llama

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Hades

CAPÍTULO 17: Inframundo

Hades miró a Tiara con una frialdad que hizo que el aire se sintiera más pesado.

Hades: ¿A qué te refieres? —preguntó, con su tono tan cortante como un cuchillo.

Tiara: Hace cien mil años, hubo un gran incendio causado por la Gran Anti Llama.

Hades: ¿La Gran Anti Llama? ¿Qué es eso?

Tiara: La Gran Anti Llama es uno de los fuegos originales. En la creación del fuego, no solo surgió el fuego cálido de rojo intenso, el que quema con calidez, sino también la llama azul, una fuerza mucho más destructiva. Esta llama no quema como la que conocemos; es fría y resplandece con un fuego azul brillante. Pero no dejes que su aparente inofensividad te engañe, —Tiara tembló ligeramente al recordar—, cuando esta llama toca la piel, no sientes nada al principio. Pero en cuestión de segundos, empieza a hacer explotar las células, provocando un dolor insoportable hasta que... mueres. El cuerpo queda reducido a cenizas.

Hades: ¿Es tan poderosa? —Hades parecía intrigado, aunque su rostro permanecía imperturbable.

Tiara: Eso no es todo. Cuando la Gran Anti Llama fue creada, sus creadores se dieron cuenta de su peligrosidad. Se propagaba con una rapidez aterradora y apagarla era casi imposible. El agua no tenía ningún efecto sobre ella. Por eso, fue sellada en una cámara oculta, destinada a ser olvidada por el mundo. Pero, hace cien mil años, esa llama fue descubierta durante una exploración y, misteriosamente, desapareció.

Los ojos de Hades se estrecharon con un brillo calculador. Interesante... pensó, pero dejó que Tiara continuara.

Tiara: En ese tiempo, el reino de las hadas era una potencia. Éramos prósperos y poderosos. Pero un día, la Anti Llama se desató en nuestro reino y lo arrasó todo a su paso. Solo unos pocos sobrevivimos, y desde entonces, nuestro reino quedó reducido a cenizas. Aunque aún tenemos algo de influencia, sufrimos escasez de agua, y debemos importarla de otros reinos. Ahora, somos nosotros quienes custodiamos la llama, asegurándonos de que nunca vuelva a causar tal destrucción.

Hades: Así que todo eso sucedió... —su tono era más una afirmación que una pregunta, mientras sus pensamientos ya estaban ocupados en cómo podría usar esa información a su favor.

Tiara: Ahora, ¿me puedes dar algo de comer, por favor?

Hades: Por supuesto. Hay unas semillas que Cerbero descubrió, que quitan el hambre. Cerbero las come siempre.

Tiara: ¿Y son seguras?

Hades: Yo no como, pero si funcionan para Cerbero, deberían funcionar para ti también.

Tiara: Bueno... es mejor que nada.

Hades dio unas palmadas en el lomo de Cerbero, que captó la señal y comenzó a avanzar a gran velocidad. La oscuridad del inframundo se movía rápidamente a su alrededor, hasta que finalmente llegaron a una zona cubierta de plantas grandes y negras.

Hades: Como dije, aquí están los frutos. Si los comes, te saciarás y tu hambre desaparecerá.

Tiara, confiando en las palabras de Hades, tomó una semilla de una de las plantas y se la comió. En cuestión de segundos, sintió cómo su estómago se llenaba.

Tiara: ¡Es increíble! En serio, te quita el hambre.

Hades: Tal y como te dije, solo que... hay un pequeño problema con esta planta.

Tiara: ¿Problema? ¿Qué problema?

Hades: Creo que Cerbero se equivocó de lugar y nos llevó hacia una planta diferente.

Tiara: ¿Una planta diferente? ¿Qué quieres decir con eso?

Hades: No es nada importante. Solo que esta planta tiene algunos... efectos secundarios.

Tiara: ¿Efectos secundarios? ¿Cómo?

Hades sonrió, pero era una sonrisa vacía, fría como el hielo.

Hades: Primero, todo tu cuerpo se saciará de comida. Luego, comenzarás a temblar incontrolablemente. Después, te quedarás paralizada y no podrás moverte. Y finalmente... morirás.

Tiara: ¿Morir? ¡No quiero morir! ¿Por qué no me dijiste nada? ¡Ayúdame, por favor! —la desesperación en su voz era palpable, pero Hades ya no la escuchaba.

Hades: Lamentablemente, es tarde. En media hora estarás muerta. —Montó sobre Cerbero y se preparó para marcharse—. Vámonos, Cerbero.

Tiara: ¡No, espera! ¡Por favor! —suplicó, pero sus palabras fueron tragadas por la oscuridad mientras Hades se alejaba, dejando al hada atrás.

Hades: Bien hecho, Cerbero. Captaste el mensaje cuando te di dos palmadas. Sabías exactamente a dónde debíamos ir. Eres el mejor. Si quiero vengarme, no puedo ser suave con nadie, ni confiar en nadie.

Mientras avanzaban, Hades no podía dejar de pensar en la Anti Llama.

Hades: Esa Anti Llama... es tan poderosa. Si pudiera obtenerla, sería magnífico. Pero, ¿cómo puedo conseguirla? —Se quedó en silencio por un momento, sus pensamientos girando en torno a un plan—. Espera... ya sé lo que haré.

Finalmente, llegaron a un claro oscuro y desolado. Hades se bajó de Cerbero, observando el entorno.

Hades: Primero, necesito transformar este lugar en un verdadero reino. Y para eso, necesita un nombre adecuado. —Miró a su alrededor, y una idea surgió en su mente—. Cerbero, ¿qué te parece el nombre "INFRAMUNDO"? —El monstruo respondió con un gruñido profundo, como si aprobara la elección—. Decidido. Desde ahora, este lugar será conocido como el Inframundo.

Cerbero llevó a Hades hasta las puertas de lo que ahora era su reino. Hades bajó, encontró un trozo de madera y lo colocó en la entrada. Con las garras de Cerbero, grabó la palabra "INFRAMUNDO" en ella.

Hades: Cerbero, espérame aquí. No dejes que nadie pase hasta que regrese. ¿Entendido?

Cerbero asintió, mientras Hades se giraba, listo para llevar a cabo su próximo plan.

Continuará...

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