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Scort

Scort

Status: Terminada
Genre:Autosuperación / Traiciones y engaños / Completas
Popularitas:152.8k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Eiva

En Valmont, el poder y el deseo se entrelazan en un juego tan seductor como peligroso. Mi nombre es un susurro en los círculos más exclusivos; mi presencia, un anhelo inalcanzable. Pero en un mundo donde la libertad tiene un precio, cada decisión puede llevarme a la cumbre… o arrastrarme a la perdición.

Soy Isabella Rivas, mejor conocida como Sienna, y esta es mi historia.

NovelToon tiene autorización de Eiva para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La prueba

No tenía idea de cuánto tiempo había pasado. ¿Horas? ¿Días? ¿Semanas?

No había ventanas, así que todo se sentía como una larga y sofocante noche sin fin. Solo tenía la luz artificial de la habitación, el reflejo dorado del tocador y el sonido de mi propia respiración para recordarme que aún estaba aquí.

Mi estómago rugió otra vez. Lo ignoré. La bandeja con comida seguía intacta sobre la mesita de noche. Me negaba a tocar cualquier cosa que me trajeran.

No sabía qué era peor: la posibilidad de que estuviera drogada o aceptar que dependía de ellos hasta para lo más básico. Mi mandíbula se tensó al recordar las palabras de Vincent.

"Eres una inversión."

Mentira. Yo no era una inversión. No era mercancía. Yo era una persona.

Un ardor rabioso se encendió en mi pecho. Caminé hasta el tocador y tomé uno de los cepillos de plata. Lo sostuve con fuerza. No era un arma, pero si tenía la oportunidad, se lo clavaría en el cuello al primero que intentara ponerme una mano encima.

El sonido de la cerradura girando me hizo girar de inmediato. La puerta se abrió de golpe. Mi cuerpo se tensó al instante, esperando ver a Vincent, pero no era él. En su lugar, una mujer alta y esbelta entró con paso seguro.

Llevaba un vestido rojo ceñido que resaltaba su figura y unos tacones afilados que resonaban contra el suelo con cada paso. Su cabello oscuro estaba recogido en un moño impecable, y sus labios, pintados de un rojo intenso, se curvaron en una sonrisa burlona.

No debía tener más de cincuenta años… o tal vez menos, pero su presencia desprendía autoridad. El tipo de autoridad que helaba la sangre.

—Vaya… —dijo, arrastrando las palabras con interés—. Eres más hermosa de lo que imaginé.

Sus ojos me recorrieron con calma, como si me estuviera evaluando.

—Sobre todo después de haber sido una fugitiva. Sigues conservando cierto… encanto. —Dio un paso más, acercándose a la mesita de noche, donde aún estaba la comida sin tocar.

—Los chicos se han portado bien.

Mi mandíbula se tensó.

—¿Quién eres?

La mujer paseó la mirada por la habitación con desinterés, como si estuviera inspeccionando la decoración.

—Soy Madame Livia. Pero para ti, querida, soy la persona que decidirá si vales la pena o no.

Fruncí el ceño.

—¿"Valer la pena" para qué?

Livia sonrió con diversión y se acercó con calma.

—Para ser útil, valiosa… y sobre todo, para sobrevivir.

Un escalofrío recorrió mi espalda.

—No pienso ser parte de esto —dije entre dientes, conteniendo la furia.

Ella se rió suavemente, como si acabara de decir algo adorable.

—Oh, cariño… —murmuró con tono dulce, inclinándose levemente.

—No es algo que esté en tus manos. No tienes opciones.

Mi cuerpo se tensó. ¿Opciones? Tuve que resistir el impulso de escupirle en la cara.

—No me importa lo que digas —espeté con fiereza.

Livia suspiró y su expresión se endureció.

—Mira, niña… —su tono ya no era tan amable—. Aquí solo tienes dos opciones: adaptarte o desaparecer.

Mi piel se erizó. Ella bajó la mirada a la bandeja de comida, la tomó con elegancia y la levantó en mi dirección.

—Si sigues sin comer, no tardarás en enfermarte. No queremos que luzcas débil cuando te presentemos.

¿Presentarme? El aire se me atascó en la garganta. Mi mente intentó procesar lo que acababa de decir.

