Perdón, Ya No Espero Amor

"No te comportes como tu padre." Safira trató de sonreír, realmente lo intentó. En los últimos meses, Tiffany había estado callada, pero una vez que hablaba mucho, era como Yahya en versión femenina. "¿Solo esto? ¿No compraste nada para ti?"

"¡No! Ya compré uno. Quiero usar la ropa que compró Martin. Para siempre imaginar a Martin abrazando mi cuerpo." Dijo Tiffany con una sonrisa engreída.

"¡Eres increíble! ¡Primero estudia bien!" Gruñó la madre. "Tiffany, ¿qué tal si rompes con Martin? El contrato de cooperación a largo plazo puede ser cancelado. No habrá problema, pero esto es por tu futuro. Hay muchos hombres más perfectos que Martin." La madre suspiró con fuerza.

¿Qué le pasa a su madre? ¿Por qué de repente se preocupa por ella?

"No se puede, porque es amor verdadero. ¿Quién no se enamoraría de un hombre guapo, además de su sonrisa encantadora? Su forma de cuerpo es buena, su billetera también es gruesa. Él es el amor verdadero..." Respondió Tiffany.

"El hijo de una amiga del grupo de tejido de mamá---" La frase de Safira que no quería que su hija se casara con un hombre paralítico fue interrumpida.

"Ya basta, mamá, deja que mi hermana sea feliz con su elección. Siempre apoyo la decisión de mi hermana." Dijo Meira tomando los dedos de la mano de su madre. Tiffany se casaría con un hombre paralítico, eso ya era algo feliz para Meira. Pero faltaba algo, ella haría que Tiffany fuera odiada por su propio esposo. Pero todo era solo algo guardado en su cerebro.

Detrás de su rostro hermoso como un ángel. Detrás de su sonrisa tranquila como la lluvia en verano. Detrás de su apariencia melodiosa como una mierda.

"¡Como quieras! Pero, Tiffany, mamá todavía quiere presentarte al hijo de mi amiga." Dijo Safira suspirando.

"¡Ya está! ¡Vamos a la caja!" Meira sonrió llevando los tres conjuntos de ropa que había elegido. Quería ver de inmediato cómo era el rostro pálido de Tiffany, después de que la bufanda fuera encontrada dentro de su bolso.

Todo solo le pertenecía desde el principio. ¿Qué derecho tenía Tiffany de arrebatárselo?

Tres conjuntos de ropa, junto con varios bóxers para hombre fueron metidos en dos bolsas de papel separadas. Ahora solo quedaba llevar a Tiffany al detector que estaba en la puerta principal.

"Vamos..." Meira tiró de ella, pero Tiffany detuvo el paso.

"¿La señora está segura de que no quiere comprar ropa para seducir a papá?" Preguntó Tiffany.

"¡No hables vulgar! Eres una virgen que aún no se ha casado. ¡Cuida tu actitud!" Gruñó la madre, entre avergonzada y sin saber cómo lidiar con esta hija loca.

"¡Vamos! ¡Nos vamos!" Meira, enfurecida porque Tiffany había detenido el paso, de repente tiró de la mano de Tiffany, hasta que pasaron por el detector al mismo tiempo.

Se escuchó una alarma, señal de que alguien llevaba algo que no había pagado. El rostro de Meira lentamente sonrió, mientras que el rostro de Tiffany se veía pálido y confundido.

Un guardia de seguridad y un cajero los detuvieron.

"¿¡Ustedes están robando!?" Dijo la cajera acusando.

"Debe haber algo mal con el detector. Es imposible que Meira y Tiffany roben." Defendió la madre.

"Mi hermana y yo no robamos. Pueden registrar nuestras cosas." Dijo Meira inclinándose, como si estuviera indefensa y asustada.

"¡Esto! ¡Mi novio es rico, para qué voy a robar!" Con confianza, Tiffany arrojó su bolso.

"En un momento..." Pensó Meira queriendo ver cómo se desmoronaba la confianza de Tiffany.

El bolso de Tiffany fue registrado. También su cuerpo fue revisado por la cajera.

Esperando, cómo se encontraba la bufanda. Quería ver cuán furiosa estaba la madre, al ver a su hija avergonzar su nombre.

"El cariño de mamá es solo para mí. ¿Quieres superarme? Muere." Murmuró Meira en voz baja sin que nadie la escuchara.

