Desterrado

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Hades

INFIERNO

CAPÍTULO 14

Desterrado

La fría noche se sentía especialmente pesada para Hades. Mientras se preparaba para regresar al mundo divino, la herida en su costado se reabría con cada movimiento, el dolor punzante era casi insoportable. Sabía que debía apresurarse, pero la inquietud se aferraba a su pecho. ¿Qué traman Zeus y los demás dioses? se preguntaba mientras se apresuraba hacia el Olimpo, con la esperanza de llegar antes de que comenzara la coronación.

OLIMPO

La majestuosa sala del Olimpo estaba vibrante con un aire de expectación. Los dioses se habían reunido para presenciar un evento que cambiaría el destino de los reinos. Zeus, con una sonrisa imponente, se encontraba en el centro de la atención.

Zeus: "La hora está cerca. En una hora, el evento comenzará, y aunque muchos ya han llegado, no parece haber mucha emoción."

Hestia, visiblemente nerviosa, observaba a su alrededor, intentando mantener la calma.

Hestia: "Sí, pero el nerviosismo es palpable. Hay mucha tensión en el aire."

Poseidón, inquieto, miraba a su alrededor, distraído por la belleza de las mujeres presentes.

Poseidón: "Hestia tiene razón. Estoy muy nervioso. Además, hay muchas chicas hermosas aquí."

Zeus, con una risa burlona, se dirigió a Hera, quien se mantenía distante.

Zeus: "Ja, ja, ja. Es mejor que no te distraigas con esos pensamientos. ¿Y tú, Hera, cómo te sientes?"

Hera, con un semblante severo, evitó la mirada de Zeus.

Hera: "Es mejor no pensar en eso."

Zeus: "Como se esperaba de Hera."

Hestia: "¿Se sabe algo de Hades?"

El silencio que siguió fue palpable. La preocupación se reflejó en los rostros de todos los presentes.

Zeus, intentando disimular su inquietud, respondió con una leve sonrisa.

Zeus: "Todavía no se sabe nada. Deja de preocuparte tanto por él."

Hestia: "Perdón, lo siento."

El tiempo avanzaba y el reloj marcaba que quedaban solo 40 minutos para la coronación. Hades, con el corazón acelerado y la herida pulsando, se encontraba en una carrera desesperada. El ruido de los cascos de los caballos resonaba en el aire mientras el bosque se tornaba más oscuro y el humo de la vegetación se mezclaba con la bruma.

Desde la distancia, aparecieron dos caballos negros, acercándose con una velocidad inquietante. Un guardia del Olimpo descendió de uno de los caballos y se acercó a Hades.

Guardia: "Señor Hades, su hermano me envió para entregarle estos caballos. Debe recordar que en treinta y cinco minutos comenzará la coronación."

Hades, aún asombrado por la oferta inesperada, se mostró desconfiado.

Hades: "¿Zeus envió los caballos? ¿Por qué? Oye, guardia, dame tu caballo. Tú ve en el que me tocaba a mí."

Guardia: "Si es lo que desea."

Hades se montó en el caballo del guardia, con el ceño fruncido y una creciente sensación de desconfianza. Sin más opciones, espoleó el caballo hacia el palacio del Olimpo, su mente llena de preguntas.

Hades: (pensando) "¿Qué está tramando Zeus? ¿Qué tiene planeado? Maldición, por ahora solo me queda esperar y ver qué sucede."

PALACIO DEL OLIMPO

La coronación estaba en pleno apogeo. Las luces brillaban intensamente, y la atmósfera estaba cargada de celebración y emoción. Los dioses se encontraban reunidos en el gran salón del palacio. Zeus, en el centro del escenario, comenzó el discurso de coronación.

Zeus: "Damas y caballeros, el momento que todos han estado esperando ha llegado. Hoy se nombrará el nuevo rey del Olimpo y se repartirán las tierras entre mis hermanos. Primero, les agradezco a todos por estar aquí en este día tan especial."

Público: "¡Sí, Zeus! ¡Ten un hijo conmigo, te amo Zeus, eres el mejor! ¡Vas a ser un gran rey!"

Zeus: "Gracias a todos por sus amables palabras. Y sin más preámbulo, desde este momento yo, Zeus, quien derroto a Cronos con el apoyo de mis hermanos, me proclamo como el nuevo Rey del Olimpo."

Público: "¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!"

