La Desendecia De Los YANKELEVICH

Nain había deseado tanto tiempo ese beso, que lo estaba disfrutando, se deleitaba con su sabor, con la suavidad de sus labios, con el placer de jugar con su pequeña lengua.

Aunque no era todo lo que estaba disfrutando, acariciar esas piernas fue un placer mucho mejor, subió su mano hasta llegar a su trasero, metiendo su mano bajo la diminuta toalla que apenas cubría sus partes más delicadas.

Xiao dejó de luchar para alejarlo, se resignó a su beso, a sus caricias, realmente ella lo había deseado por tantos años, que tenerlo ahí en ese momento era como su deseo hecho realidad.

Nain al sentir que sus manos dejaban de pelear la suelta, jaló un poco la toalla, haciéndola caer al suelo; él tenía el camino libre para poder deleitarse de ese pequeño cuerpo, dejó de besar sus labios, para desplazarse a su cuello, mientras que con su mano derecha tocaba su pecho, con la izquierda tocaba su trasero.

Los dos se dejaban llevar por el placer que estaban sintiendo. Bajo sus labios hasta llegar a su pecho, lo empezó a deleitarse, a disfrutar de su suavidad, la estaba estimulando de tal manera que se empezaba a quedar sin fuerzas.

Nain al jugar con su pecho, provocó que ella exclamara un ruido de placer, hasta que sintió cómo su cuerpo se erizó. En ese momento supo que estaba lista para pasar al siguiente paso, volvió a besar sus labios, la levantó en sus brazos y la recostó en la cama.

Besaba sus labios, pasaba a su cuello y sus manos recorrían todo su cuerpo, haciendo que ella perdiera la cordura, su mente se llenó de placer, le gustaba lo que sentía.

Aunque su cuerpo dejaba de temblar, sería por el miedo de ser la primera vez en que alguien la tocaba de esa manera o por la desesperación de su cuerpo de tenerlo completamente para ella.

Nain sí tenía conciencia de lo que estaba haciendo, pero ya no podía parar. La amaba demasiado, la deseaba como la mujer que era y esos 10 años que pasaron fueron para hacerla mucho más hermosa.

Ya no tenía el cuerpo de una adolescente, era el de una verdadera mujer y era realmente hermosa; eso hizo que Nain no tuviera límites, que no le importara nada, solo tenerla.

Desesperado por estar dentro de ella, se quita la playera, mientras Xiao lo miraba algo aturdida, levanta su mano temblorosa, para poder tocar su abdomen.

Tenía un cuerpo perfecto, musculoso, con unos pectorales increíblemente bien formados, su espalda era ancha; pero en el momento que lo tocó, fue algo que le encantó, sintió algo duro, pero a la vez suave como el terciopelo, le encanto la sensación que sentía, se imaginaba pegar su cuerpo desnudo al de él.

Nain se pone de pie y cuando estaba por quitarse el pantalón, se escucha que alguien toca la puerta; los dos se quedaron callados, ninguno se movía mirando hacia la puerta, esperando que la persona que tocaba la puerta solo se fuera.

Pero se escuchó tocar por quinta vez y la voz tranquila de Adal, que decía. - Xiao, me permites entrar, ocupo hablar contigo.

Xiao al escucharlo, se sintió avergonzada; rápidamente toma la sabana de la cama y tapa su cuerpo. No se atrevió a ver a Nain a la cara, solo le pidió que se metiera al closet, mientras hablaba con él.

Ella, al ver la insistencia de Adal, le grita nerviosa. Espera, Adal, ya voy a abrirte.

Toma su bata de dormir que estaba doblada en una silla que estaba al lado de su cama, se la pone; no era muy gruesa, pero la cubría muy bien, era discreta y larga; va a la puerta, la abre, lo deja entrar.

Adal la miró de arriba a abajo, fue extraño verla en la bata de noche y más aún la encontraba demasiado nerviosa; pero lo peor fue cuando miró a la cama y miró la playera de Nain en el suelo.

