En una novela de romance y fantasía, Anastasia Alborán fue la hermana de la villana, una simple extra que pagó con la muerte los crímenes que su hermana cometió, mientras que la villana jamás fue castigada por sus pecados cometidos.
Pero ahora un alma proveniente de otro mundo ha reencarnado en Anastasia y ella está dispuesta a evitar ser víctima de la villana. Sin esperarlo, Anastasia termina siendo la pareja destinada del emperador de las bestias, Luciano Baroni, un poderoso lycan, el cual la busca después de haber pasado una noche con ella.
¿Anastasia aceptará su destino como la pareja de Luciano? ¿Será esta la forma en la que pueda evitar su trágico final?
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Fiesta de máscaras
Cómo siempre, Rosina y su hija estaban tan mal vestidas, que parecían una piñata y no solo eso, sino, que ellas aprovecharon que Anastasia estaba muy ocupada y se fueron al mercado negro, el día que fueron a comprar el vestido y sus máscaras.
Ellas olvidaron las advertencias de la joven, y se sienten protegidas con la compañía de Maura, y por esa razón tienen pensado hacer que Anastasia sea vista como una mujer fácil, una que se atreve a acostarse con quien sea.
No solo va a arruinar la fiesta de máscaras, sino, que también dejará en vergüenza a la familia, sin saber que el destino tiene otros planes para Anastasia.
Ellas en cuanto lleguen al palacio, le pagarán una fortuna a un mesero, para que esté realice el trabajo.
Al pensar lo que pasará esa noche, las dos víboras se subieron en el carruaje con una sonrisa en los labios, cosa que le pareció raro a Anastasia.
La mitad de los guardias iban con ellas, por si tenían que defender a las mujeres de esa familia.
Alrededor de las 7 de la noche, el carruaje se detuvo en el palacio imperial, un lugar majestuoso y lleno de esplendor por dónde quiera que se le vea.
Las 4 damas de la familia ducal Alborán se bajaron del carruaje, con ayuda de unos de los guardias.
Este las acompañó a todas hasta la entrada del palacio y luego se fue al lugar donde estaban los invitados.
Con las 4 damas
Estas, con ayuda de un guardia imperial, fueron al gran salón de eventos, en donde se les dio acceso tras ser anunciadas.
El sitio estaba lleno de nobles de otros imperios, pues ese baile de máscara, no solo es para los habitantes de ese imperio, sino que también es para que se vea la buena relación que tiene el imperio con los demás.
La familia imperial al poco tiempo llegó y el emperador agradeció a todos por su presencia.
Todos aplauden y de manera inmediata, el evento dio inicio.
Nuestra protagonista se fue a un rincón del salón, en dónde sin que le vean, ella manda a dos de sus abejas a seguir de manera discreta a ese par de mujeres, y avisar si ven que hacen algo indebido.
Luego de eso, se relaja mirando el ambiente.
No tardó mucho tiempo para que llegaran meseros con champán y estos le ofrecieron a todos allí.
Cómo la joven aún ve que las dos tontas no han hecho nada raro, porque estaban hablando con algunas personas importantes, toma una copa de champán y sé la toma de un solo trago.
La bebida es de calidad, pero ella prefiere el vino, y por esa razón, le pidió a unos de los meseros traerle una copa del mejor vino que tengan allí.
Este le hace caso, y no solo le trae una copa, sino que también le trae una botella completa.
Ella decide tomarla y sin que la vea su familia, ella se retira al jardín, a disfrutar tranquila de su vino.
De lejos, unos ojos totalmente grises miraban a la joven con un interés sobrehumano.
El hombre, quien recién llega a la fiesta, que ni fue anunciado por su orden, se encuentra con algo peculiar.
Eso es, que en todo el salón, se siente un delicioso aroma a gardenias, el aroma más delicioso que ha sentido en toda su vida, tal descubrimiento hace, que algo en sus pantalones despierte, y lo haga estar incómodo, por alguna razón desconocida, siente el deseo de perseguir a aquella pelirroja.
De manera inmediata, el hombre quien lleva una máscara de lobo en la cara, buscó con su olfato a quién pertenece tan apetecible olor tan único y natural, y se encontró, con que el olor lo carga una jovencita con un vestido rojo pegado al cuerpo, quien lleva una máscara de gatito y sus cabellos del color del vestido.
Aquella dama ha llamado su atención y él no es alguien que se queda con la curiosidad, cuando ve algo interesante que perseguir, hasta obtenerlo. Por lo que al ver tal cosa, sonríe de una manera muy seductora.
Su hombre de confianza al verle sonreír, siente un escalofrío que le recorre el cuerpo, pues que el hombre más letal de su imperio sonría de esa manera, solo significa que este ya encontró a una presa a la que torturar.
Él por su seguridad mejor se aleja dos pasos del hombre, por si tiene que huir.
En cambio, el hombre con máscara de lobo, de manera discreta, se mezcla entre la gente y cuando su hombre de confianza vino a darse cuenta, él ya se había perdido de su vista.
Con el hombre con máscara de lobo.
Aquel sujeto, siguiendo el olor a gardenias, llegó a dónde estaba aquella gatita tan sexi, quien se encontraba sentada en el pasto tomando de una botella de vino, como si su contenido fuera agua.
Él se sienta a su lado, lo que hace que ella se sobresalte del susto, y como estaba tomando vino, se ahogó con el líquido, eso le hizo toser con violencia.
—Hola gatita, ¿Está delicioso el vino?—dice el hombre con una voz ronca y varonil, quien carga un aroma a pino.
La joven tose hasta más no poder, y una lágrima se escapa de sus ojos, solo hasta entonces, ella habla.
—¿Oye, no ves que estoy aquí? Vete a otro lugar, en estos momentos estoy ocupada— dice la joven, quien en esos momentos ya estaba medio tomada.
—Eres hermosa, me puedes regalar la dicha de saber tu nombre — dice el hombre con una sonrisa deslumbrante, la piel de la joven se eriza por completo.
La joven parpadeó un par de veces, pues siente que ese extraño con máscara de lobo, la estaba seduciendo descaradamente, por lo que con cortesía, ella trata de rechazarlo, pero no lo hace con palabras correctas.
—Si lo que deseas es estar con una mujer, te aseguro que yo no soy buena compañía— dice Anastasia mientras toma nuevamente de la botella de vino.
El hombre a su lado le arrebata la botella, y toma directamente de ella, cosa que inquieta a dicha joven.
Lejos de ahí, su hombre de confianza, quien había perseguido a su amo mediante el olor, estaba mirando lo que estaba pasando ahí, y no lo podía creer, pues aquel hombre tan peculiarmente peligroso, estaba haciendo algo como eso, cuando no dejaba siquiera que una mujer se le acerque a hablar de cualquier cosa.
Él no puede evitar estar preocupado por la situación, pues si es como piensa, aquella joven corre peligro en manos de semejante demonio tan sangriento.
Por el momento él solo se limita a mirar, por si tiene que intervenir.