Zeus: "Ahora, como nuevo rey del Olimpo, procederé a la repartición de tierras."

Zeus: "Para mi querido hermano Poseidón, le concedo el dominio sobre el mar, junto con todas sus riquezas."

Poseidón: (con un brillo en los ojos) "Gracias, hermano. Es un honor."

Zeus: "Para mi hermana Hestia, le otorgo el fuego, siendo la diosa de la hoguera y del hogar."

Hestia: (con una sonrisa cálida) "Estoy agradecida, Zeus."

Zeus: "Para Hera, le concedo el derecho de ser diosa del espacio, del matrimonio y la fidelidad."

Hera: (asintiendo con gravedad) "Agradezco la confianza."

Zeus: "Y para mi otra hermana Deméter, te concedo el título de diosa de la fertilidad, conocida por la agricultura y los ciclos de la tierra."

Deméter: (con gratitud) "Gracias, Zeus. Esto es significativo para mí."

De repente, un murmullo se extendió por la sala mientras la multitud comenzaba a notar la llegada de Hades. Un caballo negro entró en el salón, y Hades descendió con determinación. Caminó con paso firme hacia el escenario, y el ruido cesó a su alrededor.

Público: "Ese es Hades, el hermano traidor. ¿Cómo se atreve a presentarse en esas ropas humanas?"

Hades: "Hola, hermanos. Ha pasado tiempo."

Zeus, con una sonrisa forzada, intentó mantener la compostura.

Zeus: "Hades, ¿dónde has estado? Ven, sube. No me he olvidado de ti."

Hades: (con una expresión calculadora) "Gracias, hermano. Siempre tan considerado."

Hades subió al palco, y Zeus, con un tono ligeramente sarcástico, se dirigió a él.

Zeus: "Lástima que no tuviste tiempo de arreglarte antes. Mírate con ese traje humano, pobre. Aunque al menos te has cortado el cabello."

Hades: (con una sonrisa fría) "¿En serio crees eso? Creo que este traje me hace ver bastante atractivo."

Zeus: (riendo) "Ja, ja, ja. Qué bromas las tuyas."

Hades: "Supongo."

Zeus: "Escuchen todos, este es mi hermano Hades. Seguro ya han oído hablar de él."

El murmullo en la multitud se intensificó, y Hades sintió cómo la tensión en el aire crecía. Su inquietud aumentaba a medida que Zeus continuaba con sus anuncios.

Hades: (pensando) "Maldición, ¿qué está planeando Zeus?"

Zeus: "Voy a otorgar su puesto."

Público: "¿Qué? ¿Le va a otorgar un puesto? ¿Cómo es posible?"

Zeus: "Hades, yo, el nuevo Rey del Olimpo..."

Hades: (pensando) "Era de esperarse que él se convirtiera en rey. Ese ha sido su objetivo todo este tiempo."

Zeus: "Te otorgo el reino de las tinieblas, para que te conviertas en el nuevo rey."

Hades: "Espera, el reino de las tinieblas... Según recuerdo, no hay nada allí, solo muertos vagando. Esto va a complicar todo."

Zeus: "Y, por motivos de protección al reino del Olimpo, no se te permitirá el ingreso de nuevo en el Olimpo como medida de seguridad."

Hades: (enfurecido) "¿Qué es esto? ¡Ahora se me prohíbe la entrada! ¡Esto fue tu plan desde el principio! ¿Me estás exiliando del Olimpo? ¡Maldito!"

Zeus: "Guardias, llévenselo a su nuevo reino."

Hades: "¡Espera! Hestia, ¿dile algo?"

Hestia: (con una tristeza contenida) "Lo siento, Hades. Es por el bien de todos."

Hades: "Hera, ¿qué tienes que decir?"

Hera: (con frialdad) "Vete ya."

Hades: (furioso) "¿Cómo pueden traicionarme así? ¡Todos ustedes son unos ingratos! Sin mí, ya estarían muertos en el interior de Cronos. ¡Los hubiera dejado morir!"

Zeus: "Llévenselo ahora."

Hades: "Regresaré y los haré pagar a todos. Solo esperen, voy a volver y asegurarme de que este reino se destruya en polvo. ¡Eso ténganlo por seguro!"

Con esas palabras resonando en la sala, Hades fue arrastrado fuera del salón, su furia y desesperación evidentes.

Continuará.

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