Capítulo 18

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Me sentía confusa como si ahora mismo estuviera en una nube flotando al sentir los labios de Ryan por mi cuello.

Él caso es que no quería que se detuviera, aunque me estuviera sintiendo así yo estaba deseando que pasara algo así pero no dejaba de sentirme sucia por estar así con mi hermanastro, porque sí, él no dejaba de serlo.

-Ryan... - suelto el aire retenido pasando rápido mi lengua por mis labios que se habían quedado secos.

No sé porque pongo ambas manos en su pecho haciendo que él se separara y tuviera que dejar de besarme.

-¿Te hice daño? - el me mira algo asustado.

Niego con mi cabeza mirándole fijamente sintiendo el peso de su cuerpo mientras que yo estaba tumbada en el sofá.

-Solo es que... - me quedo callada por un momento. - Todavía no me creo que este pasando esto, todo es nuevo para mi – le suelto sincera.

Nunca me había dejado tocar así por un hombre si mi primer beso me lo arrebato mi propio hermanastro.

Él estaba siendo el primero en todo consiguiendo que se despertaran sensaciones de mi cuerpo y que me costara detener esto.

-Te entiendo... es mejor que lo dejemos aquí - él se levanta un poco dispuesto a irse del sillón.

Entonces es cuando veo su erección marcarse en su pantalón y no puedo aguantar mi risa sonrojándome.

-¿Qué? - me mira confundido sin tener idea porque me estaba riendo de él.

Tapo mi boca con mi mano y con la otra apunto en la dirección de su paquete, él baja su mirada dándose cuenta tapándose rápido con sus manos abriendo los ojos de sobremanera provocando que me ría aún más fuerte que antes.

-No te rías Elena es una cosa normal – me señala con su dedo acusatorio.

Cojo un cojín tapándome sintiendo mis mejillas arder, pero no podía detener mi risa.

Suelto un grito cuando él se tira a mi empezando a hacerme cosquillas quitando el hierro a lo que estaba pasando antes.

Me rio aún más fuerte llevando mis manos a las suyas para que se detuviera.

Se detiene quedándose fijamente mirándome como si estuviera luchando dentro suya en decirme algo...

-¿Tienes miedo de tocarme? - me pregunta sin esperármelo.

-¿Qué? - le digo anonadada.

Coge mi mano llevándoselo a su pecho levantando un poco su camiseta para guiarme por su torso.

Al principio me quedo rígida sin saber que hacer, pero luego mis manos son como si cobrasen vida de nuevo dejándome guiar por su mano acariciando su torso.

-Lo ves no muerdo no tengas miedo de acariciarme – me parecía extraño que él en estos momentos me dijera algo así porque odiaba los abrazos.

Nuestras miradas vuelven a conectar sintiendo unos calambres extraños en mis dedos de la mano al estar tocando su piel suave.

Él se alza un poco más provocando que yo me asustara por sentirle de nuevo tan de cerca, pero él no tarda en volver a coger mi mano dejándola en su torso para que siguiera tocando.

Esta vez parece más calmado cuando despacio levanta su mano acariciando mi mejilla acercando sus labios dejando un beso cerca de mi comisura.

Mi respiración se atasca porque todo esto era nuevo para mí y no tenía idea que hacer, me culpaba por eso porque yo querría complacerle, como lo hacen con las que seguro se acostó.

Porque sabía que él no era un santo, no le veía mucho con mujeres, pero algunas veces le había escuchado hablar por teléfono con alguna para quedar en un sitio.

No planta todo su peso es como si estuviera teniendo toda la delicadeza del mundo.

Siento como mi respiración se acelera cuando sus labios rozan los míos, lo admitía ahora mismo mis hormonas eran las que mandaban.

De nuevo nos volvemos a besar, pero despacio sin prisa con delicadeza, esta vez le sigo queriendo seguir sintiendo sus labios eran como un gran vicio...

Una de sus manos se desliza dentro de mi camiseta haciendo que contraiga mi abdomen por su tacto.

Se separa rompiendo el beso mirándome de nuevo a los ojos moviéndose consiguiendo que de nuevo quedara tumbada en el sofá.

Él sigue con su mano acariciándome despacio sin prisa levantando cada vez más mi camisa, cada vez sentía más nervios, pero intentaba controlarlo.

Su mano llega a mi sujetador poniéndome la piel erizada al notar sus dedos acariciar uno de mis pechos.

Mi abdomen sube y baja rápidamente, mi respiración de nuevo se atasca.