¿A quién demonios me iban a presentar? Livia debió notar mi expresión porque sonrió con satisfacción.

—Sí, querida… en unos días, harás tu primera aparición.

El pánico me recorrió como una descarga eléctrica.

—¡No voy a hacer una mierda!

Livia soltó una risita y ladeó la cabeza con interés.

—Oh, sí que lo harás. Vincent ha decidido que tienes potencial. Aunque, francamente, lo dudo… por eso quiero verlo con mis propios ojos.

Sus ojos brillaron con algo peligroso.

—Esta noche harás una prueba.

Mi corazón latió con fuerza.

—¿Qué tipo de prueba?

Livia sonrió y levantó una mano, acariciando un mechón de mi cabello castaño con una dulzura escalofriante.

—Uno de nuestros clientes quiere una… compañía especial.

Mi estómago se hundió.

—Si pasas la prueba, tendrás un futuro aquí. —Su voz sonaba melosa, casi maternal, lo que solo lo hacía peor.

—Si fallas… bueno, eso lo decidirá Vincent. Y te aseguro que, si eso pasa… habrás deseado quedarte aquí.

Su mano se deslizó por mi hombro antes de apartarse.

—Come, luego date un buen baño y arréglate como es debido —ordenó con un tono que no admitía discusión.

Después de esas palabras, giró sobre sus tacones y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Me quedé de pie, temblando. Mis brazos rodearon mi propio cuerpo, como si eso pudiera protegerme del horror de lo que acababa de escuchar.

...----------------...

No tenía idea de cuánto tiempo había pasado, pero ya daba igual. Al final, me obligaron a comer. No literalmente, pero cuando te dicen con una sonrisa que "si no comes, Vincent decidirá qué hacer contigo", la comida de repente deja de verse tan repugnante.

Lo peor es que estaba buena. Casi me odié a mí misma por disfrutarla. Después de eso, vino el baño. El maldito baño más largo de mi vida.

Estuve bajo el agua hasta que la piel de mis dedos se arrugó. Como si pudiera borrar con jabón y vapor todo lo que estaba pasando. Como si al salir, todo volviera a la normalidad. Spoiler: no funcionó.

Cuando volví a la habitación, Madame Livia ya no estaba, pero sí dejó algo sobre la cama. Un vestido rojo, ajustado, corto, con un escote tan pronunciado que me hacía sentir desnuda con solo mirarlo.

—Ni de broma —murmuré, tomándolo con dos dedos como si fuera un trapo sucio.

Pero entonces recordé sus palabras antes de irse.

"Si fallas, lo decidirá Vincent." Un escalofrío me recorrió la espalda.

¿Qué demonios significaba eso? No quería averiguarlo. Respiré hondo y, con movimientos mecánicos, me puse el vestido. Me ajustó como un guante. Como si hubiera sido hecho para mí.

Un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos. Antes de que pudiera decir nada, esta se abrió y dos hombres entraron. Trajes oscuros, altos, con expresiones neutrales.

 Debía ser la seguridad.

—Ven con nosotros —ordenó uno, sin mirarme siquiera.

Mi cuerpo se tensó, pero caminé hacia ellos.

Salimos al pasillo. Las luces doradas iluminaban el camino, y el aire olía a perfume caro. Alfombras gruesas cubrían el suelo, amortiguando el sonido de nuestros pasos.

Este lugar… No parecía real. Seguimos caminando hasta detenernos frente a una gran puerta doble. Uno de los hombres la abrió y me miró, esperando.

—Adelante.

Mis piernas no se movieron.

—No me hagas repetirlo —intervino el otro.

Tragué saliva y, con el corazón golpeando contra mis costillas, entré.

La habitación era amplia, elegante. Todo en tonos oscuros, madera fina y terciopelo. Había un bar en la esquina, una chimenea encendida… y en el centro, sentado en un sillón de cuero, estaba él.

Un hombre, que me miraba con una sonrisa tranquila, whisky en mano y algo en mi estómago se retorció.

—Así que tú eres la nueva adquisición.

