Si quieres que coma suéltame de una vez, estas cadenas me están matando – dejo el plato pequeño un momento en el suelo para poder bajarla.

Pero no soy tan bobo no la desato del todo, enrollo las cadenas a una tubería dejándola poder descansar un poco para que pudiera comer mejor.

La escucho como se queja cuando sus piernas caen al suelo.

-Necesito que me quites estas cadenas para poder comer, tengo hambre – ¿acaso esta tía era bipolar? Primero me dijo que no comería nada de nosotros y ahora dice que tenía hambre.

-No te pienso quitar las cadenas, si quieres comer algo te lo daré yo – la dejo en claro mirándola fijamente.

-Por favor me duelen las muñecas demasiado de estar colgada por estas cadenas, necesito descansar un rato por lo menos – la miro intentando ver algún signo de escape para ella.

-Vale, pero como intentes algo te juro que las pagaras – cojo las cadenas soltando sus muñecas que tenían marcas, ella se lleva las manos a su cabeza intentando quitarse la capucha que tenía con la venda. - Eh, la venda no se quita – la aparto las manos.

-Gracias – la escucho decir cuando empieza a morder el sándwich, me la quedo mirando los labios. - Tenía bastante hambre la verdad – veo como sonríe.

-¿A qué te dedicas? - le pregunto, porque no sabía nada de ella, no me dijeron nada suponía que estaba estudiando por el uniforme que llevaba.

-Empresaria bueno un intento porque todavía no termine mis estudios, mi padre esta forrado gracias a las tres empresas que tiene a su cargo – frunzo el ceño.

Normalmente en la tele salía los empresarios millonarios con sus grandes coches, sonriendo a la cámara mientras restregaban a todo el mundo que podían limpiarse hasta el culo con billetes de quinientos.

Siempre salían también sus hijas y sus hijos guapos con ropa de marca que valía más que la paga de cualquier persona normal.

Y precisamente a ella nunca le llegue a ver en la televisión.

-No salí mucho en él canal de los ricos no me gusta esas cosas, igualmente no me puedes ver la cara bien por la tela en mis ojos - ¿se creía acaso que era imbécil? Sabía que quería que la quitase las vendas para poder buscar algunas maneras de escaparse de aquí.

-No pienso quitarte la venda que sé que es lo que tú quieres no soy un imbécil – la digo soltando una pequeña carcajada.

-Está bien chico listo tranquilo – abro más los ojos al escucharla, cogía confianzas muy rápido. - Por lo menos se un poco bueno y tráeme algo de beber – me dice un poco más en bajo soltando una gran bocanada de aire como si estuviera muy agotada.

Llamo a mi compañero con un grito le mando a por el agua no tarda ni dos minutos en traerla para volver a irse.

-Aquí tienes – le quito el tapón dándosela.

Ella comienza a beber rápido como si no hubiera bebido en toda su vida.

-Oye, con más calma o acabaras asfixiándote – veo como sus manos tiemblan cuando sujeta la pequeña botella comenzando a caerle agua por la barbilla deslizándose por su cuello.

Se la estaba escapando más agua de la que conseguía beber.

-Espera, déjame te la daré yo – aparto sus manos cogiendo más la botella.

Me inclino levantando su barbilla con mis dedos llevando de nuevo la botella a sus labios dándola el agua.

Mis ojos al principio estaban mirando al otro lado mientras que ella bebía, pero de nuevo se desviaron a sus provocativos labios.

No iba a mentir la chica estaba muy buena.

¿Para qué iba a mentir? Yo siempre era sincero en todo, aunque doliese.

Intenté mirar a otro lado, pero no servía de nada, seguí las gotas de agua que todavía se deslizaban por su cuello hasta su camisa.

Los botones de la camisa parecía que iban a reventar en cualquier momento de lo ajustado que estaba.

Seguí bajando mi mirada hasta su falda donde no la cubría mucho y me dejaba ver sus gruesas piernas que me hacían imaginarme cosas deliciosas.

-Gracias por dármela – su voz hace que quite mi mirada de sus piernas desnudas.

-No es nada – me levanto rápido.

-¿Podrías quitarme, aunque fuera unos minutos la venda por favor? - me lo pienso un poco, pero al final acepto.

-Si, quítatela, pero como hagas algo te lamentaras por el resto de tu vida – claro que era una amenaza.

Antes de que ella se quitara la venda de sus ojos bajo mi pasamontaña para que no me pudiera ver la cara.

Narra Hera:

Cuando me quito la venda que tenía en mis ojos puedo ver al secuestrador que estaba enfrente de mí.

