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Me Divorcié Del Protagonista Masculino

Me Divorcié Del Protagonista Masculino

Status: En proceso
Genre:Romance / Venganza / Época / Ascenso de clase social / Mundo mágico / Divorcio
Popularitas:13.3k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

¿ Que ya no me amas?... esa es la manera en que justificas tú cobarde deslealtad... Lavender no podía creerlo, su esposo, su amado esposo le había traicionado de la peor forma. Ahora no solo quedaba divorciarse, sino también vengarse.

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Capitulo 1

Era un día maravilloso en el gran Ducado de Lehman. La Duquesa Lavender disfrutaba de sus labores, aunque, a veces, el trabajo era exigente. Sin embargo, para alguien como ella, que había escalado desde lo más bajo, nunca nada era demasiado. Su esposo, el Duque Maxon Lehman, se encontraba fuera, supervisando el extenso territorio del Ducado, que requería de su constante atención. Lavender pensó que Maxon había estado trabajando mucho últimamente. Cuando regresara, le sugeriría que se tomara algunos días para descansar con ella. Lo extrañaba profundamente. Con un suspiro, se acercó a la ventana de su estudio y observó el paisaje exterior, añorando su regreso. Luego, retomó sus tareas, tratando de disipar el vacío que sentía.

Lavender era una mujer admirada por muchos, no solo por su posición como Duquesa, sino también por su origen humilde, que nunca había sido motivo de vergüenza para ella. Sin embargo, el número de sus detractores no era menor de aquellos que la admiraban.

Solo unos pocos años atrás, el Reino de Tarcia se había sumido en un caos que amenazaba con destruir la vida de sus ciudadanos cuando Karman, un país bárbaro, intentó invadirlos, desatando una feroz guerra.

En ese tiempo, Lavender era una joven de apenas dieciséis años, viviendo en un pequeño pueblo rural de Tarcia, sin nadie a quien recurrir, más que a sí misma. Cuando la guerra se desató, no dudó en enlistarse como voluntaria en el sector de enfermería. Sin embargo, al ver que la situación empeoraba cada día, tomó una decisión aún más audaz: se ofreció como voluntaria para luchar. Tras un breve entrenamiento, fue puesta bajo el mando del Duque de Lehman. Desde el primer momento en que cruzaron miradas, ambos sintieron una conexión extraordinaria.

Durante dos años, Lavender luchó al lado de Maxon, y a medida que las batallas continuaban, su relación se fortalecía, así como sus sentimientos. Maxon, un hombre estoico y disciplinado, empezó a mostrar un lado más vulnerable con ella. Finalmente, en la última batalla, Lavender estuvo a punto de perder la vida. Fue entonces, en la delgada línea entre la vida y la muerte, cuando tuvo una revelación. En su visión, comprendió que el mundo en el que vivía era parte de una novela, una historia que giraba en torno a su amor con Maxon, y cómo, al finalizar la guerra, él se declararía y la convertiría en su esposa, desafiando las normas sociales y los prejuicios sobre sus humildes orígenes.

Cuando Lavender despertó tras varios días de inconsciencia, abrió los ojos para ver a Maxon a su lado, sosteniendo su mano con fuerza. Su rostro, normalmente imperturbable, estaba desarmado; sus ojos llorosos reflejaban una mezcla de alivio y miedo. La abrazó con tanta intensidad que Lavender apenas pudo respirar, pero sintió el calor de su amor envolviéndola. Fue en ese momento cuando Maxon, incapaz de contener sus emociones, le confesó sus sentimientos, justo como ella había visto en su revelación.

—Pensé que te había perdido —murmuró Maxon, su voz ronca por el sufrimiento acumulado—. No me imagino este mundo sin ti.

Lavender sonrió débilmente al recordarlo, murmurando para sí misma: —Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Volvió a suspirar mientras sus pensamientos seguían girando en torno a esos días de guerra y amor, de lucha y redención. Maxon había cambiado su vida para siempre, y ahora, mientras miraba el horizonte desde la ventana de su estudio, no podía evitar desear con más fuerza que regresara pronto.

Al caer la tarde, Lavender pensó que hacía días no veía a Violett, su mejor amiga. Decidió escribirle una carta y la envió a la mansión del Barón Wagner, el padre de Violett, donde ella residía. Sin embargo, no recibió la rápida respuesta a la que estaba acostumbrada. Tres días después, aún no tenía noticias de ella, lo que la inquietó. Tal vez algo le había sucedido. Con esa preocupación, Lavender decidió ir personalmente hasta la mansión Wagner.

Al llegar, se llevó una sorpresa: Violett no estaba en casa. En su lugar, fue recibida por la Baronesa Meredith, la madre de Violett. Meredith siempre había mostrado una evidente reticencia hacia Lavender debido a sus orígenes humildes. A pesar de que Lavender ya ostentaba el título de Condena de Tarth, otorgado directamente por el Rey, y de Duquesa por su matrimonio con él gran Duque de Lehman, la Baronesa no se molestaba en disimular la diferencia que marcaba entre ambas. Lavender, sin embargo, intentaba ignorar esas actitudes por el cariño que tenía hacia su amiga, quien siempre había sido todo lo contrario a su madre.