Su voz era profunda. Relajada. No respondí y solo lo observé. Tenía el cabello oscuro con algunas canas en las sienes. Un traje impecable. Se veía mayor, tal vez en sus cuarentas. Pero lo peor era su mirada.

Depredadora.

—No seas tímida —dijo, poniéndose de pie con calma—. Acércate.

Mis pies estaban clavados al suelo.

—Livia me dijo que eras especial —continuó él, dándole un sorbo a su whisky—. Que aún estás… intacta.

El asco subió por mi garganta.

—Tranquila —murmuró, sonriendo—. No voy a hacer nada que no quieras.

Mentiroso. Mi mente iba a mil por hora. Tenía que salir de aquí. Si lo golpeaba, los guardias entrarían. Si intentaba correr, me atraparían. Piensa, piensa, piensa...

—¿Sabes bailar? —preguntó de repente.

Lo miré, confundida.

—¿Qué?

—Vincent quiere que seas valiosa —explicó, divertido.

— Antes de cualquier otra cosa, quiero ver qué tan bien te mueves.

Mi piel se erizó.

—Pon música —ordenó a alguien.

Una melodía sensual comenzó a sonar desde los altavoces. El hombre se acomodó en su sillón, cruzando las piernas.

—Baila para mí.

Mi respiración se aceleró. No puedo, pero… si me negaba, ¿qué pasaría después? Apreté los dientes y levanté la barbilla.

Si tengo que hacer esto, lo haré a mi manera. Cerré los ojos y dejé que mi cuerpo se moviera. No intenté ser seductora, no intenté complacerlo. Solo me moví.

Mis manos recorrieron mi propio cuerpo, pero no como él quería.

Era mi cuerpo, mi control. El hombre me observaba con interés, pero había algo en sus ojos. Frustración. No estaba obteniendo lo que quería, lo que me provocó un enorme placer.

Genial.

Cuando la canción terminó, me detuve y el silencio envolvió todo el lugar, comenzando a incomodarme. Pero al final sonrió.

—Tienes carácter —murmuró—. Eso me gusta.

Se levantó y caminó hacia mí, mi cuerpo entero se tensó, me sentí asqueada al ver cómo levantaba la mano y rozaba mi mejilla. Mi piel ardió de rabia.

Si me toca otra vez, lo mato. Antes de que pudiera reaccionar, la puerta se abrió de golpe.

—Suficiente.

La voz hizo que el hombre se congelara y ambos nos giramos hacia la entrada. Era Vincent que estaba de pie en el umbral, con una expresión oscura y sombría.

—No es para ti —dijo, con frialdad.

El otro arqueó una ceja.

—¿En serio? Pensé que era una oferta abierta.

Vincent avanzó un paso.

—Te equivocas.

El hombre suspiró y se alejó de mí.

—Una lástima.

¿Qué estaba pasando? No entendía nada, pero tampoco era agradable que hablarán de tí como si fueran un bolso de edición limitada. Vincent me miró con intensidad antes de girarse hacia la puerta.

—Ven conmigo.

En otras circunstancias, lo habría mandado al diablo, pero no lo pensé dos veces y salí detrás de él como un rayo. Cuando la puerta se cerró a nuestras espaldas, exhalé con fuerza.

Me sentía como si hubiera escapado de algo terrible, pero en el fondo, una parte de mí sabía la verdad. No siempre iba a tener tanta suerte.

—¿Por qué…? —Mi voz apenas fue un susurro—. ¿Por qué me sacaste de ahí?

Vincent se giró lentamente, su mirada recorrió mi cuerpo con una expresión indescifrable, pero sonrió.

—Porque aún no estoy listo para venderte.

Mi sangre se heló. Vincent inclinó la cabeza y su sonrisa se amplió.

—Aún no.

