Matrimonio Imperfecto

Gael

La actitud de August anoche me sorprendió. En el momento en que agarró mi cuello con fuerza, pensé que iba a ser estrangulado. Pero cuando sentí sus labios, me sentí derretido.

Este hombre me hizo tener una recaída enorme. Puedo aprovechar la oportunidad de intentar iniciar algo ya que él hizo esto conmigo. Lo vi por la mañana vestido formalmente sin entender el motivo.

—Buenos días, ¿irás a algún lugar?

Él me mira de manera seria, al punto de no poder leer lo que pensaba.

—Tendrás el almuerzo en familia hoy, ¿o te olvidaste?

Puse la mano en la cabeza, de hecho había olvidado que iba a ser hoy.

—Pensé que estarías atento a todos los puntos de este matrimonio, incluyendo las fechas.

—Uno acaba olvidando. Y sobre anoche, ¿qué tienes que decirme sobre lo que hiciste?

Intenté de alguna forma retirar el motivo de él.

—Gael no cuestiones mis acciones, en ninguna parte del contrato me prohíbe ya que estamos casados.

—Está bien, ¿y si yo fuera hétero?

—¿A qué punto quieres llegar? Si no te parece bien lo que hice, yo paro sin problema alguno si es lo que quieres.

Él con certeza está intentando desviar la situación solo para no tener que decirme el motivo real. Lo que yo tengo absoluta certeza de que es porque está gustando al menos un poco de mí. Quiero ver hasta cuándo él va a continuar negando.

—Cierto, entendí.

Antes de que fuéramos para el almuerzo en el horario marcado, que acontecería en un salón de eventos, resolví pasar en unas tiendas para comprar algunos regalitos a mis suegros.

Para mi suegra pensé en productos asociados a la piel, además de los accesorios como anillos, pulseras y baratijas. Para mi suegro, algunas corbatas, cinturones y relojes de marcas actualizadas.

—¿Todo esto para agradar a mis padres?

August comenta al volante.

—Sí, ¿estás celoso de encantarlos?

—¿Mierda de celos, estás tomando el pelo?

Acabo riendo cuando él se irrita de esa manera. Cuando eso acontecía, August volteaba los ojos como manera de ignorar la situación.

No demoró para que llegáramos al salón de eventos. Desciendí acompañado de él para mantener la imagen de pareja perfecta. A mí no me importaba de aparecer así, pero él era bien probable que me insultaba más que todo mentalmente.

Veo sentados en una mesa a mis padres, los de August y en otras mesas separadas a los hermanos. Tanto los míos cuanto los de mi esposo.

Cumplí a mis padres con el mayor cariño, preguntando si ellos estaban bien. Por otro lado, percibí que August solo actuó más cariñoso con la madre, en relación al padre, parecía tener un hielo entre ambos. Surgiendo una situación tensa. Después de la entrega de los regalos, nos sentamos en las sillas propuestas uno al lado del otro, el almuerzo ocurrió bien. En ese espacio conocí mejor a los hermanos de mi esposo, que inclusive adoraron mi personalidad, comenzaron a llamarme cuñadito.

La situación para mí era bastante realista, ni parecía que ese matrimonio era simplemente un contrato. No sé lo que se pasa en la mente de August, pero espero que él pueda al menos intentar infiltrarse en esa nueva fase.

La madre de él me llamó para que nosotros pudiéramos conversar un poco más a solas. La acompañé hasta un área de césped verde y un jardín florido.

—Gracias por estar en ese matrimonio con mi hijo y tratarlo bien.

Sonreí.

—Él es muy atractivo, no tengo de qué reclamar. Solo que August es muy frío a veces.

La expresión de ella bajó un poco.

—Sé exactamente a lo que se refiere. August tuvo decepciones pasadas, eso incluye también al propio padre. No es en todo el mundo que él confía o mucho menos actúa bien. Él tiene ese escudo de bloqueo en relación a las emociones. Pero él nunca fue una mala persona.

Descubrí al momento que mencioné ser virgen y él haber estresado. Las palabras de él me hicieron reflexionar, que si fuera cualquiera, habría aprovechado de la situación. August podría ser arrogante y bruto, pero creo que no osaría machucar a alguien.

—Entiendo señora Peterson, percibí que August tiene esa manera. Pero yo pretendo conquistarlo de alguna forma. Pues no lo veo apenas como un esposo de contrato. Iré a intentar hacer ese matrimonio tener mucho amor y cariño.

