Capítulo 11

Elisa acudió a trabajar esa mañana y aunque trataba de reprimir el impulso de encontrarse con Hori, la realidad es que quería verlo y lo buscaba por los pasillos y patios en la hora del receso, pero no lo encontraba por ninguna parte y una nueva hora de clases con el curso en el que estaba él, sería hasta el jueves.

En el último receso lo ve, estaba charlando con un grupo de amigos bajo un árbol. No tenía intención de acercarse, solo quería verlo y es que, para ella, esta ruptura en su relación le fue más difícil de lo que esperaba.

— Señorita Elisa, le estaba buscando — se le acerca el director.

— Dígame. ¿A pasado algo?

— Bueno, como usted es una maestra joven, quería saber si puede impartir el taller de orientación a las estudiantes.

— Claro que sí, eso me gustaría — Elisa estaba feliz con esa propuesta, ya que era algo que estaba esperando y recordaba lo bien que lo pasaba en aquellos talleres cuando estaba en la secundaria, además que ahí fue en donde creo tan buenos lazos de amistad con las que ahora son sus amigas.

— Me alegra que pueda contar con usted. Es para las estudiantes de tercero y cuarto año, le daré los horarios para que partan la próxima semana.

— Si señor Matahi

— También sería conveniente que cree usted un taller de ciencias. Para ayudar a los jóvenes que quieran estudiar algo relacionado en esa área

Elisa seguía charlando con el director, cuando vuelve a mirar en donde se encontraba Hori, este ya la había notado y sus miradas se cruzaron, así que Elisa termina la conversación con el director, para salir de ahí.

Ya el día había concluido y Elisa ya había llegado a su casa. Estaba colocando la llave en el seguro, cuando alguien le habla

— Maestra...

Elisa se da la vuelta para ver que Hori estaba tras de ella. Nuevamente sus emociones saltaron al verlo. Él tenía un semblante tranquilo pero serio.

— Hori ¿Qué pasa?

— Quería hablar con usted ¿Me invita a pasar?

Elisa no sabía si eso era una buena idea, puesto que aún estaba débil y reaccionaba con un torbellino de emociones al estar cerca de él.

— Es mejor que no — respondía Elisa de manera cortés y simpática — si quieres hablar conmigo, es mejor que me busques en la escuela

— Pero necesito hablar con usted ahora — insistía Hori que no ocultaba cual era el motivo de su visita — al menos que quiera que hablemos de ello aquí afuera.

— Es que yo ya no tengo nada más que hablar contigo

Diciendo esto, Elisa abre la puerta para ingresar y cerrar, pero Hori fue más rápido y como si adivinara lo que quería hacer, la empuja al interior ingresando con ella y cerrando la puerta tras de sí. Antes de que Elisa pudiera reaccionar, estaba acorralada entre la pared de su living y los brazos de Hori que le cortaban el paso obligándola a mirarlo.

— No hagas eso. Pensé que ya habías entendido — alegaba Elisa con el corazón agitado por estar nuevamente cerca de él.

— Esperaba que fueras tú la que recapacitaría ¿Cómo esperas que estés lejos de ti?... lo que teníamos era bueno.

— No sigas con eso Hori, solo te lastimaras

— ¿Ya dejaste de sentir cosas por mi tan rápido?... eso no lo creo

Luego de decir esto, Hori rápidamente la besa en los labios y pegaba su cuerpo al de ella sin mover sus brazos de la pared. Era difícil resistirse y Elisa volvía a besarlo con ansías, pero ya sabía que debía ser fuerte y lo trata de apartar, pero él se resistía, así que gira su cabeza para cortar el beso y sentir como él respiraba agitado con sus labios pegados a su oreja.

— Dices que eres maduro, pero esto me demuestra que solo eres un chiquillo— Elisa había cerrado sus ojos para controlar su sentir

— Y tú dice que quieres cortar esto, pero sigues deseándome — susurraba Hori al oído de ella — Yo te quiero

— Eso es mentira, tu no me quieres. Si realmente me quisieras, entenderías mi situación y en el peligro que me colocas de seguir con esto

— Pero quiero estar contigo, no quiero pasar mis días sin verte, tan solo intentémoslo, seamos amantes en secreto. Te aseguro que no pasará nada y solo será hasta que cumpla mis 18

Elisa lo aparta con fuerza y lo mira enojada, esto sobresalta a Hori

— Eres egoísta — le reprochaba amenazante — trate de ser gentil y decírtelo con buenas palabras porqué de verdad creía que eras un hombre maduro. Pero ya veo que solo eres un chiquillo que no comprende las cosas de la vida y las reglas de la sociedad en la que vivimos

— Si lo entiendo, pero también se necesita valor y madurez para afrontar estos problemas...

— ¡YA! Me cansaste — Elisa se suelta de manera agresiva — tendré que tratarte y hablarte como a un niño, porqué esa es la forma en la que debes de entender. Quiero que me dejes, ya no vengas a mi casa y no me sigas, porque no quiero estar con un adolescente y menos con uno que por cumplir sus caprichos no le importa colocarme en problemas...

— No son caprichos — se justificaba, pero ya Elisa lo estaba empujando para que salga, pero se resistía a salir y esta comienza a jalarlo del brazo.

— Que te vayas, esta es la última oportunidad que te doy — trataba de abrir la puerta, pero Hori la detenía — si continuas con esto, llamaré a tus padres y le contaré lo que estás haciendo

— ¿Acaso le dirás que eras mi novia?

— Así es. Porqué yo no he hecho nada malo, fui engañada y ahora me estas acosando ¿Que decides?

Hori dejó de forcejear y quedó pensativo. Este fue la oportunidad de Elisa para abrir la puerta y sacarlo de la casa sin que él pudiera reaccionar por la rapidez del acto.

— No volveré a hablar de esto — Hori le decía antes de que ella cierre la puerta — Pero al menos déjame estar cerca tuyo como un amigo

— No Hori, vete.

Elisa cierra la puerta dejando al chico que le gustaba fuera. Realmente era difícil decirle que no y la insistencia de él no ayudaba a mejorar la situación.

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