Por la mañana de ese sábado, Mateo pasa por Elisa a su casa para acudir a la reunión con sus colegas en una casa que estaba a orillas de un risco y tenía una vista espectacular del mar. Durante el trayecto, Mateo y Elisa hablaron animadamente y bromeaba cada tanto, ya que el camino era largo, puesto que la isla tenía amplios campos y dos ciudades, pero la más grande y en donde llegaba la mayor cantidad de turistas era en la que se encontraba Elisa.
El almuerzo fue animado, los maestros habían llevado a sus familias para pasar esa tarde ahí, los únicos solteros, era el par de maestros jóvenes. A Elisa la invitaron a pasar la tarde en distintos lugares, pero Mateo fue el primero en pedirle una cita desde hace tiempo y era justo que saliera con él primero.
— ¿Quieres ir a comer o beber? — preguntaba Mateo ya conduciendo de regreso.
— Las dos — Elisa reía, estaba de buen humor y por momentos se olvidaba de lo que ocurrió ayer con Hori
— ¿bailar?
— Prefiero charlar con unas copas. No tengo buena condición física para bailar muchos temas seguidos, además que no lo hago muy bien.
— Entonces, deberíamos salir a nadar después de las clases, como lo hacen nuestros estudiantes, por eso todos tienen buena condición física
— ¿Sales a nadar con los estudiantes? — preguntaba Elisa divertida
— Ocasionalmente. Te darás cuenta que el lugar de reunión de los muchachos es la playa... en realidad de todos los que vivimos aquí
— Entonces también me gustaría salir a la playa a nadar — sonreía Elisa
— Me alegra escucharlo, fue en la playa donde conocí a más personas de la isla y creé algunas amistades, te las presentaré cuando les veamos
— Entonces, es un trato — ya habían llegado a casa y Elisa baja del automóvil de Mateo — Gracias por venir a dejarme
— Vendré por ti a las 8 de la tarde, iremos a un lugar que estoy seguro te gustará
— Claro que si — Elisa se despide de Mateo y ve como éste se marcha antes de entrar a su casa.
.........
Hori estaba con la computadora mirando unos videos graciosos para matar el tiempo y que le ayuden a distraerse, pero no podía dejar de pensar en Elisa, la extrañaba y estaba arrepentido de decirle que esto había terminado, ya que no sé resignada a dejar que todo acabase así. Ya estaba atardeciendo, quería visitarla en su casa y estaba seguro que ella lo dejaría pasar, ya que sentía su cariño y como se lo transmitía a través de su mirada a pesar de que dijera lo contrario.
Sale de casa y llega prácticamente corriendo a la calle donde estaba la vivienda de Elisa, al doblar a la esquina se detiene, puesto que estaba un automóvil estacionado afuera y ve que el maestro Mateo tocaba a su puerta y Elisa salía con un traje de noche, le saluda y ambos suben al vehículo para marcharse. Hori por primera vez se sentía tan tonto, ya que él aún guardaba esperanzas, pero en cambio Elisa había cortado la relación porque estaba interesada en alguien mayor, no en un niño como ella siempre se lo decía. Solo podía concluir que ella no lo quería y quizás nunca lo hizo, pero él fue el único que salió lastimado de todo esto.
Los Matus ya habían regresado luego de cerrar el restaurante y como era costumbre, Felipe va a ver a sus hijos en las habitaciones para darle las buenas noches. Se despide de Kauri quien estaba jugando en línea con unos amigos y le advierte que no se fuera a dormir tan tarde. Luego se dirige a la habitación de Hori, pero nota que la habitación estaba a oscuras y la silueta de su hijo recostado sobre la cama. Eso era muy extraño, ya que por lo general sus hijos eran noctámbulos los sábados por la noche, puesto que despertaban tarde el domingo. Se acerca para verle y asegurarse que estaba durmiendo, pero este respiraba agitado.
— Hori ¿te encuentras bien? — preguntaba su padre.
— Si papá, buenas noches — responde Hori de forma ronca, que denotaba que la voz estaba congestionada
— ¿Qué tienes? ¿estás llorando? — Felipe frota el brazo de su hijo que le estaba dando la espalda
— No papá
Sin creerle, enciende la luz de la lámpara que se encontraba en la mesita de noche y regresa a él, le toma por los hombros y lo gira para ver que tenía los ojos hinchado por haber llorado y una expresión triste.
— Hey, ¿qué tienes? — se lo dice de manera cariñosa y le acariciaba el brazo — sabes que puedes contarme lo que te pasa, ya sabes que somos amigos.
Hori asentía con la cabeza, pero no quería hablar de ello.
— ¿es la escuela? ¿una chica? — insistía su padre — si me cuentas te ayudará a desahogarte, quizás pueda ayudarte
Hori se sienta en la cama y pensaba que quizás si era bueno usar a su padre como paño de lágrimas
— Terminé con mi novia
— A si, la novia que nunca me dijiste quien era. ¿Me dirás ahora?
— Ya da lo mismo quién era, ya no está conmigo. Me dejó porque creo que quiere a otro — Hori presiona los puños en señal de frustración y apretado los dientes para hablar — ¡No es justo!... yo no hice nada malo y ella me dejó
— Es que quizás no era la chica para ti, pero eso te ayudará a descubrir quién es la indicada con estas experiencias
— Pero yo le quiero... no es justo, nuestra relación era buena, ella me hacía sentir bien y todo terminó por... ¡Ah!... No es justo
— ¿Que no es justo?
— No te lo puedo decir, es... "complicado" — Hori baja la cabeza, ya que no podía decirle a su padre que estaba saliendo con una mujer mayor y tampoco podía delatar a Elisa — Solo pienso en formar de regresar con ella, pero todo lo que hago no sirve, ella solo me aparta y dice que no quiere estar conmigo
— Lo mejor sería dejarla. A las mujeres le gusta que les rueguen, eso le hace sentirse querida e importantes, mientras nosotros nos sentimos como unos imbéciles
— Pero me es difícil aceptarlo
— Hori, tú no eres un chico feo. No te lo digo porque sea tu padre, pero es la verdad. Demuéstrale indiferencia y aléjate de esa chica, si ella te quiere, te buscará. Pero de no ser así, es lo mejor para que tú también no te sigas aferrando a algo que ya no existe y te des el valor que mereces
Su padre tenía razón en lo que le decía. Ya él lo sabía, pero le era tan difícil cortar eso, Elisa había entrado muy profundo en sus pensamientos desde que la conoció, pero no podía forzar que le quisiera, pero ahora odiaba que en tan poco tiempo ya estuviera saliendo con otro.
— Tienes razón papá... ya no le seguiré.
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Comments
Maigualida Ramirez
la situación es complicada el relacionarse con un estudiante pues ella no lo sabía
2024-09-09
1
Norvis Padrino
Soy Educadora y estoy totalmente de acuerdo con los comentarios ,no es tanto por la edad sino que ella es una empleada del Ministerio de Educación ,no está permitido las relaciones entre profesores y estudiantes y menos siendo menor de edad ,puede ser destituida de su cargo y acusada de acoso sexual a un estudiante .Eso es delicado.
Hori nunca debió mentirle a Elisa
2022-07-16
7
Maria Fuenmayor
Por ser menor de edad y ser su alumno es que ella no ha seguido con él. Podrían hasta quitarle el título de educadora y no permitirle seguir ejerciendo.
2022-07-06
1