Estaba demasiado bueno por su aspecto, bajo mi mirada mirando su ropa viendo que tenía unos pantalones ajustados que se marcaba bien sus piernas.

Me puedo imaginar hasta... bueno ya se pueden imaginar.

Tenía un gran bulto, sé que estoy siendo una idiota por estar pensando precisamente en esto, pero no puedo evitarlo, no estaba ciega por ahora ósea que tenía que disfrutar que mis ojos pudieran ver a semejante dios y eso que no puedo ver su rostro porque lleva un pasamontaña puesto.

-Tengo que ponerte las cadenas de nuevo – me mira serio como si se hubiera dado cuenta del escaneo que le había hecho.

-Vale lo entiendo – aunque me doliese hasta el alma me levanto. - Vaya sí que eres alto – me fijo en su estatura.

-No intentes distraerme porque no servirá de nada – me coge mis manos.

-Está bien pero solo te pido que no me aprietes las cadenas tan fuertes porque me dejan marca y duele mucho, a mí me va lo fuerte, pero a la vez suave – lo último se lo digo con mi voz un poco más sexy tirándole una gran ficha.

-Cállate – puedo ver como se asoma una pequeña sonrisa, pero se hace el duro rápido.

-Me gusta tu sonrisa – me atrevo a decirle.

-¿Estas acaso ligando con tu secuestrador? - dice él sin creérselo.

-Puede ser que si o que no – lo dejo al aire aposta.

-No me va las chicas enanas como tú y menos con ese pelo – me suelta tan tranquilo.

-Valla debo admitir que eso fue un buen golpe para mi autoestima – quito mis manos antes de que pueda poderme las cadenas y las pongo en su rostro atrapándole. - Quizás pueda hacer que cambies de pensamiento de otra forma – le digo sincera.

-¿Lo estas diciendo enserio? Porque va a ser que no – se hacía el duro, pero como tíos como él caían rápido.

Narra Ryan:

Me quedo mirándola viéndola que era una completa diosa, me estaba dejando llevar como nunca.

Era una chica bastante sexual con su pelo largo y moreno.

Sus ojos también no se quedaban atrás eran muy bonitos y sus labios eran gruesos perfectos para besar.

Una chica como ella no se veía mucho por mi barrio porque claramente éramos de diferentes mundos.

Su cintura era diminuta y su cuerpo estaba bastante bien formado para la edad que aparentaba.

¿Cómo se podía rechazar una chica así?

Estaría cometiendo un gran error si no la disfruto, aunque fuese con mis ojos solo.

-Nunca deberías dudar de mí – me susurra cerca de mis labios.

-Entonces haz que no dude – levante mi mano llevándola a su cintura acercándola más a mi cuerpo.

¿Las reglas estaban para romperse no?

Me miro por unos segundos más hasta que termino con la poca distancia que nos quedaba, me dejo un pequeño beso.

Después la muy hija de puta me mordió el labio tan fuerte que consiguió hacerme sangre.

Solté un gruñido fuerte cabreado por lo que acababa de hacer.

La empuje con fuerza intento alejarla de mí, pero ella no se dio por vencida.

-Perdóname - fue lo siguiente que me dijo para soltarme una patada fuerte en mis partes íntimas comenzando a correr lejos de mí.

-¡LA REHEN! - grite para que el otro estuviera alerta sabía que no podía llegar muy lejos.

Mi compañero salió impidiéndola el paso sorprendiéndola a la vez.

-¡DONDE VAS TU! - la grito no dejándola escaparse cogiéndola del cuello para después chocarla con la pared.

-¡NO! ¡ESPERA NO ME HAGAS NADA! - grito escuchándose después una gran bofetada por parte de mi compañero.

-Encárgate de ella átala ya sabes todo lo que tienes que hacer – le ordeno levantándome caminando para salir de aquí.

-¡NO! - grito ella sintiendo el pánico.

-Tarde eso te pasa por jugártela – la dije cuando pasé por su lado.

-¡NO DEJES QUE ME HAGA NADA! - grito de nuevo empezándome a cansar de sus gritos.

-¡QUE TE CALLES!

La golpeo con mi arma haciendo que ella cayera al suelo desplomada viendo como sangraba un poco de su cabeza por el golpe...

Hera

Ryan

Más populares

Comments

Lady

Lady

buenísima ya la leí pero aquí disfrutando de nuevo ,todas son mágicas me atrapa

2024-01-18

0

Blanca Aleman

Blanca Aleman

pobre chica quiso jugársela pero le salio el chirrion por el palito

2024-01-18

0

María~jose

María~jose

buena 🤣🤣

2022-10-27

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play