En su nueva vida tras transmigrar a la novela, esta mujer, hija de un general y fallecida en batalla, se encuentra con una segunda oportunidad para perseguir sus sueños postergados.
Con determinación y valentía, decide usar su experiencia militar y su perspectiva única para no solo sobrevivir en este nuevo entorno, sino también para hacer un destino que refleje sus verdaderos anhelos y ambiciones.
Desafiando las expectativas impuestas por el guion original, y navegando por relaciones complejas con los personajes principales y secundarios, ella se embarca en un viaje de autodescubrimiento y redención, decidida a dejar una marca imborrable en la trama y en su propia vida.
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capítulo 10
Capítulo 10
Victor se encontraba en su habitación frente al espejo, obsesionado con perfeccionar su imagen. Miraba su reflejo una y otra vez, buscando el ángulo ideal para dedicarle una sonrisa perfecta a Grace. Sus ojos escrutaban cada detalle de su rostro, ajustando su expresión hasta que sintiera que transmitía el encanto que deseaba.
Entre sus movimientos frenéticos, rebuscó entre los cajones de su tocador en busca de la loción perfecta. Quería estar impecable para el encuentro con Grace, eligiendo meticulosamente entre sus opciones hasta dar con la fragancia que complementara su esfuerzo por causar una impresión inolvidable.
La habitación estaba impregnada de una atmósfera animada y acogedora. Las paredes, pintadas en un blanco nítido con acentos en tonos verdes suaves, emanaban una sensación de frescura y serenidad. En el centro, una gran cama con sábanas suaves y cálidas invitaba al descanso, su cabecera majestuosa dominaba el espacio.
Un tocador elegantemente colocado sostenía la vasta superficie de un televisor enorme, contrastando con la modernidad de los ventiladores suspendidos del techo, que prometían alivio en días calurosos. El aire acondicionado proporcionaba una comodidad adicional, asegurando un ambiente siempre fresco.
A lo largo de varias estanterías se alineaban delicadas figurillas de vidrio en forma de caballos, capturando la luz con destellos sutiles. En la mesita de noche, cuidadosamente dispuestas, se encontraban fotografías de Ericka y sus dos hijos, testimonios de momentos preciados.
Esta combinación de elementos creaba un refugio personal, donde la calma y los recuerdos se entrelazaban armoniosamente, formando un refugio íntimo y lleno de vida.
Los dos hijos de víctor, también se emociones tardan ahí, se observaban mutuamente con curiosidad y complicidad.
El menor preguntó, observando con desconcierto el comportamiento inusual de su padre, "¿Papá está loco?". Sus ojos, llenos de inocencia y preocupación, buscaban comprender las acciones que pasaban frente a sus ojos.
El otro niño estuvo de acuerdo, moviendo la cabeza en señal de afirmación.
Erick, el hermano mayor, pronunció con determinación: "No importa si está loco, lo vamos a querer igual. Lo cuidaremos lo mejor que podamos en su vejez." Sus palabras resonaron con un compromiso firme.
"¡Sí!" Exclamo su segundo hermano, dejando claro su apoyo total.
Mientras tanto, Victor se sentía cada vez más frustrado al no encontrar su camisa favorita. Sin saberlo, sus hijos lo habían considerado de loco, y si se hubiera enterado, seguramente habría considerado disciplinarlos severamente. O mejor aún, dejar que su esposa se encargara de ello.
"Papá, ¿dónde está mamá?" preguntó el niño más pequeño con tristeza, extrañaba mucho a su madre. Desde que se había levantado esa mañana, no la había visto ni una sola vez.
El niño, notando que su padre no le prestaba atención, tiró de su mano con insistencia, buscando atraer su atención.
Víctor, al sentir que alguien le jalaba la mano, se asustó mucho, recordando la película que había visto la noche anterior. Dio un grito de miedo y, después de terminar de gritar, volteó rápidamente hacia su mano para encontrarse con que era Vicent, su hijo manor. "¿Desde cuándo estás aquí?"
"Entramos contigo, ¿lo recuerdas?" replicó Erick con gesto amargado. "Dijiste que nosotros te ayudaríamos en algo, pero no tenemos ni idea de qué se trata."
Víctor estaba a punto de responder cuando su segundo hijo, sentado en la cama, habló de repente:
"Tenemos hambre, ¡quiero a mi mamá!" demandó el niño.
