Lo quiero todo

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HADES

Capítulo 19: Lo Quiero Todo

La luz del sol se filtraba a través de los altos ventanales del salón del trono, proyectando intrincadas sombras sobre las paredes de piedra del reino . El gran salón, adornado con tapices de colores apagados y muebles de madera envejecida, parecía pequeño para la figura imponente de Hades. Su presencia fría y distante dominaba el ambiente, creando una atmósfera tensa y expectante.

Hades estaba sentado en el trono, un asiento majestuoso pero austero, que contrastaba con la calidez del entorno. Su rostro, carente de expresión, no revelaba la más mínima señal de emoción, mientras sus ojos, inquebrantables como el acero, observaban al rey con una intensidad calculadora.

El rey, de rostro cansado y arrugado por las preocupaciones, se encontraba frente a él, con las manos entrelazadas sobre la mesa. Su expresión reflejaba la desesperación por la situación que enfrentaba su reino.

—Además, creo haber escuchado que tienen problemas con el agua —dijo Hades, su tono impasible como el hielo.

El rey suspiró profundamente, su mirada bajando hacia el suelo antes de levantarla para enfrentar a Hades.

—Sí, el agua es muy valiosa y el costo es exorbitante. Consume el ochenta por ciento de nuestras ganancias. Vendemos todo tipo de productos, desde frutas mágicas hasta pociones, pero la necesidad constante de agua para su producción está arruinando nuestra economía.

Hades, con un leve gesto de asentimiento, mantuvo su postura firme.

—Puedo solucionar ese problema como parte de nuestra alianza —dijo, su voz imperturbable y serena.

El rey frunció el ceño, la preocupación en su rostro se mezclaba con un atisbo de esperanza.

—¿En serio? ¿Cómo es posible?

Hades inclinó ligeramente la cabeza, como si considerara la pregunta trivial.

—No sería difícil para mí —explicó con calma—. Mi reino posee grandes reservas de agua potable de calidad excepcional, muy superior a la de cualquier otro reino. Estoy dispuesto a construir un gran río que conecte mi reino con el suyo, eliminando así sus problemas de suministro. Por supuesto, todo esto tendría un costo razonable.

El rey mostró un destello de alivio en sus ojos.

—¿Sería más barato?

—No solo más barato, sino también más accesible. Mi propuesta es que tome el 10% de las ganancias mensuales de su reino. Eso es mucho mejor que el ochenta por ciento que están pagando actualmente —dijo Hades, con un leve matiz de satisfacción en su tono.

El rey asintió lentamente, considerando la oferta.

—Suena bastante bien.

—Para que esto funcione, necesitaremos reunirnos mensualmente para revisar las ganancias totales. De este modo, ambos estaremos al tanto de la situación económica y evitaremos problemas si las ganancias no cubren el costo del agua —explicó Hades con una frialdad calculadora.

—Entonces tú estarías al tanto de la situación económica del reino —dijo el rey con cautela.

—Ese es su punto de vista —respondió Hades con indiferencia—. Como aliados, no tendríamos ninguna razón para usar esa información en su contra. Espero que construyamos una buena relación de cooperación a largo plazo.

El rey asintió, aunque aún parecía preocupado.

—Supongo que es cierto. ¿Qué cantidad de agua podrá proporcionar al reino?

—La cantidad será ilimitada —aseguró Hades con una frialdad imperturbable—. Si no fuera así, no valdría la pena el acuerdo.

El rey se sorprendió.

—¿Ilimitada? ¿En serio?

—Hablo totalmente en serio. De otro modo, ambos saldríamos perdiendo —dijo Hades, sin inmutarse.

El rey reflexionó sobre la oferta, el alivio y la esperanza comenzando a desplazar la preocupación en su rostro.

—Era un problema porque, al ser limitada, teníamos que hacer que el agua rindiera más, reduciendo la producción y complicando la economía. Si aceptamos su oferta, la situación mejorará drásticamente.

El rey miró a Hades con una mezcla de admiración y respeto.

—Es usted muy inteligente. La mayoría de los dioses importantes no se preocupan por la situación del reino. Dejan ese peso a otros. Pero usted parece diferente.

—Digamos que prefiero hacer las cosas por mí mismo —dijo Hades con una leve sonrisa que no alcanzaba sus ojos.

