Un Demonio

Al salirme de bañar, me seco el cabello, para no enfermarme. Me visto con el vestido que escogido y salgo a cenar con Tobías.

Tobías ya tiene todo listo, sin embargo, noto que habla por celular con alguien, por la sonrisa en sus labios, me doy cuenta de que es alguien muy importante para él.

____ Iré ahora mismo, te extrañado montones. ____ Escuchó que dice.

Me imaginó que debo cenar sola, bueno, ya me había acostumbrado a cenar con él, sin embargo, no puedo ser egoísta con él, Tobías sea portado tan lindo conmigo que ya no le puedo exigir más de lo que me ha dado.

Al terminar de hablar, Tobías me ve.

____ Lo siento, hermosa. Debo dejarte sola por unos días, mi novio llega de viaje y me ha invitado a pasar unos días con él a su departamento. Pasará por mí en una media hora. Debo recoger un poco de equipaje y salir corriendo.

Tobías me explica rápido lo que pasa, solo puedo sonreír por él, me alegro mucho qué él si pueda ser feliz al lado del hombre que ama.

Hace aproximadamente unos dos meses, Tobías conoció a un chico de piel morena oscura. El chico es guapísimo, alto, bien formado, cuerpo atlético, y tiene algo muy grande que vuelve loco a Tobías.

Sin duda es el hombre ideal para Tobías, y lo mejor de todo, es que es dueño de una empresa de bienes raíces. Es el hombre perfecto para mi amigo.

____ De acuerdo, que pases una noches inolvidables. Yo me quedaré aquí a cuidar lo que tanto te ha costado tener. ____ Dije en voz alta.

Recorrí la silla a lado de la mesa, antes de sentarme, me serví un poco de comida. Tomé el tenedor a mi lado y probé un poco de comida. El sabor era delicioso, cerré mis ojos, para disfrutar un poco más del sabor.

Es algo tan rico que se derrite mi boca por el inmenso sabor a crema. Me gusta tanto que sigo comiendo, sin darme cuenta de que casi me he terminado la mirad de la porción.

Pasé una servilleta por mis labios.

____ Me voy, por favor, portate mal, si sales en busca de otro bizcocho como el que te cenaste aquella noche, te hará muy feliz y a tu hijo también.

No puedo con las incoherencias de Tobías. Lo golpeo tan fuerte como puedo del hombro.

____ Tobías, debes comprar muchos preservativos, te quiero sano. ___ Le dije mientras le doy un beso en la mejilla.

____ ¡Lo haré! ¡Lo haré! ___ Me dice cerrando la puerta detrás de él.

Me dejé caer en la silla. Me serví otra poca de comida, este bebé es muy comelon, todo el tiempo tiene hambre y su madre debe sacrificarse.

En cuando nazca deberé escribirme en un gimnasio para volver a tener el mismo cuerpo que antes. Por ahora voy a aprovechar de toda la comida posible.

Al terminar la cena, lave los platos y los dejé acomodados en su lugar. Veo la tele por un rato, preparé palomitas de mantequilla, al pasar de las horas volví a la recámara.

Eran más o menos las 12:30 de la madrugada cuando de pronto escuche el timbre de la puerta.

Al principio, pensé que era algo sin mucha importancia. Algún borracho que se haya equivocado de departamento, sin embargo, la insistencia con la que llama a la puerta es mucha.

Me levanté de la cama suavemente, tomé la bata de color rosa que tenía a un lado de la cama, me puse las pantuflas y salí del dormitorio.

Seguían llamando a la puerta. El timbre me tenía harta, antes de abrir me asomo, sin embargo, no veo a nadie.

Me doy la vuelta, estaba segura de que fue un borracho sin importancia. No di ni dos pasos cuando de nuevo escuchó el timbre.

Furiosa, tomé algo con que defenderme. Abro la puerta y me quedó helada al ver al hombre fuera.

El objeto se desliza por mis manos, parpadeo continuamente, no podía creer que delante de mí estaba Cristian, el hombre del cual me he enamorado como una loca.

Sin pensarlo dos veces me arrojo a sus brazos, mis manos se colocan detrás de su cabeza, uní mis labios a los de él.

El beso solamente dura unos segundos. Me separó de él, mirando su cara aturdida. Me ve de arriba abajo; su mano se coloca en mi vientre.

_______ ¿Estás embarazada?! ____ Me pregunta de una manera muy fría.

Me doy cuenta de que no le ha hecho nada de gracia saber que será padre. Me alejó de él, y digo.

_____ Te has desaparecido por meses. Me hubiera gustado que fueras el primero en saberlo.

Su cara no cambia ni un poco, sus puños ejercen fuerza, escuchó con claridad su mandíbula rechinar.

____ ¡No, no puedes dar a luz! ____ Entra al departamento y cierra la puerta violentamente detrás de él.

El miedo se apodera de mi cuerpo, nunca pensé que fuera a reaccionar de esta manera tan agresiva.

____ Vete, no quiero saber de ti. ¡Haz de cuenta que no existimos! ____ Señalé la salida.

Cristian se acerca a mí, me agarra de los brazos y me abraza a su pecho. Esa acción por parte de él, me confunde.

____ No puedes tener ese hijo, no quiero perderte.

No dejo que termine de hablar, con cada una de sus palabras me destroza el corazón. Esperaba otro tipo de reacción de su parte, que estuviera feliz de ser padre, sin embargo, me he llevado la peor desilusión de toda mi vida.

Las expectativas que tenía con él eran demasiado altas. Lo empujé con fuerza hacia atrás. Pongo mis manos entre nosotros.

_____ ¡Vete!

______ ¡No quiero volver a saber nada de ti!

Cristian se lleva las manos a su rostro, se ve desesperado. Aunque, lo amo intensamente, prefiero tenerlo alejado de mí, no sé si le pueda hacer algo a nuestro hijo.

_____ No quiero que te suceda nada a ti... Te amo, Lisa. ____ Dice con fuerza y enojo.

____ Sí me amas tanto como dices, dejame ser feliz con nuestro hijo.

____ Te costará la vida. ____ Me responde con la voz rota.