¿Disfrutarias de ser mirada por un extraño? ¿y si, solo fuera producto de tu imaginación? ¿Te provocaría morbo o miedo?.
Está es la historia de Madisson, luego de salir de una relación donde quedó rota emocionalmente. ¿Será su imaginación haciéndole una muy mala jugada?
Novela +21
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Cap 10. Cena de Celebración
La tenue luz en la calle al anochecer eran hermosas, pero melancólica. Los edificios brillantes con sus luces parpadeantes Maddi, se frotaba sus brazos cruzados sobre sí.
Diego estacionó su carro fuera del restaurante y deslizó su mano hasta el hombro de Maddi, para abrazarla.
Ella sintió sus mejillas calentarse, él se retiró y la miro a sus ojos y pregunto
-¿Estás segura de que sea buena idea?
-No, puedo seguir huyendo, y es la reunión de funcionamiento de ambos periódico.
-¿Sabes que él estará con su nueva novia?
Maddi, trago grueso agarro una bocanada de aire antes de responderle a Diego.
-Lo estaré porque tú estás conmigo.
-¡Perfecto! Y estás preciosa.
Era la cena de la celebración de la unión del periódico el Milenio y La Exclusiva, a eso se había dedicado Anthony, al papeleo de ambos directivos todo se hizo con una rapidez. De aquella asociación de ambos periódico dependía la estabilidad de trabajo de los trabajadores de Milenio.
Y hay estaba Maddi, en la cena de celebración vestída con un vestido verde que no usaba brasier Diego, miro discretamente y apretó sus labios sacudiendo sus pensamientos lujurioso con Maddi, con ella solía ser demasiado blando ni el mismo se reconocía.
Antes la sociedad era el ejecutivo general de Construcciones Milenio Gold, abreviado como C.M.G, era una constructora como mucha ampliación a nivel nacional e iniciando a internacional con un bajo perfil que se usaba como la principal fuente de lavado de dinero de sus verdaderos negocios.
Cuando Nathalia, su madre fue ingresada al psiquiátrico Ignacio Fuente, bajo el diagnóstico de pacientes esquizofrenico, no tuvo más opción que formar parte de los negocios ilícito de Máximo Gibson. Fueron años bastante difíciles, pero si quería el suficiente dinero para darle la calidad de vida a su madre cualquier esfuerzo sería insignificante. Fuera de que seguía tras la búsqueda del malnacido que destruyó la vida de su mamá y la de él, no tendría ninguna piedad al llegar con el.
Se consideraba frío, meticuloso, desconfiado con una vida social casi inexistente, seguía siendo totalmente impulsivo en ciertas situaciones odiaba que le llevarán la contraria con objetivo claro de venganza por lo ocurrido con su mamá.
Maddi, había sido su mayor pilar en mantenerse lucido tras la tragedia de Ami, aunque eran unos niños solo ella se mantuvo firme a su lado a pesar de su rechazo al principio. No podía olvidar nada de aquello.
Desde que se enteró que Anthony, la engañaba se mantuvo a la expectativa si ella volvería, él no la dejaría en su momento más vulnerable.
Los años habían cambiado a Maddi, ya no era la niña flacuchenta con la que creció era una mujer hermosa con una seguridad hundida por la traición de ese sinvergüenza, pero el sabía lo valiosa qué era su amiga.
Está nueva Maddi, despertaba una necesidad de ella que nunca antes tuvo, pero no sería capaz de jugar con ella, nunca fue de relaciones estables todo se refería a vivir el momento sin ningún tipo de atadura y su Maddi, era de todo o nada en ese sentido...
Maddi, beso su mejilla y el bajo del carro le abrió la puerta y entraron al restaurante era la cena de celebración de la función de el periódico donde trabajaba Maddi, con la competencia y era Anthony, el encargado de los asuntos legales.
Anthony, llegó del brazo con Danna Alarcón, su novia, ella bajo ninguna circunstancia aceptaría que Anthony, fuera solo, el debía mostrarle que estaba comprometido con su trató o no le temblaría el pulso de hundirlo junto a su padre.
Danna, era elegante una mujer despampanante que robaba miradas, segura de sí misma con una personalidad fuerte y debía serlo en el ambiente que se movía no podía permitirse ser débil. Llegó con un hermoso vestido lila largo con su cabello recogido en un discreto moño Danna, destilaba seguridad a su paso y sabía que ese amor que sentía por Anthony, era correspondido aunque él aún no lo aceptaba, él con ella no tenía que fingir ni ser sutil, no tenía que tratar de doblegarla a su medida, ella era lo que él gustaba de una mujer aunque era difícil aceptarlo. Ella no perdía tiempo de darle guerra para defender sus ideales antes él y mundo si era posible.
La parte alta de restaurante fue reservado exclusivo para la cena de celebración de la función de ambos periódico
-¡No puedo creer el cinismo de haber traído a esa zorra!, cuando lo de ustedes está tan reciente, susurró Lisset, al oido de Maddi
-¡Lisset, controlate! No, vale la pena.
-Claro que no lo vale. Lisset se levantó con su copa en su mano caminó con paso firme cerca a la mesa de Anthony, con todo el ejecutivo directivo de ambos periódico y derramó parte de su copa sobre el hombro de Danna.
-¡Dios mío! Cuánto lo siento, no estoy acostumbrada a usar tacones y casi caigo. Disculpa preciosa.
Anthony, se paró al lado de Danna, fulminando a Lisset, con su mirada. La conocía muy bien sabiendo que todo fue a propósito.
Danna, se levantó y tomo del brazo a Anthony, hablando en dirección de Lisset.
-Descuida princesa, está bien. Igual noto que todo aquello fue a propósito, pero Danna, sabía reaccionar bajo presión y ese no era el momento, pero le desconcertó la actitud tan protectora de Anthony. Él la miro y pregunto
-¿Estás bien?
-No, fue nada, sigamos.
Lisset se retiró, Maddi, sintió deseo de ir arrastrar a Lisset, sintiéndose avergonzada, pero Diego se lo impidió.
La cena transcurrió sin mayor inconveniente...
Maddi, fue hasta el balcón con Diego, mirando todo desde su altura. Se mantuvo callada mientras él hablaba por teléfono, parecía coquetear, se mantuvo escuchando hasta que él finalizó su llamada.
Él se acercó a ella hablándole
-Vamos adentro hace mucho frío.
-¿Chavi, tienes novia?
-¡No! No, tengo ninguna relación oficial. Disfruto más de lo casual y cuando se acabe la adrenalina pasar de esa a otra sin ningún drama.
Maddi, acortó su distancia con Diego y trató de besarlo, pero el esquivo su beso y agarro sus manos
-¿Maddi? No,creo sea buena idea.
-¿Diego?
-Maddi, te adoro, pero no quiero lastimarte.
Maddi, se pegó más a su cuerpo, y Diego agarro su mano y la coloco sobre su pronunciada excitación.
-Maddi, no juegues con fuego.