Apuesta De Amor

Metida en la tina, su cuerpo se relajaba, con el agua tibia, había puesto sales aromatizantes.

"Tal vez ahora te deseo a ti" eso la llenó de ansiedad, de deseos y eso la inquietaba mucho, porque no era normal, ese hombre había apostado con ella, era un patán, así debía verlo, pero no podía.

Dante Friedman, era el hombre más guapo, que jamás vio en su vida, un adonis, el sueño de toda mujer y no podía negar, el suyo también... Alto, fuerte, poderoso, tenía algo que la hacía sentir protegida, recordó sus manos masculinas, fuertes y cálidas, sobre su cuerpo, era como un fuego y ella deseaba quemarse.

"Te dejaré elegir a ti" por lo menos, le había dado opciones, aunque era una manipulación, la cual ella deseaba aceptar.

Salió de la tina, se envolvió en una gran toalla blanca, luego camino hasta el cuarto, sus ojos azules vieron sobre la mesa de noche, esa tarjeta dorada, la había dejado cuando llegó del instituto, vacilando la agarró y leyó...

"Hotel El Pliaza... Dante Friedman"

Ella no se sorprendió, acarició la parte donde decía el nombre de ese hombre, y se mordió los labios.

"Mi elección!", pensó con ansiedad, desvío su mirada hacia el reloj despertador, las ocho de la noche, caminó hasta la cómoda, abrió un cajón, sacó un conjunto de ropa interior nueva, color negra, era sensual... Luego de ponérselo, busco en su Placar, encontró un vestido rojo, un poco escotado, le llegaba a las rodillas, se cepilló el cabello, se puso colonia.

Luego agarró su cartera negra, donde puso su móvil, y su billetera, busco un abrigo negro, y sin pensarlo más, salió de ese departamento.

Alenka quería pensar que lo hacía por su padre, para demostrarle que era su hija, llamó un taxi.

#Al hotel El Pliaza!# le pidió al conductor, miró por la ventana, tenía los nervios a flor de piel, ya que esa decisión era importante, estaba dispuesta a entregar su cuerpo, por primera vez en su vida, a un perfecto desconocido, para saldar la deuda de un hombre que no la quería y que la había apostado como moneda de cambio, respiro hondo # Dante Friedman!# susurró ella, con deseos y su corazón, se alteró.

#Dijo algo, señorita?# el conductor interrumpió sus pensamientos, ella lo miró avergonzada, negó bajando la mirada, y pocos minutos después, el taxi se detuvo... Alenka y bajó del coche.

Sus ojos azules miraron ese edificio y empezó a caminar y entró, una vez en la recepción, encontró a una mujer de unos veintiocho años, cabellos castaños, ojos marrones, que alzó la mirada para mirarla, de pies a cabeza, algo que Alenka notó.

#Buenas noches # empezó a decir Alenka con voz serena,la recepcionista la miró fijo # Busco al señor Friedman, señorita!# recibió una mirada que la incomodó

#El señor Friedman, está ocupado!# le respondió con arrogancia # y no recibe a mujeres de tu tipo # lo dijo con desprecio, laa joven se puso seria.

# Comuníquele, que Alenka Bonkani, lo busca!# le habló con voz firme # él me esperaba.

La recepcionista la miró incrédula, ya que reconoció ese apellido, agarró el tubo del teléfono, Alenka la miró con seriedad, empezó a mirar para todos lados con admiración... Era un hotel hermoso, jamás había estado en un lugar tan lujoso.

"Que estoy haciendo?" Estaba un poco asustada, ella no debía hacer eso, no era decente, ella no era una cualquiera, lo mejor era irse, miró hacia la puerta.

¿#Alenka!# escuchó la voz masculina que tanto la estremecía, pestañeo y giro para mirarlo, lo vio con una camisa negra, pantalón negro, el cabello húmedo, ella se puso nerviosa #Ya te ibas?

Alenka bajó la mirada nerviosa, no se movió al verlo acercarse a ella, agarrarle la mano y besarle los nudillos, no dejaban de mirarse a los ojos.

#Estaba por irme, porque la recepcionista me dijo que no recibías a nadie!# empezó a decir con voz suave, la castaña la miró con vacilación # y menos a mujeres de mi tipo # lo dijo ofendida, ya no lo miro # y como no sé, que tipo de mujer cree que soy, prefiero irme #Se veía sería y dolida

Dante al verla de esa manera se sorprendió, llenó de enojo, giro para mirar a la otra mujer, que lo miraba asustada

# Estás despedida!# le dijo con voz fría, la mujer negó nerviosa, Dante miró a un hombre vestido de negro # Encárgate de todo y llama a la suplente.

#Señor Friedman, no me despida!¡¡# le rogó la castaña, Pero ese imponente hombre la miró con frialdad, no iba a cambiar de opinión # Le pediré disculpas a la joven, por favor!

#Tienes cinco minutos para irte!# las súplicas de esa mujer cayeron en saco roto, él no era de dar oportunidades y menos a empleados prepotentes con aire de grandeza .

El hombre vestido de negro, agarró la recepcionista y la alejó del lugar...

 Dante miró a la jovencita, que no lo miraba sin dudas estaba enojada y ofendida, notó que tenía un temperamento, eso le agradó muchísimo más, con su mirada recorrió, el cuerpo femenino era una diosa, sin dudas, perfecta para él y la deseó más...

Vestido de Alenka ❤️