Capítulo 10

Elisa ingresa a la casa con Hori tras ella y apenas se cierra la puerta, ella lanza toda la amargura que tenía

— ¿Cómo pudiste engañarme así?¿para ti era un juego?

— Claro que no — respondía Hori angustiado— nunca quise engañarte. Yo pensaba que sabías me edad desde antes. Cuando dijiste que no podías cruzar la línea con un estudiante, me asusté, sabias que cortarías conmigo si te enterabas que tenía 17.

— Y si era así, ¿para qué seguías manteniendo la mentira? — lanza Elisa muy enojada — ¿era para que siguiera subiendo la temperatura entre nosotros?... ¿para luego contárselo a tus amigos?

Lo que decía Elisa ofendió a Hori y responde molesto y casi sin pensar.

— Yo no soy un virgen ¿Sabes?, si es que estas insinuando que solo estaba contigo para buscar llevarte a la cama, como si fuera para tener una nueva experiencia. Además, debo recordarte que fuiste tú la que me invito a la habitación.

Elisa cubre su cara por la vergüenza al recordar lo que ocurrió ayer.

— ¡Oh Dios! — exclama Elisa afligida — por poco comentó estupro

— Pero que estupideces estas diciendo

— Cuando eres mayor de edad, no solo es para comprar cigarrillos y licor en un market, adquieres también una responsabilidad legal.

— Pero yo nunca diría nada

—Pero salimos por casi un mes como pareja, tus conocidos o compañeros pudieron vernos. Solo una denuncia y estaría en problemas ¿No pensaste en ello?

— Pero nadie nos vio — continuaba Hori, que veía a Elisa notoriamente afectada — fui cuidadoso en llevarte a lugares turísticos que no acuden habitualmente los que vivimos aquí

— Aun así, yo no quiero tener problemas. Estoy recién iniciando una vida aquí, no puedo cometer errores y aunque te duela, este es un error muy grande.

— No hagas eso, no cortes nuestra relación por algo como esto — Hori estaba triste y su rostro lo demostraba por la mueca de pena que curvaron sus labios— lo único que me falta es tiempo para ser mayor de edad. Podríamos tener nuestro noviazgo en secreto, seré respetuoso con eso, nadie nunca se dará cuenta...

— No Hori, eso no pasará. No puedo y no quiero estar con un menor de edad...

— Entonces, ¿era mentira que me querías?

— Esto va más allá de si te quiero o no

— Pero dijimos que trataríamos de superar nuestras diferencias

— Que no Hori, no seré tu novia, no quiero esta responsabilidad y preocupación... — se le quiebra la voz

Ya Elisa no lo aguantaba más y rompe en llanto que cubría con sus manos. Ese chico que estaba ahí había roto su corazón y lo peor es que lo hizo no por acción, sino por omisión, una muy grande que convertiría su tierno noviazgo ahora en un taboo. Hori le abraza con fuerza, para que pueda desahogar su pena y sentía como ella le abrazaba y lloraba en su pecho. No sabía qué hacer y es que no podía reparar nada, su problema solo lo solucionaría el tiempo.

Pasaron un largo rato abrazados hasta que Elisa calma su pena y ya había dejado de gimotear. Hori no la soltaba y respiraba en su cabello.

— Eres cruel — dice Elisa con la cara clavada en el pecho de él — Si sabias que esta relación no le daríamos futuro ¿para qué guardaste el secreto? Solo hiciste que cultiváramos sentimientos que ahora es más difícil de terminar

— Porqué no quiero que termine. Quiero que para ti sea muy difícil esto, para que así no me dejes ir.

Elisa se separa de él y se seca las lágrimas que aún mojaban sus mejillas, le da una sonrisa triste a Hori, un suspiro y da media vuelta para dirigirse a la cocina y beber un vaso de agua. Hori la miraba desde la puerta mientras ella bebía ese vaso. Elisa nota su presencia y como éste le miraba con una notoria amargura.

— ¿Quieres algo de beber? — pregunta Elisa, pero Hori negaba con la cabeza. Ella estaba pensativa — Hori, eres aún un chico. ¿Tus padres como permiten que trabajes en el bar si tienes clases al día siguiente?

— No lo hago mientras este en la escuela, era solo por el periodo de vacaciones para ahorrar. A veces trabajo los sábados, pero es porque yo lo quiero.

— Tú hermano sabe de nosotros, el puede comentar algo con...

— él no dirá nada

— ¿Alguien más sabe?

— No

Elisa respira un poco más aliviada.

— Entonces, solo puedo decirte que ya no tenemos una relación

— Pero, no es justo. Si nos queremos, podemos mantenernos como un secreto

— ya sabes que no, también me es difícil, pero esta situación es muy complicada y lo más sano es terminarlo

— A final de año cumpliré 18, cuando eso pase ya podríamos ser novios formales y no seré más un estudiante...

— Solo el tiempo lo dirá — le miraba Elisa con ternura — además que aun eres joven y debes ver que será de tu futuro, acudir a la universidad, tener una profesión

— Yo no dejaré la isla

— Pero no lo sabes. Quiero que tengas éxito y para eso, no te amarres a una relación que ya terminó

— ¿es todo? ¿Prefieres terminar lo nuestro en vez de tratar de darnos una oportunidad? ¿Que pasara con lo que sentimos?

— Hori, pasando unos días lo comprenderás mejor...

— Lo comprendo ahora — dice Hori molesto — me dejaste de ver como un hombre para verme como un niño que solo te traerá problemas en tu ansiada vida llena de paz y tranquilidad que tu tanto quieres.

Elisa camina en dirección a la entrada de la casa y abre la puerta suavemente invitando a Hori para que salga.

— Si lo quieres entender de esa manera, está bien. Sé que estás enojado y tienes derecho a estarlo — Elisa da un suspiro — Solo espero que por respeto a lo que tuvimos, guardes este secreto

— No se preocupe maestra, yo no actuó por despecho para dañar a las personas y soy más maduro de lo que usted puede llegar a imaginar.

Hori se dirige en donde estaba Elisa dándole una mirada fiera antes de salir por la puerta, puesto que le había lastimado y ni siquiera ella quiso tratar luchar por la relación, simplemente lo terminó con una frialdad que hacía notar como que todo lo vivido entre ellos fuera desechable.

Al cerrar la puerta, Elisa se quedó ahí por un instante, presionando sus manos en su pecho, ya que aún dudaba de haber dejado ir a Hori. Por momentos pensaba en mantener esa relación en secreto, pero tener ese pensamiento era egoísta, puesto que podría afectar las calificaciones de Hori y la decisión de salir de esa isla para continuar sus estudios en la universidad, así que prefiere quedarse ahí, llorando sola. Ya sabía que verle desde ahora y en adelante sería muy difícil y doloroso, pero tenía que ser fuerte y que él no le vea flaquear para no darle esperanzas. Era difícil tomar decisiones cuando entra en conflicto la razón y el corazón, puesto que hacer lo correcto, en realidad no era lo que ella quería.

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