Por un momento se sintió enojado, realmente quería buscarlo y sacarlo a golpes, pero sabía que, si hacía un escándalo, la única que iba a salir lastimada sería Xiao y eso tampoco lo quería; se puso serio, se sentó en el sofá grande e hizo que ella se sentara a su lado.

Adal toma su mano y con una tranquilidad, le dice. - Xiao, tú sabes que te quiero mucho y que nunca voy a dejar que nadie te lastime; pero también tengo que decirte, no me gusta lo que estoy viendo, creo que me siento enojado.

Eres una mujer increíble, has tenido una educación excelente, tienes buenos principios, como para que te dejes enredar por un simple deseo de un momento.

Xiao espero que esto que te voy a decir, no sea muy tarde, pero piensa bien en lo que vas a hacer, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir; recuerda que toda acción tiene una consecuencia y yo no quiero verte sufriendo.

Xiao no necesitó preguntarle a qué se refería y aunque no le dijo las cosas directamente, sabía que se había dado cuenta de que Nain estaba ahí con ella.

Avergonzada, agachó su rostro, no sabía cómo verlo a los ojos, sin sentirse mal, insegura empezó a decirle. - Adal, por favor, no le digas a nadie lo que ha pasado aquí, no me gustaría tener que dar explicación que me va a hacer sentir avergonzada.

Adal la abrazó y con esa tranquilidad le dijo. -Xiao, no te preocupes, nadie lo va a saber, solo trata de cuidarte y dejar muy en claro tus sentimientos, no quiero verte más triste de lo que ya estás.

Yo venía a decirte, que a las 10 pm vamos a salir a México para que estés lista. Ya todos están avisados y están de acuerdo en acompañarte; pero si has decidido cambiar de opinión, solo tienes que decírmelo y te prometo que yo te apoyaré en cualquier decisión que tú tomes.

Adal después de decir eso, se pone de pie y deja un beso en su frente, sale de su habitación, cerrando la puerta en el momento en que estuvo fuera. Cuando ella se quedó sola, corrió al closet.

Nain al ver que abría la puerta, se le acerca para abrazarla y besarla; pero Xiao no se lo permitió, dio unos pasos atrás y con su mano le pide que se detenga. No quería volver a caer en la tentación, no se podía permitir ser débil ante él.

Xiao lo mira a los ojos y seria le dice. - No más, Nain, por favor, no juegues conmigo. Entiendo que en el pasado tal vez te di entender que, si pasaba algo, no había problemas, pero creo que eso tampoco estuvo bien.

No logro entender qué estás haciendo aquí, has dejado muy en claro que no quieres nada conmigo y si estás haciendo esto porque te sientes mal por lo de la muerte de mis padres; quiero que sepas que no tienes que hacerlo, estoy bien, no necesito tu lástima.

No necesitas sacrificarte para hacerme sentir bien, estoy bien, voy a estar bien y pronto voy a encontrar a alguien que verdaderamente me ame, que desee estar conmigo, con toda la libertad del mundo, todos en la familia están de acuerdo.

Mi padre Adonis dejó una lista de los jóvenes que quiere que conozcan y eso pienso hacer; tú no tendrás que sentirte mal por mí, puedes hacer de tu vida lo que quieras, sin pensar en lo que alguien de la familia piense, o mejor dicho sin tener la preocupación de que alguien de la familia te diga algo por mi culpa.

Nain no estaba de acuerdo en perderla, no podía dejarla ir a ese viaje y que conociera a otros hombres. Molesto, logra tomarla del brazo, la mira directamente a los ojos, enfurecido, lleno de celos, le grita. - No voy a dejar que estés con ningún hombre que no sea yo.

Xiao tú me amas, lo sé porque mis besos, mis caricias no te desagradaron y si Adal no hubiera llegado, hubiéramos llegado hasta el final; te me hubieras entregado, ya fueras mi mujer completamente.

No pienso dejar que te alejes de mí, esta vez no pienso ser un tonto, entiendo que hace 10 años me equivoqué al alejarte de mí, me arrepiento de no haber luchado por ti, de haber pensado que estarías mejor sin mí.

No puedo perderte, Xiao, realmente te amo y ahora lo sé, por eso no estoy dispuesto a perderte, no lo voy a permitir; si tengo que enfrentar a los maestros para poder tenerte, eso pienso hacer.

