Jarrón Maldito

Chris le había dicho a Bai Ze que debía decirle algo, pero se quedó en silencio sin saber cómo comenzar a hablar, no sabía por qué dudaba tanto de lo que iba a decir.

-¿Entonces me dirás?- Preguntó Bai Ze, extrañado con la actitud de Chris, pero ya se estaba imaginando de que se podría tratar todo y eso le asustaba.

-Ah... bueno.- Al final Chris decidió hablar. -Creo que es la posesión... Me hizo tener un sueño extraño donde esta vez pude ver a través de los ojos de Huangdi. Fue extraño, una mujer llamada Hu Li Jing lo convenció de deshacerse de ti y le ofreció cosas extrañas como el eterno poder e inmortalidad.- Dijo Chris, intentando explicar lo que había soñado, aunque como acababa de despertar le costaba un poco recordar absolutamente cada detalle de su sueño.

-¿Hu Li Jing? Ese no es un nombre, así se le dice a los espíritus de los zorros... Ay, Christopher.- De pronto la expresión de Bai Ze se veía angustiada.

-¿Qué pasa?¿Estás bien?- Dijo Chris, preocupado.

-No es solo una simple posesión, la energía de Huangdi se está fusionando con la tuya, soñaste sus recuerdos. Con que fue un Hu Li Jing lo que estaba detrás de esto... ah, creo que ya sé porque no estoy muerto y terminé sellado.- El rostro de Bai Ze se veía pálido, estaba haciendo encajar todas las piezas en su cabeza y no le gustaba para nada como ese puzle estaba resultando.

-¿Por qué?- Chris estaba tanto preocupado como intrigado, intentaba entender todo, pero aun así le costaba seguirle el ritmo a todo lo que Bai Ze le decía.

-Es porque Hu Li Jing quería matarme y obtener mi energía, pero eso se debe hacer durante la agonía de uno y la herida que me causó Huangdi no me mató, por eso... por eso fui sellado por completo. Esa Hu Li Jing no le iba a dar la inmortalidad a Huangdi, ella la quería para sí misma, y para eso necesitaba dejar de consumir la energía de los humanos y consumir la de un ser místico... como yo, pero como salió mal, debió haber sellado parte de la energía de Huangdi junto a la mía para recuperarme en caso de ser liberado, ¿no? Tiene que ser eso... Christopher.- Su voz sonaba temblorosa por todo lo que acababa de decir, tenía miedo de que lo que pensaba resultara ser cierto.

-Mierda Bailey...- Dijo Chris, sorprendido por todo lo que Bai Ze acababa de decir, era increíble.

-¿Qué pasa?- Preguntó Bai Ze.

-Nada, es sólo que... son demasiadas cosas pasando tan rápido, solo sé que no quiero que te pase nada... me aterra que te pueda lastimar de nuevo.- Dijo Chris con pena en su voz.

-Christopher.- Bai Ze puso su mano sobre el pecho de Chris, estaba intentando sentir las energías tanto de Chris como de Huangdi.

-¿Ahora qué pasa?- Dijo extrañado, no entendía qué estaba haciendo Bai Ze y por qué tocaba su pecho que estaba al descubierto desde la noche anterior.

-Debí suponerlo, sus energías se están fusionando más rápido de lo esperado...- Dijo Bai Ze con preocupación, sin dejar de apoyar su mano en el pecho de Chris.

-¡Bai Ze!- Christopher de manera imprevista, tomó a BaiZe por el cuello, lanzándolo contra la encimera de la cocina. Bai Ze cae en el piso y se lastima un poco el hombro, viendo asustado como Christopher se acercaba a él con un cuchillo en la mano, el mismo cuchillo que estaba usando para preparar el desayuno ahora sería usado para matarlo. Chris se acercó más y en un intento de apuñalarlo en la cabeza, Bailey pudo esquivarlo torpemente y salió corriendo de la cocina. Intentaba pensar en una manera de hacer que Christopher volviera en sí, parecía ser un ser sin racionalidad, incluso al estar poseído, era una manifestación incompleta donde lo único que hacía que el cuerpo de él se moviera era el deseo de Huangdi de matarlo.

Bai se escondió en la habitación, pero Christopher lo encontró, abrió la puerta con una enorme fuerza y se acercó lentamente a él, su mirada estaba vacía, parecía que no quedaba rastro de Chris, pero cuando estuvo dispuesto a ser asesinado por él, el pelirrojo soltó el cuchillo y gritó de dolor, parecía estar luchando por volver en sí, así que, sin dudarlo, Bailey se levantó y abrazó a Chris para contenerlo.

Chris cayó rendido al piso, siendo sostenido por los delgados brazos de Bai Ze,

-Chris... Christopher... por favor, por favor responde...- Bai Ze comenzó a llorar y sin querer dejó caer algunas de sus lágrimas sobre el rostro de Chris.

Mientras sostenía a Christopher, Bai Ze vio como todo a su alrededor se volvía negro, pero de pronto a lo lejos se veía una pequeña luz que iluminaba a unas personas, era Chris y estaba cargando su propio cuerpo moribundo, ahí le quedó claro, Chritopher sería poseído en su totalidad sí o sí y lo terminaría matando, Huangdi y la Hu Li Jing lograrían su objetivo.

Mientras Bai Ze tenía esa visión, la voz de Chris lo trajo de vuelta a la realidad.

-¿Bailey?- Dijo Chris preocupado y confundido porque no sabía qué acababa de pasar o por qué estaba en brazos de Bai Ze en el piso.

-¿Christopher? Volviste... volviste...- Dijo Bai Ze aún con lágrimas en su rostro, abrazando con fuerza a Chris.

-¿Qué pasó?- Dijo Chris, agotado, su voz era débil y realmente no parecía recordar que acababa de intentar matar a Bai Ze.

-Huangdi...- Dijo Bai Ze despacio, suspirando aliviado de que Chris haya vuelto en sí mismo.

-¿Te lastimé?- Preguntó Chris con preocupación.

-No, no... Tranquilo Christopher.- Bai Ze sonrió queriendo mantener a Chris tranquilo y se inclinó para poder besarlo en los labios, acomodando sus mechones cobrizos.

Chris correspondió el beso, sintiendo alivio al hacer eso, deseaba estar para siempre así con Bailey y tenerlo por siempre a su lado, siempre poder cuidarlo y sentirse fascinado por cada cosa que él hacía.