Capítulo 15

Era lunes y Elisa debía acudir a dar clases al salón de Hori. A pesar de que sabía que lo mejor era guardar distancia, la verdad es que lo extrañaba y quería verlo, pero sus ilusiones decaen al no encontrarlo en la clase. Mira el libro de asistencia y descubre que si fue a la escuela ese día, pero se saltó su asignatura... definitivamente él no deseaba verla.

Durante las tardes se iniciaron los talleres y Elisa daría el de orientación a las chicas, es así que conoció a los distintos grupos y Elisa quería que fuera armonioso para las adolescentes, así que le había pedido a las chicas que traigan mantas para sentarse en el piso y hablar de algún tema en específico que Elisa preparaba y era la base para que las chicas saquen a relucir inquietudes. Los primeros talleres fueron un éxito, las jóvenes le tenían confianza y para todas fue una buena experiencia. Elisa se sentía feliz y esperaba ser una buena guía.

A la salida de un día miércoles, fue a la playa en compañía de Nori, quien impartía la asignatura de artes y estaba divorciada recientemente, y Mateo, quien le estaba dando consejos sobre los talleres de orientación, ya que el impartía a los varones, puesto que el director Matahi prefería que los profesores jóvenes fueran orientadores, pues creía que tendrían más sintonía con los adolescentes, al compartir muchas más cosas de tipo generacional.

Así avanzó la semana y ya era jueves, donde nuevamente Elisa tendría clases con el grupo de Hori, pero nuevamente él no se encontraba en el salón. Así que, sin aguantarlo más, decide buscarlo con intención de averiguar cuál era el problema de porque no asistió a sus clases esa semana, de esta manera verlo y saber si quizás era porque le odiaba.

Durante la tarde después del almuerzo, averigua en qué taller se encontraba Hori y se dirige al salón de computación, pide permiso al profesor para que él pueda salir un momento y este obedientemente sale del lugar acompañando a Elisa que lo lleva a una sala vacía. Él se sienta en una de las sillas y Elisa se acerca llevando otra para sentarse cerca de él y charlar.

— Hori, ¿qué pasa? Te estas saltando la clase de ciencias — decía Elisa notoriamente angustiada

— No me pasa nada. Las ciencias me aburren — responde Hori seco sin mirarla.

— Pero tienes que acudir a clases, ya que puedes reprobar la asignatura — Elisa da un suspiro

— Y eso ¿Acaso le importa "maestra"? — ocupa un tono sarcástico.

— Claro que me importa Hori, tú me importas — Elisa no lo aguantaba más y toma de su mano para que este le mire, ya que le dolía que sea frío con ella — quiero que tengas éxito y no deseo que por mi culpa fracases

Hori se suelta del agarre de Elisa y le mira con amargura ya sin contenerse.

— Es que ya no puedo verte... me lastima

— Sé que estas molesto conmigo. Pero que esto no afecte tu rendimiento académico

— Tú no lo entiendes... estoy enamorado de ti

Elisa no esperaba que Hori le hablara de amor. Que le diga eso le hacía más difícil resistirse al sentimiento y es que ella también entendía que estaba enamorada de Hori hace ya bastante tiempo, pero no quería admitirlo por pensar que su relación aún era muy reciente como para tener sentimientos tan potentes.

— Hori, el amor es distinto al enamoramiento...

— Y ahora me dirás que ¿eres tan madura y experimentada que sabes mejor que yo lo que siento? — refuta molesto Hori y mirando a Elisa con reproche — deja de actuar como la buena maestra conmigo, ya que hablas como si tuvieras mucha experiencia, pero la verdad de las cosas, es que solo eres 6 años mayor que yo y dudo que la vida te halla enseñado mucho sobre esto.

Él se levanta del asiento para salir de ahí, pero Elisa toma su mano nuevamente para evitar que se marche y lo mira afligida.

— Hori, te aseguro que volveremos a hablar de nosotros como pareja cuando salgas de la escuela y cumplas mayoría de edad

— ¿Por qué debería de creer en eso?

— Porqué te quiero y eres importante para mí. Pero ya sabes que no puedo ofrecerte una relación sentimental mientras estés en la escuela.

— Y ¿yo debo conformarme con eso? — nuevamente Hori aparta la mano — Lo lamento, pero no puedo aceptar eso si sales con el maestro de matemáticas. Quizás solo querías cortar conmigo porqué te interesaba alguien más.

— Eso no es verdad Hori. Él es mi amigo, solo eso

— Claro, un "amigo" — Hori estaba notoriamente celoso — para el cual te arreglas para salir un sábado por la noche a quizás donde y le reías de manera coqueta. Lo sé, porqué te vi.

— Pero no es lo que piensas, él realmente es mi amigo y no tengo otras intenciones, te lo aseguro

— Lo que digas, ya no necesitas justificar nada, puesto que no tenemos nada, seré yo el que saque mis propias conclusiones.

— Hori, créeme — Elisa estaba asustada, ya que era la primera vez que veía a Hori realmente molesto por algo.

— No se preocupe, asistiré a sus clases si eso es lo que le preocupa tanto. Pero ya no me llame a estas reuniones privadas, no querrá que la vean cerca de mí.

Diciendo esto último Hori sale de la sala, dejando a Elisa muy angustiada, ya que estaba herido y tenía razón de estarlo, pero ella no podía consolarlo y eso hacía que fuera todo más difícil, puesto que también deseaba estar a su lado.

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