Xiao hace una mueca de dolor, la forma en que tomó su brazo fue con mucha fuerza, sí la estaba lastimando; hizo que la soltara, se alejó un poco de él y con una voz quebrada, y triste le dice. —Si estas palabras me las hubieras dicho en el pasado, yo hubiera sido la mujer más feliz; mis padres hubieran muerto sin preocuparse por mí, te esperé por mas de 10 años y no te importó, pero tú tenías que pensar primero en ti.

Tú le diste prioridad a tus inseguridades, a tus miedos, a tu egoísmo, antes que al amor que yo te ofrecía, todos en la familia nos apoyaban, mis padres realmente te querían para mi esposo; pero tú despreciaste todo eso y ahora que mis padres ya no están, vienes a decirme esto, cuando estoy decidida a olvidarte y encontrar a alguien que me haga feliz, que me trate como su prioridad, que no le importe luchar por mí, esto es realmente ridículo, pero sobre todo patético.

Nain ya lo he decidido, voy a hacer lo que mis padres prepararon para mí, así que por favor vete y no vuelvas a molestarme. Realmente tú no mereces mi amor, no pienso perder más tiempo de mi vida esperando a que tú te decidas, ahora ya es tarde para un nosotros.

Porque ahora tú llegaste, me atacaste con tus besos, con tus caricias, dejando mi defensa por los suelos, pero eso no dice nada, porque no fue muy parecido a lo que pasó en mis 15 años, al final terminaste echándome como esa vez.

Nain perdóname, pero no puedo creer en ti, en tus palabras, aunque deseo hacerlo. Mi corazón ya no podría resistir un nuevo rechazo, por eso pienso poner un alto; por favor, solo vete y trata de dejarme tranquila, sigue con tu vida a como tú lo quieres y déjame seguir con la mía.

Nain quiso volver a acercarse, pero ella se alejó de él, no lo dejo hablar, solo le pidió que saliera de su habitación, que se fuera de una vez; por un momento quiso negarse, pero Xiao no pensaba seguir alegando, terminó diciéndole que iría por Adal para que lo sacara de su habitación, si no se iba, no le importaría tener que hacer un escándalo con tal de que se mantuviera lejos de ella.

Nain se negaba a salir, pero al verla que corrió a la puerta para salir y hablarle a Adal, se apresura a detenerla, justo en la puerta. En ese momento él le dice. - Xiao, perdóname por todo el daño que te he hecho, pero te prometo que te voy a demostrar que esta vez estoy siendo firme con mis sentimientos, no pienso perderte, ya lo verás.

Nain sale de su habitación y por un momento se recarga en la pared a un lado de la puerta de Xiao. Estaba sumergido en sus pensamientos, pensando en lo que iba a tener que hacer para demostrarle que esta vez, sí estaba dispuesto a hacer todo por ella, a mostrarle su amor.

Nain miraba el suelo, nunca se fijó en que no estaba solo hasta que escuchó la voz de NEYLANE, que le decía mientras se acercaba. - Nain, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Por qué estás afuera de la habitación de Xiao?, o mejor dime, ¿por qué estabas en la habitación de Xiao?

Nain se sorprendió al escucharla, se pone nervioso, voltea a verla, en ese momento le dice inseguro. - Maestra, yo necesitaba hablar con Xiao, vine a buscarla, solo que ella parece estar demasiado enojada conmigo.

NEYLANE toma su brazo y lo hace caminar junto con ella, se hizo un silencio, Nain volteó a ver su rostro, le parecía tranquila, no se miraba molesta, pero le incomodaba que estuviera así de callada con él.

No era algo habitual, porque por lo regular ella siempre lo recibía como una madre amorosa, lo aconsejaba con solo decirle lo que le pasaba.

Pero esta vez no fue a sí, solo lo tomó del brazo y lo hizo caminar con ella. Cuando casi llegaban a la puerta del despacho, empezó a decirle. - Nain, tú nunca vas a dejar de ser parte de mi familia, siempre te voy a ver como un hijo más, te he cuidado desde pequeño.

