Ajaw Y Las Discípulas

—Muy bien señoritas, lo que tienen que hacer es muy sencillo. Van a cerrar sus ojos y dentro de ustedes verán una flama a la altura de su pecho. Esa es su energía y verán que tiene un color característico. 

Ajaw se movía de un lado a otro caminando mientras sus discípulas estaban en fila poniendo atención a las instrucciones. 

—La energía tiene esa forma porque se va oxigenando, creciendo y bajando simultáneamente. Pero no significa que esa sea su forma verdadera, lo que tienen que hacer una vez que lleguen a ella es conectarse y tratar de manipular su forma, después la harán salir al exterior de manera que puedan controlarla haciendo que pase por todo su cuerpo. La respiración es muy importante, cierren sus ojos físicos y déjense llevar a su interior, conozcanse.

Las discípulas no perdieron el tiempo, habían aceptado ya más confiadas aprender de aquel gran brujo viéndolo como la gran oportunidad que habían estado esperando para adentrarse en el mundo espiritual. Las cinco cerraron sus ojos y cada una hizo lo suyo siguiendo las instrucciones de su nuevo maestro. 

El ambiente estaba tranquilo, solo se escuchaba el sonido del viento chocando con los árboles y algunas aves cantando pero nada podía impedir que se concentraran profundamente para lograr la actividad.

En poco tiempo las chicas se emocionaron al lograr ver esa flama que le había mencionado. 

—¡La veo!, ¡Es azúl!, ¡Increíble!—Fueron algunas de las frases que salían de sus bocas al tener éxito conectándose con sus cuerpos.

—Muy bien chicas, no se relajen ahora traten de moverlas, siéntala, disfruten de ella y cuando estén listas háganla salir.

Las jóvenes estaban muy entretenidas en la actividad, brillaban de felicidad al entrar en ese nuevo mundo con el que habían soñado. Pero al intentar dar el nuevo paso la frustración llegó al no poder completarlo.

—¡Casi lo logro!—Comentaba Edith al abrir los ojos.—La sentí ahí, muy latente pero al querer hacerla salir se cortó.

—Me pasó igual.—Comentó Angy igualmente un poco desanimada.—La pude ver y conectarme, pero no me fue posible hacerla salir.

—No se desanimen.—Dijo Ajaw al ver que sus alumnas abrían los ojos después de no poder lograrlo por completo.—Es un gran avance, nadie lo logrará al instante. Digamos que solo un brujo modelo lo consigue a la primera, los demás tardan de una semana a un año aproximadamente. Otros más nunca lo logran.

—¿Se supone que eso debe animarnos?—Luz preguntaba muy desilusionada.—¿Usted en cuánto tiempo lo logró?

—No me gusta hablar mucho de mí, pero yo lo logré al primer minuto.—Respondió con voz y acciones lo más humilde que pudo.

—Vaya, eso es muy sorprendente.—Dijo Rachel al escuchar eso.—Debes de ser un verdadero prodigio.

—No se trata de eso…—Interrumpió lo que estaba a punto de decir pues se percató que una de la chicas lo seguía intentando y la miró. 

Mona no había abierto los ojos y tampoco se daba por vencida aún, en su intento por sacar su energía. Las otras chicas también la voltearon a ver cuando se percataron de su insistencia.

—Mona, ¿Te encuentras bien?—Preguntó un poco desconcertada Angy acercándose un poco. Pero no obtuvo respuesta alguna.

Ajaw la observó fascinado creyendo que lo lograría en algún momento, se emocionó pues de lograrlo estaría hablando de una chica muy talentosa.

Ella seguía frunciendo el seño y respirando profundamente, se notaba a leguas que se estaba esforzando.

Después de unos momentos de espera pudo por fin lograr su objetivo, una hermosa energía de color morado salió de su cuerpo haciendo que esta la rodeára, después comenzó a hacer figuras como círculos, llamas, cuadrados y óvalos. Este evento duró aproximadamente un minuto el cual fue el tiempo capaz de mantenerla afuera. 

—Wow, eso es increíble, se ve muy hermoso.—Comentaban maravilladas sus compañeras. Lo cual le motivó a abrir sus ojos para verla por ella misma, pero al hacerlo perdió la concentración y la energía regresó a su interior

—¡Muy bien, eso fue muy bueno!—Dijo Ajaw mientras aplaudía sutilmente.—Has logrado un buen avance pero no te confíes, la práctica hace al brujo.