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Isabel Jimenez
Maravillosa historia!
Critian Lanzas
Al fin, un cielo claro y despejado para ellos, después de tanto dolor. Hermoso ❤️❤️❤️❤️❤️ me siento aliviada escritora 🌹🌹🌹🌹
Sorany Quintero Bernal
excelente historia me gustó desde la primera hoja hasta la última
Ximena Gutierrez
Eres una muy linda escritora, gracias por esta linda historia
Ingrid Gabriela Bucarey Nuñez
muy buena excelente historia solo si puedo. riti ar algo me habría Gustado toda la historia seguida así no perdido el hilo de la trama y las emociones que .e provoco
David Aparicio
Que hermoso y que romántico
Lelis Vellejo
Un año y parece que han superado lo que pasó. Gracias por este capítulo
Lelis Vellejo
Me alegro que Sienna con el nacimiento de su hija vaya sanando sus heridas y que el desgraciado de Iván no se salió con la suya.
Autora nos dejaste en el tintero, como que pasó con sus protegidas de la rosa negra. Cuídate mucho, un abrazo
Evelin: en los capítulos extras está todo eso, ya están disponibles.
total 1 replies
Sanjuana Romero
que hermosa me encanto 💖 😍 gracias autora
Ingrid Gabriela Bucarey Nuñez
me encantó de emociones fuertes lo único que podría criticar es que leer por parte me olvidaba algo de lo que había pasado pero muy bien libro
Eulamer pedroza
Felicitaciones a la Autora estoy segura que no fue fácil escribir sobre el tema pero de verdad me gustó mucho la historia triste pero muy realista.Gracias por compartirla.Te deseo muchos éxitos./Chuckle//Good//Pray/
David Aparicio: Solo un extra sobre lo que piensa Aleksen, sobre como fué sobre llevar el dolor de Sienna y lo que será el futuro con la familia que han formado. Gracias
total 1 replies
Ximena Gutierrez
Excelente novela
Critian Lanzas
Que emoción leer que ella al fin dió su primer paso a la felicidad que tanto se merecen, gracias escritora por compartir esta historia que desgarra el alma pero que también nos enseña que siempre hay luz al final del túnel.❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
Evelin: Gracias a tí por tu paciencia y leer hasta el final :)
David Aparicio: Por fin como dicen: Una luz al final del túnel. Me encantó, por fin después de tanto sufrimiento ella entendió que no habrá otro hombre más amoroso que Aleksen, y al fin ella dió el primer paso para recorrer ese largo camino que se llama felicidad, en la que siempre habrá tropiezos pero si hay confianza, comunicación y sigue habiendo ❤️ el recorrido será más fácil. Muchas gracias autora por tan hermosa historia, me encantan los finales felices y aunque sufrí y lloré en algunos momentos al final no me decepcionaste. Nuevamente muchas gracias y felicitaciones por tan linda historia
total 3 replies
Critian Lanzas
Ahora sí Sienna estás lista para resurgir, como el ave fénix...desde las cenizas y tú hija te dará todo lo que necesitas para sanar por completo y ser feliz al fin ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
Critian Lanzas
Por Dios Sienna, ya es hora de dejar atrás todos esos malos momentos que viviste, hazlo por tí, por tu hija, por Aleksen; no puedes dejarte, eres una guerrera.
Marta Almaraz
buenísimo cada capítulo x fis continuen ke lo novela x favor mil gracias 😊
Lelis Vellejo
Que alegría, nació la esperanza para esta hermosa pareja. La alegria de tener esta bb no va a dejar cabida para otra cosa que no sea pensar en su bienestar
Lelis Vellejo
Sienna solo espero que el nacimiento de tu hija sea lo que necesitas para sanar
David Aparicio: Sienna ojalá que cuando llegue el nacimiento de tu hija le permitas a Aleksen estar a tu lado, para sostener tu mano y puedas sentir su apoyo, pero sobre todo su amor y que la presencia de él y de tu bebé te ayuden a sanar, salir adelante y salvar su relación
total 1 replies
Lelis Vellejo
Mi querida Eiva siempre extrañando tus actualizaciones. Me encanta tu historia, sufriendo con Sienna este proceso pero sabemos que ella va a superar todo eso y no será nada más que un mal recuerdo
Evelin: estamos llegando al final 🥺
total 1 replies
Eulamer pedroza
Gracias mi querida autora por volvernos a incluir en esta trama estoy segura que a pesar de ser una historia Te cuesta también no sufrir con Sienna Y tranquila yo particularmente paciente espero por tus actualizaciones se que pronto nos dará más.gracias./CoolGuy//Chuckle/
Evelin: Ya no queda nada para el final /Cry/
total 1 replies
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