La camiseta desaparece cuando él la levanta hasta mi cabeza quitándomela dejando casi mis pechos expuestos si no fuera por él sujetador.

Sigue acariciando mi piel mirándome a los ojos mientras pasaba sus dedos haciendo un recorrido bajando de nuevo hasta llegar a la tira de mi falda.

Mis nervios aumentan por momentos cuando toca esa zona y sobre todo cuando baja mi falda quitándomela dejándome en ropa interior delante de él.

Cierro los ojos apretándolos fuerte cuando siento sus labios en uno de mis muslos besándolo despacio sin despegar todavía sus ojos de los míos.

Abro de nuevo mis ojos sintiendo su labio de abajo como se estira cuando sigue su recorrido acercándose cada vez más a mi zona.

Paso de nuevo mi lengua por mis labios cuando deja un ligero beso en mi centro por encima de la ropa interior.

Oh diosss mioo...

No puedo evitar no arquear mi espalda apretando el cojín que tenía al lado.

Empiezo a sentir como si mi cuerpo estuviera ardiendo cuando vuelve a dejar otro beso subiendo su mano para tocar mi abdomen mientras sigue dejando pequeños besos.

Era una sensación un poco extraña porque no quería que apartara su boca de mi parte intima.

-Tranquila relájate ya verás como te sentirás mejor... - me susurra colocándose después mejor en el sofá.

Le miro viendo como baja despacio mi ropa interior de abajo sus ojos vuelven a mirarme sin tener nada de vergüenza que le esté mirando mientras se encarga de dejarme desnuda.

No voy a mentir estaba sintiendo mucha vergüenza de que él me viera completamente desnuda no solo porque fuera un chico si no porque siempre nos habíamos tratado como hermanos y estaba más que claro que esto no lo hacían los hermanos.

Arqueo la espalda de nuevo cuando su boca va a mi centro sin tela por delante sintiendo sus labios.

Esta sensación me gustaba lo admitía, no sé cómo no lo había querido probar antes, pero eso sí, no con cualquier persona.

Suelto un gemido cuando siento su caliente lengua entre mis labios comenzando a hacer movimientos a la vez.

Aprieto más el cojín cuando empiezo a sentir a lo que llaman placer.

Estaba segura que iré al infierno por esto, por dejar que me tocara de esta manera.

Pero si el placer era esto sentir estas cosas yo misma después de esto me iré al infierno sin que me tengan que llevar.

Menos mal que mi madre y mi padrastro no estaban porque si vieran esto yo creo que les daría un infarto.

-¿Estas bien? - me pregunta.

Estaba tan concentrada en mis propios pensamientos y en lo que estaba sintiendo que me sentía de nuevo aturdida.

Asiento con mi cabeza despacio porque no me atrevía a decirle que estaba bien, demasiado bien que me encantaba esta sensación.

Sube de nuevo hasta que nuestros rostros quedan cerca, su cuerpo se pega más a él mío sintiendo su erección en mi centro.

Jadeo abriendo mis labios sintiendo como aparta mi pelo comenzando de nuevo a besar mi cuello.

Me estaba torturando no quería quedarme quieta siempre y que él solo me hiciera sentir bien.

Llevo mis manos a la parte baja de su camiseta levantándola para quitársela dejándola encima de la mesa de cristal.

-Yo también quiero hacerte sentir bien... - me atrevo a decirle.

Él mira por unos segundos.

-No tienes por qué hacerlo si no quieres sé que es tu primera vez en todo no quiero que te sientas presionada – acaricia mi mejilla.

Bueno había visto escenas de sexo en algunas películas también el sexo oral pero nunca me había atrevido ni me creía que terminaría haciéndolo yo también.

Pero yo quiero hacerlo no me siento presionada - él asiente con su cabeza pasando su mano por mi cintura cuando se mueve sentándose en el sofá para apagar yo encima de él.

Se agacha un poco solo para bajarse los pantalones quitándoselos quedando solo con sus boxers.

-¿Estás segura que quieres hacerlo? Si te arrepientes no te lo calles solo tienes que decírmelo - estaba siendo delicado.

-Te prometo que si me arrepiento te lo diré – le digo recibiendo una sonrisa por su parte.

Me preparo para lo siguiente que iba a hacer.

Despacio me deslizo hasta acabar fuera del sofá sentándome en la alfombra de rodillas.

Siempre había una vez para todo y prefería mil veces que fuera con él porque era la persona que estaba enamorada de él y me gustaba demasiado.

Para el siguiente capítulo tenemos que llegar a 570 👍

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Elena

Ryan

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