—Me hubiera gustado conservarla más pero no pude hacerlo.—Mona estaba sumamente emocionada por lo que había logrado y sentido.—Claro que me voy a esforzar y le agradezco mucho haberme mostrado este camino, es lo que siempre quise experimentar.

Ajaw se acercó mucho a ella, a un grado de considerarse invasión al espacio personal, se agachó un poco para susurrarle al oído. 

—Eres una chica muy talentosa.

Mona se sonrojó mucho y no pudo evitar ponerse nerviosa con sus palabras y su acercamiento, se quedó paralizada hasta que su nuevo maestro se alejó nuevamente dándoles la espalda.

En ese momento Edith se sintió motivada y lo volvió a intentar. Cerró sus ojos presionando fuertemente sus puños. Respiró profundo y decidió seguir las instrucciones nuevamente. Para sorpresa de todas ella logró sacar su energía, era color naranja muy brillante. Desafortunadamente solo duró unos momentos pero Ajaw le aplaudió con mucha satisfacción.

—Cosas y aprendizajes como estos son los que les puedo proporcionar, confíen en mí y haré de ustedes unas grandes hechiceras, pero se tienen que comprometer. Es un entrenamiento muy duro. ¿Están listas para tomar el reto?

—Claro que sí,—dijo Rachel con una gran sonrisa—yo jamás me perdería la oportunidad de pulir mis dones aprendiendo del brujo más poderoso de todos los tiempos, me siento honrada.—Vaciló un poco al reírse.—Y ser su consentida, ¡Que mejor!

Ajaw y las demás sonrieron, ellas también dieron su afirmativa respuesta y se honraron en comenzar su aprendizaje al lado de su nuevo maestro.

—Muy bien—dijo Ajaw muy motivado para con sus nuevas aprendices,—ahora podemos pasar a la parte teórica un poco. Siéntense en el pasto un momento.

Las cinco chicas motivadas hicieron caso al brujo y se sentaron en posición de loto para escuchar.

—Hay muchas cosas que tienen que empezar a conocer sobre la espiritualidad antes que intenten lanzar hechizos o cosas más fuertes.—Tenía una pequeña vara de madera con la que señalaba las cosas, parecía que se concentraba mejor al hacerlo para dar su explicación.—Lo que acaban de conocer es el principio básico de cualquier cosa y de todos los caminos espirituales; estoy hablando de la energía.

Las jóvenes alumnas estaban muy motivadas, el brillo en sus ojos era muy notorio al escuchar todo lo que decía el exponente. Imaginaban cada una de sus palabras trasladándolas a su interior.

—El núcleo principal del universo. Toda la composición, incluidas las grandes cosas pero también las pequeñas, tienen una energía que las hace únicas y especiales. Esta energía puede variar en color, sensación, emociones, texturas, en fin, un número muy amplio de combinaciones. Mona y Edith pudieron ver y sentir esa energía pero lo que necesita es recordar cada una de las características que esta tiene. Por eso empezamos con ese ejercicio porque es la base para todo lo que veremos más adelante, es el inicio del camino.

—Entonces, ¿cómo podemos controlar esa energía?—Edith preguntó muy seria. 

—No puedes controlar algo que no puedes comprender, por eso debes entender que estamos haciendo, sentir la energía, comprenderla, conectarte y por supuesto después controlarla.—Ajaw la miró profundamente, no fue una mirada normal como cuando te diriges a alguien, él estaba viendo nuevamente en el interior de su alma, algo le intrigaba en ella.

—¿Este ejercicio es la única forma que tendremos para comprender nuestra energía?—Continuaba con las preguntas Edith quien de todas era la más hambrienta por aprender lo más rápido posible.

—Asi es mi querida alumna, por eso este día no se irán a casa hasta que logren sacar su energía y puedan controlarla.

—¿Pero por qué?—Se escuchó simultáneamente de la boca de las cinco chicas quienes comenzaban a quejarse por el excesivo horario.

—¡Vaya! pero que alumnas tan malas me tocaron.—Ajaw se rascaba la cabeza al mismo tiempo que cerraba los ojos.—Si ustedes logran hacerlo en este momento podrán irse, pero se están mentalizando en que es algo difícil o imposible y se están fatigando mentalmente por algo que tiene solución en este momento. ¡Esfuércense para que no se quejen!

Las chicas se plantearon ese nuevo cambio de mentalidad que Ajaw les intentaba transmitir y al mirarse unas a otras empezaron con el ejercicio.