Vuélveme A Mirar

Alison no dejaba de reír, Cristhian era muy inocente para su edad, y Francisca también sonrió al ver el rostro preocupado de Cristhian, miro a Alisson que estaba feliz riendo y recordó la última carta que ella había sacado para Alison y la preocupó.

Francisca---: Cristhian, a veces el destino juega con notros pero al final nos da a la pareja que merecemos, talvez necesites a una mujer fuerte de carácter en tu vida, Pero tampoco creo que sea para dominarte, más bien puede ser para un sustento en tu vida, como un pilar fundamental para lograr tu propósito.

Alisson---: Tú crees, no veo a mi amigo con una mujer musculosa, grande y que lo esté apapachando a cada momento.

Cristhian se había imaginado a una mujer tal como Alisson la estaba describiendo, y el ser como una marioneta de por vida en sus manos, volvió a la realidad y negó con su cabeza, él no quiere una mujer así como la imaginó.

Cristhian---: Es mejor que me vaya.

Alisson---: Espera, cuánto te debo Francisca.

Francisca---: No es nada, ve y tranquiliza al doctor parece que está preocupado.

Alisson siguió riendo, Cristhian estaba esperando que Alisson lo llevará, pero al verla que seguía burlándose de él se enojó.

Alisson---: Vamos.

Cristhian---: No, voy a tomar el bus.

Alisson---: Te has enojado, Cristhian, oye por dónde te vas Cristhian no te vayas por ahí, tarado ese callejón es peligroso muchos de nuestros compañeros han sido robados.

Cristhian---: No siempre pasa eso, ve a burlarte de otra parte

 Christian camino por el callejón más temido por los estudiantes porque era un cruce para llegar rápido al paradero de bus, aunque algunos estudiantes había sido víctima de los ampones locales, como el estaba tan enojado no le dió importancia a los comentarios de sus compañeros, el caminaba muy deprisa sin mirar a nadie, aunque el habia visto a dos hombre a la distancia que caminaban hacia él, prefirió ignorarlo y a su vez tuvo temor, porque llevaba lo más valioso que su madre le habia regalo para su cumpleaños, era un reloj no era de una marca popular pero su madre se lo compro con tanto esfuerzo, seguia caminando pero aquellos hombres adelantaron sus pasos y se interponen en su camino.

Ladrón----: Dame la mochila o te mato(apuntando con el arma).

Cristhian----: Está bien pero no me hagas daño toma todo.

Ladron---: Una laptop no es de marca Pero seguro nos darán algo de dinero.

Cristhian---: Todavía la estoy pagando

Ladron---: Que dijiste (le dan un golpe en la nuca)

Esos tipos lo estaban despojando de sus pertenencias mientras lo golpeaban el trago de proteger el reloj, ya la mochila con su laptop, ya la tenían en sus manos, trataron de quitarle el reloj pero Cristhian luchaba para proteger su apreciado regalo, con un fuerte golpe lo hicieron caer al suelo, que enseguida le quitaron los zapatos que compro con tanto esfuerzo, esos tipos no dejaban de golpearlo porque el puso resistencia por su reloj, el estaba en el piso tirado como una liebre herida lista para morir, por los fuertes golpes le le daban, y en su agonía escucho una voz femenina que hablaba con autoridad, era la voz más angelical que el había escuchado.

Elenita---: Suéltalo, ¿como se atreven a golpear a un hombre débil?

Ladrón----: Jaja tú también quieres hacernos perder el tiempo, aunque puedes bailar para nosotros si quieres puedes empezar.

Ladron 2---: Oye esa chaqueta se ve cara, nos podrían dar un buen pago.

Elenita---: Jajajaji Solo te digo una vez, que lo sueltes y si quieres que baile para ti hazme bailar.

Los ampones se dieron y dejaron a Cristhian sumergido en su dolor, se acercaron con tanta altivez e intentaron forzar a Elenita, ella como es una auténtica maestra en taekwondo los desarmo y los golpeos Cristhian se puso de pies con ayuda de la pared, entre los ojos borrosos solo se limito a observar la manera de pelear de la mujer, que lo había salvado de morir, los ampones al verse derrotados intentaron huir con las pertenencias de Cristhian, ella no iba a permitir que se salgan von la suya, los volvió a someter exigiendo que le devuelvan sus cosas.

Elenita---: ¡Devuelvan todo lo que le quitaron ahora!.

Los antisociales le devolvieron todo con el temor que ella los vuela a golpear, aunque el rostro de Elenita era hermoso Pero para ellos ella era hija de satan.

Elenita---: ¿Está todo, que te falta?

Cristhian----: Falta mi reloj.

Elenita---: Que le den el reloj.

Ellos devolvieron el reloj y todo lo que le quitaron y luego salieron corriendo con la orden que les dio Elenita, ella miró a Cristhian que tenía el labio partido, lo llevo a su escuela de taekwondo que estaba muy cerca del lugar, ella lo curo.

Elenita---: Te duele tanto.

Cristhian---: La cabeza, me golpearon muy fuerte, casi muero.

Elenita---: Deberías tener cuidado.

Cristhian miró a los ojos a su salvadora, sus ojos eran brillantes y mostraba seguridad al hablar, eso hizo que el corazón inocente de Cristhian empezara a latir fuertemente, se puso nervioso a la vez y salió casi corriendo del lugar, por primera se sentía tan nervioso a la presencia de una mujer.

Por su parte Alison estaba tan preocupada por su amigo, que en varias ocasiones lo llamo, Pero al no tener respuesta siguió manejando hasta llegar a su departamento, para descansar.

Mientras en una discoteca, Jairo y Carlos y unos amigos de la universidad disfrutaba del bailando entre ellos, todos tenía a sus parejas excepto Carlos y Jairo... Así, ellos les presentaron a dos hermosas mujeres que habían llegado solas a la discoteca.

Vicky---: Hola, (mirando a Jairo) soy Vicky y ella es mi amiga Melissa.

Carlos---: Melissa, bonito nombre, tengo una hermana que se llama Melissa.

Melissa---: Ah, si entonces no olvidarás mi nombre.

Jairo Hidalgo vio las intenciones de las chicas, él dio el último trago y se justificó y salió del lugar, a él le había costado tanto recuperar el amor de Larissa la madre de su hija y la mujer que ama, y no iba a arruinar lo que tanto le costó recuperar.

Carlos no tenía compromiso con nadie, así que el decidió disfrutar de Melissa Loor quedarse toda la noche con ella disfrutando de un placido sexo, que lo hacía sentir deseado, pero aún así se sentía vacío.