"Vicent, tranquilo. Pronto mamá estará aquí", intentó calmar Víctor, aunque en el fondo sentía un ligero temor hacia su segundo hijo. Vincent era extraordinariamente inteligente para su edad, capaz de idear planes formidables por cuenta propia. A pesar de ser mucho mayor que él, Víctor a menudo se encontraba en desventaja en cualquier confrontación con ese niño astuto. Y al final, siempre acababa siendo reprendido como un niño por su esposa. La idea solo de pensarlo le producía un escalofrío.
Erick, ya se había acostumbrado al comportamiento de su padre, quien siempre cedía ante Vicent en todo, lo cual les despertaba curiosidad. Erick, en particular, consideraba a su segundo hermano como un bebé tierno y dulce. A veces, sentía que su padre actuaba como si estuvieran viendo a un monstruo.
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Isla privada
Un jet privado de color negro brillante destacaba por tener rosas pintadas a lo largo de sus elegantes alas, creando un contraste audaz y delicado a la vez.
Dos personas salieron del jet hacia la playa
Allí, en la playa, los esperaba un joven de tez morena, luciendo un sombrero de paja que complementaba su atuendo veraniego: unos shorts cómodos y sandalias también de paja.
"¡Bienvenidos!" exclamó el joven con una sonrisa radiante, que dejaba entrever sus dientes blancos y relucientes.
"Gracias, esperamos no ser una molestia," respondió Sarah con cortesía.
"Mi nombre es Tahira. Seré su guía durante toda su estancia en la isla."
"Yo soy Sarah y él es mi esposo George," se presentó con educación.
Tahira hizo un gesto invitándolos a seguir adelante.
"Debemos regresar, ¿qué tal si nuestra hija nos necesita?" susurró George, mientras era arrastrado por su esposa.
"Ella estará bien, y no podemos regresarnos porque acabamos de llegar", Sarah contuvo las ganas de aceptar la sugerencia de George. Extrañaba a su bebé y se le encogió el corazón al pensar en estar separadas por mucho tiempo. Sin embargo, en ese momento su esposo era quien más la necesitaba.
George vio la arena blanca bajo sus pies, tan preocupado por su hija que no había notado el agua cristalina ante sus ojos.
El guía que iba atrás de la pareja encontró divertido cómo se comportaban los que iban delante. "Tenemos varias actividades que estoy seguro les encantarán", sugirió, intentando animar a ambos.
George lo miró de nuevo y le preguntó: "¿Cuáles?"
"Tenemos buceo, snorkel, surf y exploración de una cueva semisumergida", enumeró con orgullo algunas actividades. Para él, esa isla era el mejor lugar del mundo.
Sarah, al escuchar al guía, se interesó en el buceo. El acuarismo era su pasatiempo favorito, aunque nadie lo sabía, ni siquiera su marido, ya que su padre desaprobaba la idea, argumentando que no era adecuado para una dama de familia estar con esos animales. "¿Cuándo empezamos?", preguntó con entusiasmo.
"Mañana mismo, tengo todo listo"
Al ver a su esposa tan animada, George se sintió abrumado por la culpa. Sarah había tenido enfrentamientos con su familia debido a él. La familia de su esposa era extremadamente conservadora; creían firmemente que las mujeres debían quedarse en casa cuidando a los hijos en lugar de trabajar. Sin embargo, él deseaba algo diferente para Sarah y la había alentado a trabajar en la empresa, lo cual no había sido bien recibido por sus padres. Su suegro incluso le había dado un ultimátum: si no dejaba de trabajar, le dijo que no los considerara más sus padres.
Al reflexionar ahora, parece evidente que también restringio su libertad al encerrarla en el trabajo en lugar de dejarla elegir lo que realmente disfruta.
Nunca habían viajado solos desde que se casaron; incluso su luna de miel fue inexistente. Siempre estaban ocupados con la familia y la empresa, y George se dio cuenta de que no había dedicado la atención que su esposa merecía.
Dejando de lado la paranoia de perder a su hija. Se comprometió a pasar más tiempo a solas con su esposa. Sabía que debía confiar en su familia; ellos podrían cuidarla adecuadamente.
Nota de la autora: "acuarismo" afición de criar y mantener peces o otros organismos acuáticos en acuarios.
¿Acaso los quiere por su poder, o se los sustraerá o quizás los utilize como soldados?.🧐🤨😒🤷♀️🤔