Josefina hizo todo lo posible por llevar un matrimonio feliz, pero Franco no ponía nada de su parte, era celoso y posesivo. Todo tenía un principio y un fin, ¿será que podría conservar su matrimonio?
NovelToon tiene autorización de Maria Esther para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Xóchitl y Karla amigas inseparables
A propósito, ¿por qué no vino Franco contigo?
Fue hacer un depósito al banco, no lo veré hasta mañana.
Bueno, hija, vamos a cenar.
Cuando terminaron de comer Josefina y Mireya se fueron a la sala de estar a ver una película.
Oye hija, me da mucho gusto que tu bufete haya tenido mucho éxito.
Sí mamá, Marlene, está creciendo mucho y voy a tener que extender más el local ya no caben los abogados, dijo Josefina con una sonrisa.
Hemos tenido mucho trabajo, madre, casi toda la gente anda demandando ahora. Hemos ganado muchos casos, pero también hay otros que se pierden. En el futuro haremos todo lo posible para no perder ningún caso.
Yo sé que lo vas a lograr porque eres muy eficiente, hija.
Gracias, mamá Marlene. Si no hubiera sido por ti nunca lo hubiera logrado.
No digas eso, hija, tú has salido adelante por tus propios medios.
Lo sé, madre, pero tú me has apoyado en todo momento nunca me ha faltado tu mano alentadora. Has estado conmigo desde que mi madre Isabel me ha abandonado.
Por cierto, ¿qué ha sido de ella?, ¿no la has vuelto a ver?
Ella quiere que la vaya a visitar, pero la verdad, no me nace.
Bueno, yo no te puedo decir lo que vas a hacer, solo tú y tu corazón sabrán, pero quieras o no ella te ha cuidado desde que eras una bebé, fue tu primera madre la que te ha querido a su manera.
Está bien, un día de estos iré a verla.
Mira, ya empezó la película.
Ambas mujeres se enfrascaron en la película, realmente Josefina estaba muy cansada y estaba disfrutando de esa noche con Marlene viendo una buena película.
Como Josefina no estaba acostumbrada a desvelarse tanto se quedó dormida a mitad de la película.
Marlene la cobijó, apagó la tele y la dejó dormida ahí en el sillón. "Al rato se despierta y se va a su cama", pensó.
.
.
En una colonia cerca de donde vive Franco, una mujer joven platicaba con su amiga.
Bueno, hemos llegado, me dedicaré a buscar a Franco, él no me puede abandonar así como si nada.
Xóchitl, él terminó contigo antes de venirse para Monterrey.
Ya lo sé, Karla, pero de ninguna manera le voy a permitir que me abandone él es mío y nunca será de nadie más.
Aquí en Monterrey hay bastantes hombres guapos y mucho mejores que ese Franco puedes encontrar cualquier otro.
No me interesa ningún otro yo quiero a Franco y se acabó.
Por favor, amiga, no puedes endiosarte así con él, seguramente ya tiene otra novia.
Pues más le vale que no sea así porque juro por mi madre que está en la gloria de Dios que no voy a permitir que se case con ninguna otra mujer.
Karla sintió miedo de la mirada perdida de su amiga. Esa mirada ya la había visto en otro rostro cuando su madre estaba enferma de esquizofrenia y murió a causa de eso.
Y como si Xóchitl hubiera adivinado sus pensamientos, dijo:
Y no estoy loca si es eso lo que estás pensando.
Karla la vio, estaba muy asustada por dejar entrever sus pensamientos.
"¿Cómo se dio cuenta de lo que estaba pensando?".
Vámonos de tiendas, necesito ropa nueva, zapatos, en fin una variedad de cosas. No me puedo presentar ante Franco así como estoy.
Pero pues, ¿qué te preocupa si estás muy hermosa?
Pues sí, pero me hacen falta más cosas.
Está bien, Xóchitl, vámonos pues.
Las dos chicas iban muy divertidas visitando todas las tiendas.
Mira, este vestido me encanta ¿cómo lo ves?
Ay, amiga te queda muy bonito.
¿Tú crees que Franco me pueda ver con otros ojos si me presento con este vestido ante él?
Por favor, Xóchitl, deja de pensar en Franco, tú vales por ti misma. Eres una gran administradora.
Sí, Karla, pero acuérdate que yo solo estudié eso por estar cerca de él. A mí me llamaba más la arquitectura, pero por él estudié administración. ¿Y todo para que?, ¿para que él me abandonara la primera?
Amiga, su noviazgo estaba predestinado al fracaso, Franco no te ama.
Eso dice él, pero yo no le creo, la manera en como me besaba me decía otra cosa. Además, estuvimos a punto de estar juntos, pero se detuvo en el último momento diciendo que no me amaba y se fue.
Razón de más para que te olvides de él. Mejor consíguete otro novio que aquí hay bastantes hombres.
Sí, pero como te dije ninguno como Franco.
¡Ay, pero que necia!, ¿por qué las mujeres nos empeñamos en un hombre que no nos ama?
La vida es así de injusta, el que te quiere no lo quieres y al que amas no te ama. Cosas de la vida. Pero yo estoy dispuesta a luchar hasta el último momento por él.
Pues bueno, haz lo que te dé la gana es tu vida la que vas a echar a perder. Yo por eso no tengo novio ni pienso tener en un buen tiempo.
Tú no tienes novio porque ningún hombre te ha buscado para eso, porque eres una mojigata.
Mojigata, pero no ando de arrastrada con un hombre que no me ama.
Pues yo te voy a demostrar que Franco sí me ama, todo es cuestión de darle una oportunidad.
Xóchitl y Karla eran amigas de la universidad, pero a leguas se veía que se diferenciaban en el carácter no tenían nada en común.
Mientras que una era muy atrevida la otra era más tranquila y recatada. Parecía ser la conciencia de Xóchitl.
Pero, obvio, Xóchitl no le hacía caso, los consejos de su amiga le entraban por un oído y le salían por el otro.
Ella buscaría a Franco aunque en ello se le fuera la vida.
Las dos chicas vivían juntas, compartían todos los gastos.
Llegaron a su casa cargadas de bolsas. Ambas habían comprado muchas cosas.
A pesar de que siempre estaban discutiendo eran las mejores amigas.
Ellas se conocían desde pequeñas, ambas estaban en un orfanato, y tuvieron la oportunidad de estudiar juntas.
Las dos estudiaron la misma carrera, pero Xóchitl solo lo hizo para estar con Franco, y Karla porque a ella si le gustaba eso.
Xóchitl investigó la dirección de Franco, hasta que dio con ella.
Dos días después ella y Karla fueron a dicha casa.
Obvio, Franco no estaba ni Yolanda, ya que ambos se encontraban en sus respectivos trabajos.
No está, ¿qué hacemos?, preguntó Xóchitl.
Irnos a casa, de todos modos ya perdimos el día de hoy en el trabajo.
No quiero irme, necesito hablar con Franco.
¿No entiendes que no está?
Tiene que regresar en algún momento.
Pues sí, pero como puede regresar, como no.
Si quieres puedes irte, yo me quedaré otro rato.
Karla quería tomarla del brazo y obligarla a acompañarla a casa, pero lo pensó bien y la dejó sola.
Ya iba rumbo al coche cuando ella la alcanzó, espérame, me voy contigo, mañana volveré.