Recibí un abrazo inesperado de mi suegra. Retribuí con un poco más de apretón, demostrando lo cuanto ella podría contar conmigo. A través del hombro de ella, mirando alrededor percibí que August estaba allí parado mirándonos. Su expresión no era de las mejores. No me importé y continué el abrazo con la madre de él.

—Por favor Gael, intenta entender a mi hijo. Él tiene esa personalidad impiedosa y fría pero yo tengo certeza que él irá a ceder a ti. Tiene días que él comenta sobre ti para mí, dice lo cuanto tú eres insistente y convincente.

Acabé riendo, eso me recordó de la forma que usé para hacer él ir a cenar conmigo.

—Sí señora Peterson.

Ella da una palmada leve en mi hombro.

—Llámame de suegra o suegrita. No precisa informalidad conmigo no.

—¡Disculpa, suegrita!

Acabamos cayendo en la carcajada, cuando vi, August ya estaba a unos dos palmos de distancia de nosotros.

—¿Puedo saber el motivo de tanta gracia por aquí?

Su voz estaba más seria que lo normal, una mirada fría y distante. Sentí que si yo no diera una disculpa para salir, yo escucharía mierda cuando llegara en casa.

—Nosotros estábamos apenas conociéndonos —Sonrío— Ya estoy yendo también, quiero conversar con sus hermanos. ¡Fue un placer suegrita!

Guiño para ella mientras salgo casi corriendo. Ufa, al menos no llegué a morir ahora poco.

Quedé sentado en una mureta comprida, surfeando un poco en las redes sociales. Mis padres estaban conversando y riendo bastante con el padre de August.

En mi frente acabó apareciendo uno de los hermanos de August, el que parecía ser más nuevo.

—¿Y ahí cuñado, qué estás achando de la conmemoración familiar?

Él se sentó junto a mí. Volví un poco en su dirección, sonriendo hablé:

—Está increíble. Fue una oportunidad única de conocer mejor a la familia de mi marido.

—Puedes llamarme de Franck sin informalidad. Nos tornaremos verdaderos amigos. No dejes que la personalidad de August acabe colocándote para abajo. Él es así desde un acontecimiento pasado. Apenas releva.

Veo que él también se preocupa con el humor del hermano.

—Todo bien, tengo conciencia total de la personalidad de él y pretendo conquistarlo. Si él es hétero va a tornarse bissexual.

Franck acabó riendo achando bastante gracia de la situación. Conversamos sobre otras cosas también hasta el momento en que August aparece queriendo ir aunque.

—Vamos Gael.

Estaba tan interesante que yo no quería ir ahora.

—Pero yo quiero quedar más un poco...

—GAEL vamos ahora.

La voz de él fue gruesa al punto de llamar la atención de todos alrededor, principalmente los mis padres. Sentí la vergüenza subir.

—Solo estoy con dolor de cabeza, entonces vamos.

Él intenta justificar. Miré para el padre de él que hizo una expresión bien seria, cuando iba hablando algo yo entré antes.

—Todo bien —Sonreí forzado— si tú quieres ir ahora vamos. Entiendo, el día fue largo tú debes estar cansado.

Despedí de todos, mi suegra mandó yo tener coraje y no importar.

En el carro estaba un silencio total. De esa vez yo estaba contrariado por la manera de como August actuó conmigo en frente de todos.

—¿Por qué tú gritaste conmigo mientras nosotros estábamos allá?

Mi voz sale gruesa.

—¿Vas a llenarme con eso ahora es?! Yo hablo alto cuando yo quiera y el momento que yo bien entender.

—¡Pero tiene lugares que no puede actuar de esa manera! Aun más conmigo siendo su marido.

Él soca el volante aun en movimiento, me dio hasta un hielo.

—¡MIERDA! ¿Da para callar la boca y no mencionar la mierda de ese matrimonio? Entienda que yo no soy su marido de verdad. Tú pareces un niño achando que ese teatro es verdadero Gael.

De alguna forma eso machucó mi orgullo de pensar que al menos él podría dar una pequeña chance de nosotros estar conociéndonos y desarrollando algo.

—Tú estás cierto August, es apenas un contrato. Qué importancia tendría né.

Al llegar en la casa fue cada uno para su cuarto sin hablar nada. Yo no iba a habilitarme en ir atrás de él siendo que no cometí nada de errado.