Final Feliz? Talvez

En la mañana siguiente, Esmeralda ya se encontraba nuevamente encima de Alexander, soltando leves gem*dos y moviéndose de manera sincronizada con el. Continúan así hasta llegar al clímax.

-Eres realmente insaciable pequeña.

-No dirás que eso es algo que te moleste o si.

Esmeralda le dedica una mirada provocante.

-Todo lo contrario, me provocan ganas de hacerte mia nuevamente.

Comienza a besarla nuevamente y muda de posición, quedando así por encima de ella.

-Deberia hace*te mia nuevamente.

-Sabes que eso me encantaría, pero tenemos cosas que hacer. Además no hemos dormido en toda la noche.

-Y ni con todo eso basto para quitarme las ganas que te tengo.

-Me daré un baño y luego iré a desayunar con tu madre.

-Te acompaño.

Alexander la toma en brazos y se dirigen al baño. Ya en el baño ambos comienzan a besarse y a hacer el amor nuevamente.

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Algún tiempo después ambos llegan al comedor, donde los emperadores ya los esperaban.

-Buenos días.(Ambos saludan a los emperadores y realizan la reverencia)

-Ya estaba perdiendo las esperanzas de que nos acompañen durante el desayuno.

-Tuvimos algunos asuntos que resolver. (Esmeralda suelta una risa discreta ante la respuesta del muchacho)

-Ultimamente estás con muchos asuntos por resolver hijo.

La emperatriz parecía preocupada.

-Nada serio madre, puedes estar tranquila.

-En ese caso, por favor, tomen asiento y tomen el desayuno. Necesitan fuerzas.

Ambos se miran y esconden una sonrisa, vaya que si la emperatriz supiera como necesitan recuperar la energía pérdida durante aquella noche. Durante el desayuno conversan y disfrutan su tiempo juntos, al terminar Esmeralda se dirige al ducado para dejar todo en orden antes de partir. Alexander se marcha con su padre para adelantar algunos asuntos.

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Llegando al ducado Maximilian estaba entrenando con los soldados que los acompañaría a aquella misión. Ve a su hija llegando, pero prefiere callar, al final de cuentas fue bueno que no estuviera en casa o se hubiera dado cuenta de su pequeña aventura.

-Buenos dias padre.

-¿Como estás, pequeña joya?

-Estoy perfecta. Pero veo que tú también lo estás. Dime padre, cual es el secreto para verse más joven todos los días.

-No digas tonterías hija. Que estoy igual que siempre, nada más estoy entrenando más.

-Aham si. Por cierto, te vendría bien un corte de cabello.

-Lo haré después. Ahora dime, ¿Cómo te fue con la emperatriz?

-Vayamos adentro y te explico todo.

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Esmeralda le dice a su padre que subirá para cambiar el vestido que lleva por una ropa más cómoda y el aprovecha para ir a la suya y darse un baño.

Cuando Maximilian entra a su habitación ve a Perla durmiendo en su cama, habían tenido una noche bastante intensa y ella se encontraba agotada. Estando en el baño se sorprende al sentir las manos de la chica abrazándolo.

-Creía que estarías durmiendo.

-Lo estaba, pero no pude evitar venir hasta aquí para apreciar dicho monumento.

-De esa manera solo lograrás que te haga mia nuevamente.

-¿A qué esperas?

El duque gira y la estrecha en sus manos, dándole un beso apasionado.

Hacen el amor rápidamente y luego se dirigen a la planta baja, donde Esmeralda ya estaba esperando hace un buen rato.

-Buenos días señorita Esmeralda.

Perla la saluda y Esmeralda se sorprende bastante al verla ahí, pero ya se hace una idea del porqué está en la mansión a esa hora.

-Buenos días Princesa.

-Espero no le moleste que me una a ustedes en esta reunión.

-No veo incoveniente a que permanezcan princesa.

Todos se sientan y las sirvientas sirven el té y luego se retiran.

-Estuvimos planteando posibles puntos de ataque de los enemigos y hemos llegado a la conclusión de que esos puntos son los principales a ser protegidos.

El duque mira el mapa que tenían en la mesa y se sorprende de lo detallado que está todo.

-Vaya que la emperatriz no pierde el talento de crear buenas estrategias de defensa. Pero necesitamos algunas de ataque.

-Ya las tengo resueltas. Quiero poner a los soldados de la emperatriz para proteger a los pueblos cercanos a la capital, los soldados del príncipe Alexander irían por antes, para poder rodear las montañas y bloquear el camino del enemigo, nuestros soldados deben ir al frente para así tener ventaja sobre el enemigo.

Esmeralda saca otro mapa y este tenía marcas específicas de las posiciones de los enemigos.

-Hija, de esa manera no tendremos muchos sanadores.

-Disculpen la intromisión, pero yo me puedo encargar de eso, tengo bastante soldados sanadores, además yo también poseo tal don. Con solo un conjuro puedo sanar y restaurar la energía mágica de 500 soldados. Eso les dará una gran ventaja sobre el enemigo.

-Eso sería estupendo. Padre debemos finalizar algunos detalles. Quiero magos de energía y hielo al frente, los de tierra y aire atrás de ellos, los soldados al medio y por último los de fuego. Los quiero bien descansados y preparados para la batalla.

Los soldados que nos acompañan en esta misión acaban de recibir el último entrenamiento y ya fueron a sus casas para descansar.

-Perfecto. Princesa Perla podría hacerme un favor cuando llegue el día de partir.

-Sera un placer ayudarla.