Latentis

—Puedo intentarlo, solo que no sé cómo hacerlo—menciona Arthur 

Daphne guarda silencio un momento, se coloca sus dedos en la mejilla tratando de pensar en la última vez que lidiaron con un árbol maldito.

—Ya recordé, primero tienes que sacar tus alas y recitar una palabra Luminae  y extiendes tus manos hacia el árbol quién es que recibirá el poder—sonríe Daphne 

—Luminae— grita Arthur después de invocar sus alas, de sus manos sale una luz blanca mezclada con dorado eso es el poder puro de un ángel celestial 

—Como lo hice—pregunta él después de terminar 

—Parece que no funcionó aún se siente esa energía siniestra—señala el árbol 

—Que, pero me esforcé mucho — menciona cabizbajo 

Daphne ríe por la expresión del chico 

—Solo bromeo a veces tarda unos segundos en limpiarse —dice Daphne contando con los dedos hasta tres observando como la energía maligna desaparece del árbol

—Lo hiciste genial, con otros ángeles tarda hasta diez minutos, pero contigo solo tres segundos—menciona ella 

—Muchas gracias—habla él 

Aunque Daphne aún siente que hay energía maligna en otros árboles que se encuentran al final, comienzan a caminar hasta llegar al final del parque que se conecta con el bosque.

—Qué raro sentí más energía maligna por aquí—dice, su cara se arruga ligeramente de la frustración que siente 

—Yo siento un lechero rastro de energía oscura creo que viene del centro del bosque—habla Arthur señalando el camino que pasa por en medio del bosque 

Ambos comienzan a adentrarse por el bosque con cada paso que dan sus cuerpos comienzan a sentirse ligeramente pesados como si algo aplastara sus cuerpos, al llegar al centro del bosque inhalan ese sabor húmedo de lluvia con tierra mojado, su vista se ve nublada por la densa neblina que oculta lo que puede haber en esa área del bosque.

Daphne con un simple movimiento de su mano hace desaparecer un poco la neblina aunque no desaparece toda les permite observar mejor el lugar, en medio del bosque hay un enorme árbol que ellos a la par parecen pequeñas hormigas, alrededor del árbol hay un círculo de piedras, en las piedras hay símbolos antiguos.

—Vez esos símbolos —señala Arthur 

—Sí, quizás esto sea obra de alguna bruja—menciona Daphne 

—Existen las brujas—pregunta él—como vamos a purificar este árbol, es demasiado de grande y su energía se siente tan pesada—pregunta Arthur esta vez sí que ha quedado sin palabras, será por estos árboles que está parte del imperio las personas se la pasan solo enfermos y sumidos en una inmensa pobreza, pero aunque esto sea parte del imperio Lunne los ministros o el emperador no hacen nada por investigar sobre el asunto 

—Si existen, y en cómo lo vamos a purificar es simple tenemos que mezclar tu magia con la mía—habla ella 

—Bien me avisas para estar listo—menciona él 

—Antes tenemos que colocar esto alrededor del árbol, son extremas purificadoras, esto nos facilitará por rodearlo con la magia—le entrega una bolsa a Arthur 

Cada uno comienza a hacer parte del trabajo tomando caminos separados, dan un paso y colocan la estrella, media hora más tarde ya se han encontrado, aunque algo cansados por ese gran trabajo que les ha tocado hacer, pero lo mejor viene ahora donde tienen que trabajar codo a codo.

—Es hora de empezar—menciona Daphne 

—Empecemos cuanto antes—pide Arthur 

Daphne le explicó el procedimiento porque este será algo complicado empezando con tener que ponerse a meditar para concentrar su magia para enviarla al centro del árbol, mientras meditan van pronunciando la palabra mágica Luminae, de sus manos sale la energía disparada al centro del árbol, al tocar el tronco la energía maligna intenta detener el ataque, pero lo que hace es dirigirla a las estrellas estas se conectan entre sí redirigiendo la energía al árbol.

Alrededor se forma un domo donde se mezcla la luz dorada de Arthur y la luz morada de Daphne la definición visual de sus magias, las piedras que contienen las runas comienzan a temblar como si estuvieran a punto de romperse, el árbol comienza a crujir como si le caerá un rayo haciendo que se partiera en mil pedazos, pero eso es la energía purificando la oscuridad, al terminar la limpieza el domo explota comenzando a caer en pequeños brillos que son llevados por el viento.

La neblina comienza a desaparecer del lugar, los chicos se levantan a cómo pueden, ya que han quedado debilitados por el uso de tanta magia, en eso ven que la luz solar comienza a entrar por el claro del bosque, los demás compañeros que ya han terminado de revisar toda la Frontera oeste.

—Se encuentra bien alteza—pregunta el ángel 

—Si es solo necesito descansar, como les fue—preguntó Daphne 

—Encontramos un máximo de 50 árboles con energía oscura, estos estaban dispersados alrededor de la Frontera en puntos estratégicos—menciona el ángel 

—Comprendo, me imagino que este Sauce es el que cargaba la energía maligna y que alimentaba los otros árboles—menciona Daphne 

—cree que hay alguien detrás de esto—pregunta el capitán de los elfos 

—Puede que sí, pero no sabemos quién es, pero gracias a la ayuda de Arthur hemos podido purificar la fuente de la energía maligna—menciona Daphne 

—Perdón alteza, pero no creo que él sepa usar sus poderes, más si creció como un simple humano—dice el ángel molesto

—Te atreves a cuestionar mis palabras, y diciendo que soy una mentirosa—pregunta Daphne 

—No alteza, pero él no es un ángel cómo podría ayudarla—vuelve a decir 

—Para tu información si crecí en el mundo humano y tengo algo que parece que tú careces, que es inteligencia—le dice Arthur

—Regresemos al palacio, y tú Mael más vale que no vuelvas a interponerte en el camino de Arthur o le llegará una carta a su majestad—menciona Daphne 

Aún no entiende cómo siendo un ángel puro tenga esos prejuicios contra los humanos, si tanto le molestan por qué decidió unirse al escuadrón de control tan masoquista es que le encanta sufrir, pero si sigue con esos prejuicios no le quedará de otra que reportarlo con el emperador celestial.