El rey asintió, claramente impresionado.

—Bueno, ¿cuándo comenzamos con los preparativos para el río? Puede contar con mis hombres.

—Para eso, sería mejor tener otra reunión en otro momento para estudiar la geografía del terreno —dijo Hades con una frialdad meticulosa.

—Me parece bien. Desde ahora, somos aliados —confirmó el rey.

Hades se levantó con un aire de superioridad, su figura proyectando una autoridad innegable.

—Espere y verá cómo crecen nuestros reinos.

—No lo dudo —dijo el rey—. ¿Qué le parece si celebramos un banquete real para formalizar nuestra alianza?

Hades levantó una mano, deteniendo el entusiasmo del rey con una expresión grave.

—Sobre eso quería hablar. Me gustaría que esta información permaneciera en secreto hasta que todo esté resuelto. Hasta que se solucionen sus disputas con el reino enano y el río esté terminado, prefiero mantener este asunto bajo confidencialidad.

El rey miró a Hades con una mezcla de curiosidad y conformidad.

—Está bien, aunque no entiendo del todo el motivo. Hablando de eso, ¿cuándo cree que podrá resolver el conflicto con el reino enano?

—Puede estar seguro de que antes de que el río esté completo, resolveré esa situación. No se preocupe —dijo Hades con confianza.

—Bueno, confiaré en usted. Por cierto, ¿ya se enteró de las últimas noticias?

—¿Qué últimas noticias? —preguntó Hades, manteniendo su expresión impasible.

—Así que no lo sabe. Aunque sé que no se lleva bien con su hermano Zeus, la noticia es que Zeus ha ido a meditar en la cima de una montaña para dominar un poder que solo un gobernante puede tener.

Hades se quedó pensativo por un momento, su rostro sin cambios.

—Supongo que era algo que debía hacer algún día —dijo finalmente.

—Sí, y aún es un misterio cómo Crono obtuvo ese poder sin siquiera intentarlo —comentó el rey, la curiosidad evidente en su tono.

—Bueno, sin más, creo que partiré para regresar a mi reino. Enviaré a una de mis bestias para que le entregue los detalles sobre la próxima reunión para discutir el río —dijo Hades, levantándose con una firmeza controlada.

—¿Bestias? ¿Qué es eso? —preguntó el rey, intrigado.

—Así llamo a las criaturas que habitan en mi reino —explicó Hades con una leve mueca de superioridad—.

—No sabía que había criaturas en su reino, pero supongo que es normal. Nadie ha estado allí y menos ha salido con vida.

—Bueno, me marcho —dijo Hades con un leve gesto de despedida.

Con una expresión de determinación renovada, Hades salió del reino, su mente enfocada en sus próximos movimientos.

—He logrado ganarme la confianza de ese viejo rey. Ahora necesito hacer que se reconcilie con el reino enano. Tengo que idear un plan. Necesito esa llama a toda costa.

Hades se detuvo, su rostro endurecido con la determinación.

—Casi olvido. Así que Zeus anunció que va a entrenar para dominar el poder del gobernante. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras él se vuelve más fuerte. Yo también tengo que hacerlo a mi manera.

Mientras caminaba hacia su reino, pensaba en las bestias y los espíritus antiguos que habitaban en su tierra.

—En mi reino hay muchas criaturas poderosas y espíritus de antiguos guerreros. Si entreno con ellos, seguramente me volveré más fuerte. Tengo que ser más poderoso; si algún día llegara a enfrentarme a él, no puedo quedarme atrás.

Con la mirada fija en el horizonte, Hades sentía una oleada de ambición y deseo.

—Ahora tengo el apoyo del reino Hada y pronto también tendré el reino enano. Haré que estos reinos se sometan a mi voluntad. Además, con el poder de la anti-llama, tengo más posibilidades de desafiar al Olimpo.

El sentimiento de desafío y ambición se volvió más intenso.

—Pero no debo confiarme demasiado. El Olimpo tiene más apoyo y poder que yo. Es la mayor potencia entre todos los reinos. La mayoría de los dioses poderosos están allí.

—Voy a consumirlo todo —murmuró Hades con una determinación implacable.

Y así, con una determinación férrea y una ambición que no conocía límites, Hades se dirigió hacia su reino, listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

Continuará…

VOY A CONSUMIRLO TODO

Continuará…

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