La Baronesa la guió hacia el salón, donde ambas se sentaron frente a una pequeña mesa decorada con exquisitos arreglos florales. Lavender se sintió algo incómoda, pero mantuvo la compostura.

—Es una sorpresa verte por aquí, Duquesa —comentó la Baronesa con una sonrisa que no llegaba a sus ojos—. Supongo que es difícil encontrar tiempo para viejas amistades cuando una lleva... una vida tan ocupada.

—Violett es como una hermana para mí, siempre haré tiempo para ella —respondió Lavender con una sonrisa amable, aunque sentía el veneno oculto tras las palabras de Meredith.

—Oh, claro, claro. Violett siempre ha sido tan dulce con... todo el mundo. —La Baronesa hizo una breve pausa, evaluando a Lavender—. Pero ya sabes, hay cosas que una joven dama debe aprender, sobre todo cuando proviene de una familia... adecuada. Estoy segura de que entiendes a lo que me refiero.

Lavender sintió cómo las palabras de la Baronesa la golpeaban con sutileza, pero no le daría el placer de mostrar incomodidad. Mantuvo su expresión serena.

—Por supuesto, la educación es fundamental. Y Violett ha tenido una excelente, estoy segura de que brillará donde quiera que esté —respondió con tono suave.

—Oh, sí. —Meredith se inclinó hacia adelante, como si estuviera a punto de compartir un gran secreto—. De hecho, ahora mismo está en una... visita especial. Conociendo a ciertas personas. Uno nunca sabe cuándo se podría concretar un... acuerdo ventajoso, ¿verdad? —Su tono era despreocupado, pero la insinuación era clara.

Lavender sintió una punzada en el estómago. Un matrimonio arreglado. Pobre Violett, pensó. Pero no lo mostró en su rostro.

—Es maravilloso que Violett esté conociendo personas que podrían hacerla feliz —dijo, midiendo cuidadosamente cada palabra—. Espero que todo esté siendo de su agrado.

La Baronesa sonrió, aunque sus ojos mostraban una fría superioridad.

—El agrado es algo que llega con el tiempo, querida. Lo importante es la posición y el futuro que se construye. Eso es lo que verdaderamente importa para una dama... y su familia.

Lavender sintió que la conversación llegaba a un punto de incomodidad insoportable, pero no permitiría que Meredith la sacara de quicio. Sabía que lo que decía iba dirigido a ella, que la Baronesa seguía viéndola como una joven inapropiada para el lugar que ocupaba, pero eso no importaba. Lo único que le preocupaba era Violett.

Finalmente, tras unos minutos más de intercambio forzado, Lavender se despidió sin haber averiguado mucho sobre el paradero de su amiga, solo las vagas insinuaciones de Meredith. Al salir de la mansión Wagner y subir a su carruaje, miró por la ventana mientras se alejaba.

—Un matrimonio arreglado —murmuró para sí misma, con el ceño fruncido. El pensamiento de que Violett estuviera atrapada en un destino que no deseaba la llenaba de preocupación. Si su amiga no estaba de acuerdo, Lavender sabía que haría lo que fuera para ayudarla.

—Si necesitas mi ayuda, Violett... te la daré sin dudarlo —susurró, mientras el carruaje la llevaba de regreso al Ducado.

No permitiría que su querida amiga se viera obligada a un destino tan cruel.

1
Arely Castañeda
por fin
ojalá ya Silver de sus pretensiones y nuestra protagonista ya deje de lado a esos imbeciles
Claudia Patricia Cruz Saa
Tenía que haber los felicitado por el embarazo, como golpe de gracia
Yani❤️
Aurora, haz que se sepa de su embarazo si/Sob/ que sea ahí en la ceremonia y que el hijo lo sea de el traidor ese /Grievance/
Magnolia Ruiz
Se lo merecen por ser tan Ratas 🤪😂
Topy71 🇦🇷
En tu cara Maxon 🤭🤣🤣🤗
Gabriela Alejandra Badia
1° paso en falso. la soberbia le pasará factura
Topy71 🇦🇷
Si bueno, pero que los delate adelante de todos los sinvergüenzas que son, también a los religiosos por dir así, corruptos y mentirosos
Ginebra
Tomala violett jajaja... Q más pasara..? Xfa autora más capítulos jejeje. Gracias. Hermosa historia. /Smile//Casual/
Laura Aguado
👏👏👏👏
Viviana Maldonado
esa mujer no veoq pasa o tiene unnuro enla vista?muchas coincidencias y cambios de humor de la amiga .un ciervo es poco a comparación de lavendrr
axvr~😝
me encanta 😊😍 me fascina esta muy buena tu historia más capítulos por favor 🙏/Drool//Drool//Drool/
Ginebra
Excelente
Ginebra
Pues no pienses tanto príncipe y a darle a los traicioneros con ganas... 🩰🩰🩰
Miurell Mendez
Excelente
Yani❤️
Maravilloso
Yani❤️
excelente historia, espero ver más capítulos pronto
Jadella🦋
Empieza por desenmascarar a esa partida de VIII rastreros
Sandra
excelente
Flor Rui3
espero que si hermana del príncipe lo ayude a acercarse a su linda dama
Jenifer 🤓💫
ojalá se arruine tanto que se arrepientan de todo lo que le hicieron 😤
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