La primera bolsa fue registrada, solo contenía una foto de Meira llena de agujeros, de clavos. ¿Como una técnica de brujería?

Safira miró con resentimiento a Tiffany. Mientras que Tiffany sonrió inocentemente. "Eso significa que amo tanto a Meira. Como amar a un futuro presidente, por lo que perforo su foto muchas veces."

La madre solo pudo suspirar al escuchar la ridícula razón de su hija.

En la segunda bolsa, no se encontró nada, estaba completamente vacía. Finalmente, se abrió la cremallera grande. El contenido dentro del bolso fue sacado, solo toallas sanitarias, teléfono celular, billetera conteniendo identificación y algunos billetes de cien mil, el resto del dinero para gastos de Martin ayer.

"¿Por qué todavía no está..." Eso era lo que había en el cerebro de Meira tragando saliva.

"Todavía hay más." Dijo la cajera, haciendo que el corazón de Meira latiera rápidamente. Seguro que contiene la bufanda, ¿no?

Algo que realmente la intrigaba. Pero no, contenía una muñeca con muchas agujas clavadas en su cuerpo.

"Tiffany..." Gruñó la madre tratando de sonreír.

"Bueno... eso significa que realmente odio a Meira." Tiffany se rió, sonriendo inocentemente.

"No hay nada más." Dijo el guardia de seguridad que estaba registrando.

"¿No hay nada más?" Preguntó Meira confundida, su rostro pálido. Registrando el contenido dentro del bolso, y efectivamente, incluso por dentro, el contenido del bolso estaba realmente vacío. "No puede ser..." murmuró.

"Ahora dame tu bolso." Ordenó el guardia de seguridad.

Meira pensó por un momento, ¿será que la bufanda se había caído? Con toda la carga que tenía en su cerebro, le dio su bolso al guardia de seguridad. Su cuerpo fue revisado por la cajera.

No se encontró nada en el cuerpo y la ropa de Meira. "No estoy robando, ya lo dije." Dijo suspirando.

Había bastantes cosas en el bolso de Meira. Productos para el cuidado de la piel, así como un set de equipo de maquillaje, solo para dos bolsas en la parte delantera. Mientras que para la bolsa principal, como el contenido era demasiado, la cajera lo volteó, sacando todo el contenido dentro del bolso.

Como resultado, había un teléfono celular, adornos, un peine, toallas sanitarias, una billetera, vitaminas, así como otros objetos. Pero una cosa que llamó la atención de Safira. Una caja llena de anticonceptivos masculinos.

Mientras que Meira todavía miraba a otro lado. Olvidando los objetos que estaban en su bolso.

La cajera frunció el ceño. Encontrando un pequeño sobre de plástico con clip, rápidamente sacó el contenido interior. Y efectivamente, la bufanda de seda se expandió, tan pronto como fue sacada. Haciendo que la cajera frunciera el ceño.

"¿No estás robando? ¿Entonces qué es esto?" Preguntó la cajera enojada.

La frase que hizo que Meira volteara a ver a la cajera. Su rostro estaba pálido al mirar hacia esa maldita bufanda. Por qué cuando se buscaba no aparecía, pero cuando esperaba que no apareciera, sí aparecía.

"Y...yo..." Meira pensó por un momento, los dedos de sus manos temblaban. Al final, señalar a Tiffany era una forma de salvarse. "Mi hermana debe estar tendiéndome una trampa, ¿verdad? Sé que mi hermana me odia porque durante 18 años he estado reemplazando el lugar de mi hermana. Pero yo amo sinceramente a mi hermana. ¿Por qué me haces esto? Sé que solo soy una hija adoptiva." Dijo sollozando.

Pero.

¡Plak!

Una bofetada bastante fuerte fue recibida por ella. Tiffany ahora estaba parada frente a ella, tirando del cabello de Meira. "Te considero como mi hermana. Por eso, te odio porque avergüenzas el nombre de la señora (madre) robando."

"¡Duele...mamá ayuda!" Gritó Meira.

"Meira siempre se queja de que no la considero mi hermana. Por eso, a partir de ahora la trataré como a una hermana traviesa que se atreve a robar." Frase llena de una sonrisa burlona de Tiffany.

Lentamente Tiffany se acercó al oído de Meira y luego susurró. "¿Cómo es el juego mi querida hermana? Gracias a ti aprendí a pisar a la rata hasta matarla."