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Capítulo 5: Puñalada
Años después
El interminable viaje por el vacío había consumido tres largos años de sus vidas. Hades observaba a sus hermanos con creciente desesperación; la hambre los había llevado al borde de la locura. La desesperación se reflejaba en sus rostros y el miedo en sus ojos. El peligro inminente no solo era físico, sino también mental, ya que la salud mental de sus hermanos estaba en grave riesgo.
Hades había encontrado una forma de soportar el hambre: su mente estaba ocupada con la necesidad de mantenerse despierto, evitando el sueño que podría hacerle más evidente el sufrimiento. Había pasado un año sin dormir, un sacrificio necesario para mantener a raya la agonía del hambre. Los dioses podían sentir sueño, pero no necesitaban dormir. Así, el insomnio se había convertido en una ventaja, permitiéndole centrarse en otras formas de supervivencia. Cada noche, entrenaba con dagas y cuchillos humanos, perfeccionando su habilidad con las armas mientras intentaba ignorar el hambre constante que lo atormentaba.
La agonía era tan intensa que cada segundo deseaban que su sufrimiento se acabara de una vez. Las dudas sobre el valor de la vida y la necesidad de seguir adelante atormentaban a los hermanos. Hades, sin embargo, se negaba a sucumbir a la desesperación. A pesar de la tormenta interior, se mantenía firme en su resolución de escapar y demostrar a su padre Crono, a su madre, y a los seres que deseaban su muerte que no podrían vencerlo.
Mientras tanto
En una cueva distante, Rea, la madre de los hermanos, estaba ocupada dando leche de cabra a Zeus, su hijo oculto. Rea temía el día en que Crono descubriera que Zeus estaba vivo, así que decidió prepararlo para enfrentarse a su padre en el futuro. Comenzó enseñándole a leer y escribir, los fundamentos básicos que le serían útiles en el enfrentamiento que se avecinaba.
Mientras tanto, en el interior de Crono
Hades sabía que debía calmar a sus hermanos. No podía abandonarlos; eran su familia, y podrían ser útiles en el futuro. Primero debía hacer que resistieran el hambre y evitar que cayeran en la desesperación.
Con una mirada profunda, cargada de odio y sufrimiento, Hades se volvió hacia sus hermanos, que yacían en el suelo, agonizando por el hambre. Sin decir una palabra, se apartó y se alejó, dejándolos en su estado deplorable.
Hestia, débil y en agonía, lo miró con desesperación: "¿Adónde vas, Hades? No nos abandones, por favor." Se desmayó.
Horas después, mientras sus hermanos perdían la esperanza y se rendían ante la desesperación, Hestia comenzó a recuperar la conciencia. Sintió un dolor agudo en su pierna y, al abrir los ojos, vio a Hades frente a ella. Él le había causado una herida con un cuchillo en la pierna, una herida que probablemente dejaría una cicatriz.
Hestia, con voz débil: "Hades, volviste. Te extrañé mucho. Pensé que te habías ido para siempre."
Hades: "Deja de decir tonterías y recupérate."
Hestia: "Lo siento."
El regreso de Hades marcó una diferencia inmediata. Con frialdad, comenzó a infligir heridas similares a cada uno de sus hermanos. Aunque el proceso fue complicado, especialmente con Poseidón, el dolor de las heridas logró sacar a todos de su estado de desesperación. Sus miradas vacías comenzaron a reflejar una mezcla de agonía y resignación.
Hades, con voz dura: "Me decepcionan. Se dejan llevar por sus impulsos y, ante las dificultades, se entregan a la desesperación. Pensaba que eran más fuertes. En vez de lamentarse y agonizar por el hambre, deberían estar buscando soluciones."
Hera: "¿Y qué propones? No ves que no podemos más. Estamos agonizando de hambre y no podemos caminar más."
Deméter: "No somos como tú. Apenas sientes algo."
Hades: "¿Creen que no estoy sufriendo también? Mantenerme cuerdo es una prueba constante. En mi vida, nunca nada ha sido fácil. Mientras ustedes jugaban en un jardín de frutos y regalos, yo entrenaba con una daga, temiendo el día en que alguien dejara de mirarme con miedo y simplemente intentara matarme. He enfrentado intentos de asesinato innumerables, y he sobrevivido a base de cicatrices que yo mismo he tratado."
Deméter: "Pero nosotros no somos como tú. No podemos controlar el hambre. ¿Qué quieres que hagamos? Simplemente no podemos."
Hades: "Al menos intenten algo. No pueden luchar una guerra sin un ejército."
Hestia: "Ayúdanos. ¿Qué debemos hacer para seguir adelante?"
Continuará...
Sigue la novela o Hades podría venir con una daga.
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