Capítulo 5

Hori sale de su casa para reunirse con Elisa en el muelle de embarque esa mañana. Ese día irían a una de las islas cercanas que tenía un gran parque acuático, puesto que ya solo faltaban dos días para que comenzaran las clases y Elisa ya no tendría tanto tiempo como hasta ese momento para realizar todas las actividades que ofrecía esa gran isla.

Mientras Hori estaba esperando a su novia, ve que su hermano lo estaba mirando desde la distancia detrás de un grupo de turistas, que cuando se da cuenta que es descubierto se vuelve a esconder. Hori se dirige hacia él molesto y lo saca de ahí.

— ¿Por qué estás siguiéndome?

— Yo no te sigo, solo vine a dar un paseo

— Que conveniente sitio para dar un paseo

— Es verdad

— ¿Y por qué te escondes?

— Para que no creas que vine aquí a espiarte y a conocer quien es tu novia

— ¿Tan solo por eso estás aquí?

— Ay, déjame verla ¿si?... al menos que sea Meli, si regresaste con ella entonces me voy en dos segundos.

— Te vas en dos segundos ahora – lo toma por el brazo y comienza a empujarlo

— No seas malo, no le diré a los papas

— Que no, si no te vas ahora te golpearé

— Hori... ¿Qué pasa?

Hori queda estupefacto cuando escucha tras de su espalda a Elisa, quería sacar a Kauri antes de que este la vea.

— Hola, soy Kauri... el hermano de Hori. ¿eres su novia?

— Hola Kauri. Sí, soy su novia... me llamo Elisa

— Hem... ¿nos vamos? – dice Hori a Elisa

— Si

— Vayan ustedes -dice Kauri- no quería interrumpirlos... es que he estado muy aburrido estas vacaciones antes de que partan las clases, aquí... solito... sin que nadie me saque a dar un paseo, como un pequeño perrito abandonado –trata de llegar a la lastima de Elisa

— Acompáñanos, me gustaría conocer a un familiar de Hori – dice Elisa sonriente

— ¡Genial! Elisa ya me caes muy bien – dice Kauri dándole un abrazo a Elisa y una sonrisa burlona a su hermano.

Mientras viajaban en el ferry Kauri charlaba con Elisa.

— ¿Eres una turista? No recuerdo haberte visto por aquí – dice Kauri

— No, pero estoy recién llegada. Soy la nueva profesora de ciencias

— ¿Vas a dar Clases en la escuela Manutara?

— Así es, ¿vas a esa escuela?

— Claro que sí, todos vamos ahí, es la única que hay

— Es muy grande, ya la vi... ¿quiere decir que serás mi alumno?

Antes de que Kauri pueda responder, siente que su hermano le da una patada sin mirarlo, eso quería decir que tuviera cuidado con esa chica en decir algo que él probablemente estaba ocultando, pero no sabía que era.

— Ah, sí... seré tu estudiante – comienza a reír nervioso por la mirada asesina de su hermano – voy por un refresco

— Pero ya llegaremos al parque acuático

— Si, pero tengo sed ahora – sale apresuradamente dejando a su hermano.

Mientras lo ven correr a la tienda dentro del ferry, Hori toma por la mano a Elisa y le da un tirón para que se acerque a él y poder besarla sosteniéndola por la cintura y ella colgándose de su cuello. Nuevamente esos besos húmedos y cálidos estremecen la piel de ambos, separándose para buscar sus miradas que les deba deliciosas cosquillas y les llenaba el pecho de emociones.

— Tu hermanito es muy adorable ¿Cuánto tiene?

— 15 años... es un enano, me siguió para conocerte

— ¿Le hablaste de mí?

— Lo sacaron en conclusión mi familia, son muy curiosos

— Esos es muy tierno de parte de ellos, quiere decir que se preocupan de ti

— Demasiado para mi gusto

— Al menos que quieras dejarme en secreto – lanza una risita que Hori adoraba

— Tonta por supuesto que no, les diría a todos que eres mi novia, solo quiero que pase un poco más de tiempo para presentarte formalmente – Vuelve a besarla, mientras ve que su hermano lo mira desde la distancia sin atreverse a acercarse.

Fueron a los distintos toboganes de agua y piscina con olas, pero Elisa notaba molesto a Hori por la presencia de su hermano pequeño y lo reflejaba la incomodidad de Kauri.

Ya por la tarde van a los patios de comida para almorzar algo antes de seguir jugando en las piscinas

— Quédense aquí, yo traeré las cosas – dice Elisa sonriendo a los varones que estaban en la mesa

— Yo voy contigo – dice Hori alejándose con Elisa

— Hori, quédate... habla con tu hermano, al pobre lo he visto muy desanimado y tú no has sido precisamente agradable con él – se lo dice susurrándole

— Porque se suponía que saldríamos solo, no quería traer a la guardería y este enano se nos ha colado

— A mí no me molesta, ya sabes que amo a los adolescentes, además que tu hermano es muy agradable y tierno

— Créeme que es todo menos tierno... sólo lo hace para congraciarse contigo

— Aun así, quédate y solucionen sus problemas... no quiero verlos con cara larga – le da un corto beso en los labios y va a comprar los almuerzos

Elisa mientras estaba esperando su pedido, ve como Hori y Kauri estaban hablando en la mesa de manera calmada, le alegraba que se llevaran bien.

Mientras tanto Hori le decía a Kauri todo lo que debía saber y lo que no debía decirle a su novia. Kauri lo escuchaba atentamente y trataba de aconsejarle.

— No durará – dice Kauri

— No me digas eso, estoy seguro que si

— Claro que no, deberías decirle... cuando lo sepa te matará, es mejor que se entre por ti a que se dé cuenta sola.

— No sé cómo decirle. Las cosas pasaron tan deprisa y sin darme cuenta ya éramos novios.

— Bueno estas en problemas, eso es seguro.

Ambos guardan silencio cuando ven llegar Elisa con tres hamburguesas y gaseosas.

.........

Ya se estaba terminando el día, Hori y Elisa hablan a solas en el ferry de regreso, puesto que Kauri los dejó a solas.

— Te veo pensativo, ¿pasó algo con tu hermano?

— No, nada de eso... es solo que falta tan poco para que entres a trabajar

— Ya sé porque estás preocupado. Si yo trabajo en las mañanas y tú durante las noches, prácticamente no nos podremos ver

— Si, pero siempre tendremos tiempo para estar juntos – Hori la mantiene abrazada por la espalda y besaba su cabeza mientras ambos miraban el paisaje marino

— ¿Mañana vendrás a mi casa?

— Claro que si

Hori y Kauri dejaron en su casa a Elisa, luego se marcharon al restaurante

— ¿Qué vas a hacer? – pregunta Kauri

— No lo sé

— Se nota que te quiere, creo que te entenderá... al final no es algo grave

— Aun así, tengo miedo, pienso que cuando se entere me terminará

— Dile eso, que te gusta tanto que pensabas que si se lo confesabas no lo entendería, pero que no quieres tener secretos con ella

— Hem... si, pero si es así, prefiero que lo descubra sola. Si realmente me quiere, comprenderá porqué no se lo dije antes

— Bueno, eso ya es asunto tuyo, pero si fuera yo se lo diría.

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