Capítulo 18

Elisa llega a casa de Hori y toca a la puerta, le recibe Nani quien se sorprende y está gustosa de verla.

— ¡Elisa!, qué alegría verte aquí — le da un abrazo en forma de saludo — hace mucho que no te veía, pensé que estabas muy ocupada como para pasar a visitarnos.

— Hola Nani, disculpa por no venir, es solo que he estado ocupada

— Por favor entra, ven a tomar un jugo de frutas conmigo

Ambas ingresan y charlan en la cocina. Nani le preguntaba a Elisa como ha sido su vida en este último mes, además de contar algunos chismes.

— Me encanta tu casa Nani — decía Elisa mientras meditaba mirando la gran cocina — es amplia, acogedora y tiene lindos decorados. Se nota que fue conseguida por el trabajo de años.

— No te negaré que atender el restaurante es agotador, además de exigente y gasta todo nuestro tiempo — Nani se sienta en una silla alta en la barra de la cocina y le entrega un jugo recién preparado a Elisa — partimos con un pequeño restaurante de comida para llevar de pescados fritos en palitos. Luego nos ampliamos y ahora tenemos cocineras, garzones y un barman que trabaja con nosotros.

— Eso es impresionante, han trabajado duro para conseguirlo.

— Es verdad, tener un local como este demanda mucho tiempo y en ocasiones me gustaría descansar — da un suspiro — pero bueno, los muchachos ya pronto dejarán de estudiar y ambos tienen proyectos. Kauri quiere ser chef y administrar el restaurante.

— ¿Y Hori?

— Él quiere administrar unos terrenos que tenemos al lado de la playa que compramos hace mucho tiempo. Tiene la ilusión de crear un centro vacacional, con cabañas, piscinas y juego para niños — Nani comienza a reír al pensar en algo — no me sorprendería que quiera incursionar en temas hoteleros, pero bueno, el es inteligente, por eso está ahorrando para iniciar su proyecto.

Elisa se sentía orgullosa de los sueños de Hori, pero a la vez estaba apenada. Sentía que ella fue un torbellino que enredó todos esos proyectos.

— Nani, ¿tu deseas que Hori y Kauri estudien en la universidad?

— Claro que sí, pero ambos no quieren dejar la isla. Me preocupa Hori. Ya este es su último año y aun se resiste a ir a estudiar en el continente, piensa que con estudiar algo por Internet será suficiente y dedicarse de lleno al proyecto del que te hablé. Pero podría estudiar economía o administración, tal vez aprender otro idioma, abrir su mente a otras cosas que no solo sean la realidad que ve en esta isla.

Elisa da un suspiro al escuchar esto y saca nuevamente una nota roja para entregárselo a Nani. Esta la mira sorprendida y la toma para ver las citaciones que tiene.

— Nani, la verdad de las cosas, es que no vine por una visita social. Hori está bajando su rendimiento académico, en especial en ciencias. Su último examen lo entregó en blanco y necesita reforzamiento, le di esa nota para que fuera a verme, pero no se presentó

— No sabía nada — aseguraba preocupada Nani

— No quería dar la notificación de que no se presentó a la cita de nivelación, para que no tenga problemas, puesto que entiendo que estar un viernes en la tarde en la escuela es solo para los estudiantes que corren el riesgo de reprobar y más si estamos comenzando el año académico. Esto debe ser humillante.

— Te agradezco esta preocupación y consideración que has tenido con Hori. Pero eso no justifica ese comportamiento — Nani se levanta de la silla y camina hacia la puerta para llamar a su marido — Felipe ¿puedes venir un momento?

Felipe llega sonriendo como de costumbre, puesto que era un tipo bonachón, al ver a Elisa la saluda de manera afectuosa.

— Amor. Elisa ha venido porque Hori está bajando sus notas, específicamente ciencias, de seguir así puede reprobar — miraba preocupada a su marido — Tú que hablas más con los muchachos, ¿te a contado algo?

— No, nada que pueda ser importante para bajar sus notas. Se enfadó con uno de sus amigos y terminó con una novia, pero de eso ya ha pasado tiempo.

— Sería conveniente de que vuelvas a hablar con él — comentaba Nani buscando su teléfono celular para llamarlo — Le diré que regrese a casa, debe de estar con sus amigos en la playa

Cuando Nani está con el teléfono esperando que le conteste, Elisa le pregunta a Felipe.

— ¿No cree que el romper con su novia fue lo que esté afectado su rendimiento académico?

— No, él ya ha tenido otras novias y nunca ha actuado como idiota por terminar con ellas.

— No me responde — corta el teléfono malhumorada Nani — pero ya me escuchará, el castigo que le daré será tremendo, te lo puedo asegurar

— Ay Nani, no hagas eso — interviene Elisa — se enojará conmigo si toman represalias. Solo quería decirles que puedo venir los viernes en la tarde después de las clases a darle nivelación, para no estar en la escuela y que esto le avergüence.

— No te imaginas cuanto te lo agradeceríamos — responde Felipe

— Si Elisa. Realmente eres muy amable por preocuparte hasta de esas cosas — comentaba Nani — cuando llegue Hori le diré que te llamé y te pida disculpas.

— No es necesario — Elisa se levanta de la silla — ya me marchó. Espero que puedan hablar con él, además que también me gustaría ayudarles a orientarlo para que estudie algo que le ayude a cumplir su proyecto.

Diciendo esto, Nani le abraza para despedirse y le da un beso en la mejilla de real gratitud. Luego se despide de Felipe y este también le asegura que hablará con su hijo y que están en deuda con ella.

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