Te has criado entre mis nietos, sabes que te hemos dado el mismo amor que a todos, hasta tenías tu propia habitación aquí en la casa, pero creciste y decidiste irte a la casa que era de tus padres, sí como un niño rebelde, porque así lo miré yo.

Pero aún así nunca voy a dejar de verte como parte de mi familia, como un hijo, como un nieto, ese amor nunca va a cambiar pase lo que pase; aunque también tengo que ver por Xiao y esta vez no puedo apoyarte, necesito pedirte que te alejes de ella, necesita sanar su corazón.

Nain, ya no te acerques a ella, solo la vas a lastimar. Déjala seguir adelante, tiene que conocer a alguien que realmente la pueda hacer feliz, que decida ponerla como su prioridad y no en un segundo plano, que no le importe nada para estar con ella, no tenga tus prejuicios; creo que ya fue suficiente la espera, ya no debe seguir pensando en ti, eso solo la va a lastimar y el que tú estés aquí buscándola, solo hará que se confunda más.

Será mejor que te alejes de ella y te lo pido como la madre que he llegado a ser para ti, como la tía de Xiao y sobre todo te lo pido porque no me gustaría tener que enojarme contigo, no voy a dejar que Xiao siga sufriendo por un amor que no es correspondido.

Nain no decía nada, pero no estaba de acuerdo con lo que le decía. Sentía que tenía que pelear por ella y en ese momento se paran en la puerta del despacho; NEYLANE dejó un beso en su frente, después solo entró al despacho. Ahí aún seguían Harry, JEAN y los demás tratando de resolver el problema.

Él no pensaba quedarse así, sentía que tenía que hablar con JEAN, pedirle el apoyo para que Xiao lo perdonara, que le diera esa oportunidad de demostrarle su amor.

Decidió quedarse ahí esperando que todos salieran para poder hablar con JEAN, pero esa plática se extendió mucho más de lo que se pudo imaginar, ese día nadie comió en la casa, todos estaban distraídos metidos en sus problemas, la muerte de Adonis y Estela había traído muchos problemas, desórdenes de administración.

Cuando todos salieron de la oficina, ya eran las 9:30 pm, adentro solo quedaron platicando JEAN Y Harry, hablaban de los acuerdos a los que llegaron, se sentían algo preocupados, sentían que había algo más en lo que tenían que pensar, por eso se quedaron un poco más hablando.

NEYLANE ya no quería seguir pensando en eso, les dio las buenas noches, les dijo que se iría a despedir de Xiao; ellos le dijeron que le dijera que no hacía falta ir a despedirse, no querían sentirse más tristes de lo que ya estaba por su viaje.

Ella sale del despacho y se va a la habitación de Xiao, quería estar con ella apoyándola, así como muchas veces lo vio en Estela cuando preparaba sus viajes para sus libros.

Nain al ver que NEYLANE salía del despacho, decidió entrar. Por primera vez, estaba siendo algo desesperado con sus emociones, entró sin tocar, sorprendiendo a JEAN Y Harry.

Los dos, al verlo entrar, se quedaron sorprendidos, lo miraban tan agitado y desesperado, que por un momento se preocuparon, no entendían lo que podría pasarle.

Nain realmente solo deseaba hablar con JEAN, pero ya no podía esperar a que terminara su plática con Harry, desesperado les dijo. - Por favor, tienen que ayudarme. Yo amo a Xiao y sé que en el pasado me equivoqué mucho, que la lastimé con mi rechazo.

Pero ya no puedo más, necesito el amor de Xiao, la amo con locura, no soportaría verla con otro hombre; por favor, ayúdenme a que ella me perdone, solo quiero su permiso para poder acercarme a ella, poder conquistarla como debí hacerlo desde el principio.

JEAN Y Harry se le quedaron viendo ninguno de los dos se esperó que Nain fuera ahí a pedir tal cosa, siempre pensaron que nunca aceptaría sus sentimientos por Xiao; pero ahí estaban escuchando lo que nunca pensaron y justo cuando ella había decidido olvidarlo, cuando ya estaba decidiendo su nuevo camino, sentían que no era justo para ella.

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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️

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