Reencarné Del Siglo XXI Al Pasado

Mientras Alexa estaba en el pueblo tratando de encontrar la causa de la enfermedad, en el palacio en el salón imperial se encontraban el duque Estéfano Ferrer, su majestad el rey Felipe y su majestad la emperatriz Sofía, conversando sobre cómo Alexa partió al ducado de Cornualles sin permiso de nadie.

El rey Felipe, con una sonrisa en el rostro, comentó a su hermano Estéfano: "Estéfano, cada día estoy más asombrado por las cosas que hace mi sobrina Alexa. Realmente no sé si estar orgulloso o asustado jajaja". Estéfano, mirando preocupado a su hermano, respondió: "Pues yo estoy preocupado por su seguridad. Es solo una niña de 11 años y no mide las consecuencias de sus actos. Y uno de los principales culpables de que sea así eres tú, hermano, por permitirle usar la espada todo el tiempo la conscientes".

La emperatriz Sofía, en silencio hasta ese momento, observaba a los dos hermanos hablar sobre Alexa Ferrer. "Desde hace 6 años, después del accidente con el caballo, he notado que Alexa parece más madura para su edad. En su momento no me acerqué a ella por su pérdida de memoria, pero con el pasar de los años noto que no le interesan las fiestas de té. Le he enviado varias invitaciones y siempre las rechaza. Lo único que le interesa es la política medicina y otras cosas", comentó Sofía.

Al otro lado en otro Reino BOSNIA , en un ducado de ese reino, se encontraba el segundo príncipe Diego que se enteraba de la enfermedad del pueblo Cornualles y la decisión de Alexa de ir a ayudar a los habitantes de dicho pueblo.

alexa Ferrer 11años al fondo algunos enfermos del pueblo

Mientras tanto, en el ducado de Cornualles, Alexa estaba concentrada anotando los síntomas que presentaban los enfermos , se encontraba inmersa en sus registros, un grito agudo la sacó de sus pensamientos. Levantó la mirada y vio a uno de los soldados del reino tirado en el suelo, retorciéndose de dolor. Los demás soldados que lo rodeaban parecían confundidos y asustados, sin saber cómo ayudarlo.

Sin dudarlo, Alexa corrió hacia donde se encontraba el soldado y se arrodilló a su lado para examinarlo. Notó que tenía la piel pálida y sudorosa, además de presentar dolor de garganta, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y una gran debilidad. Un escalofrío recorrió su espalda al darse cuenta

de que los síntomas eran los mismos que los que aquejaban a los habitantes del pueblo. Es l misma enfermedad que está afectando al pueblo", dijo Alexa en voz alta. Los soldados la miraron con sorpresa y temor. "Tenemos que actuar rápido, debemos impedir que se propague la enfermedad", continuó.

Alexa pidió a los soldados que se apartaran y comenzó a preparar una mezcla de hierbas y medicamentos que había traído consigo. Con manos expertas, aplicó un ungüento en la frente del soldado y le dio una poción para beber para estabilizarlo.

Los soldados la miraban agradecidos por su rápida reacción y sus habilidades medicinales

alexa y soldados de reino

Mientras atendía al soldado, Alexa se sumió en un sueño profundo y vívido. En medio de su ensoñación, recordó fragmentos de su anterior vida como Escarle Rouss en el siglo XXI. Recordó una enfermedad llamada difteria, que también provocaba los mismos síntomas que la enfermedad que asolaba al ducado en ese momento.

En su sueño, recordó que el tratamiento para la difteria incluía el uso de antibióticos y una antitoxina que neutralizaba la toxina diftérica. También recordó que existía una vacuna disponible para prevenir la enfermedad. Al despertar, Alexa se encontraba nostálgica por el recuerdo de su vida pasada y por la revelación de la posible solución para la enfermedad que aquejaba al Reino cristal.

Decidida a poner en práctica sus conocimientos, Alexa se dispuso a recrear el tratamiento para la difteria en el siglo XIX. Comenzó a buscar hierbas y componentes que pudieran actuar como antibióticos naturales, y a experimentar con diferentes mezclas y combinaciones para crear una antitoxina que pudiera ayudar a los enfermos.

Mientras trabajaba en su laboratorio improvisado, el misterio y la intriga se apoderaban de ella. No sabía si su tratamiento sería efectivo, si lograría detener la propagación de la enfermedad o si sería capaz de salvar a todas las personas afectadas. Sin embargo, su determinación la impulsaban a seguir adelante, sin rendirse ante la adversidad.

Días después, la noticia se extendió por todo el Reino: de cómo en el ducado Cornualles una enfermedad cobro varias vidas y que la hija del duque estéfano la señorita Alexa había encontrado un tratamiento efectivo para la misteriosa enfermedad que había afectado no solo a los habitantes del pueblo sino también al los soldados.la epidemia fue contenida y la salud de los enfermos comenzó a mejorar.

Alexa se despidió de ellos con lágrimas en los ojos, prometiéndoles que volvería a visitarlos y ayudarlos en lo que necesitaran.

Mientras tanto, en el palacio imperial, el rey Felipe, el duque Estéfano y la emperatriz Sofía seguían debatiendo sobre el futuro de Alexa y cómo los nobles seguían queriendo comprometerla con sus hijos

Al regresar al palacio, Alexa fue recibida por su padre con una mezcla de furia y orgullo. Estéfano Ferrer la regañó por su irresponsabilidad, pero no pudo ocultar la admiración que sentía por su hija. La Emperatriz Sofía también la felicitó por su valentía y determinación, reconociendo su nobleza de corazón.

Valentina la abrazó con lágrimas en los ojos, agradecida de tener de vuelta a su señorita sana y salva. Alexa sonrió, sabiendo que había tomado la decisión correcta al ayudar a los más necesitados, sin importar las consecuencias.

Desde ese día, durmió por varios días seguidos se encontraba agotada física y mentalmente, pero feliz Y aunque su viaje al pueblo del este había sido peligroso y desafiante logro salvar muchas vidas...