El Protagonista Masculino Se Enamoró De Mi Por Error!

Salí de la mansión con lucy, esta era una de las oportunidades que tenía para conocer la capital. Aunque estaba bastante lejos del Ducado el viaje no fue del todo aburrido. Para mi buena suerte tenía algunas memorias de Anastasia que me llevaron hasta este lugar.

Lucy y yo entramos a la tienda, un hombre con una gran sonrisa nos recibe.

>Princesa Romanova, bienvenida de nuevo. Tengo listo el pedido de los últimos vestidos que encargó...

El hombre me enseña una gran variedad de vestidos ostentosamente ridículos, quise por un instante abofetear a la Anastasia original.

>No vine por esto hoy, quiero hacer un nuevo pedido con este diseño.

Lucy le entrego un papel al hombre que lo observo con detenimiento. Aún cuando estos diseños son horribles puedo notar la gran capacidad que tiene este hombre, además de que su tienda será aún más prestigiosa en un futuro, tal vez podría servir de algo.

>Quiero que haga algo como está en ese papel, con los colores representativos de mi familia y el escudo.

>Este tipo de diseño...

>Para mi padre y para mi, están las medidas en el mismo documentos. Y sobre esos vestidos... Haga lo que quiera con ellos, le daré lo que valen, pero no me los llevaré.

Estuve más tiempo en la tienda escogiendo las telas que serían perfectas para los trajes, cuando estaba todo decidido solo podía dejarlo en manos del hombre.

>Lucy, quiero ver la plaza.

>¿Está segura? No hay guardias con nosotras, sería peligroso si intentan atacarla.

>Nadie atacaría a la princesa Romanova.

Aunque no muy segura, Lucy me lo permitió, el porqué de no tener guardias había una razón.

Me molestaban. Y si, puede que este mucho más segura con ellos, pero es supremamente agotador tener y ser seguida por su penetrantes miradas. A parte de eso mi padre no se lo toma a la ligera, el número más mínimo de guardias que me pondría serían cuatro.

La plaza estaba llena de vendedores, personas comprando, incluso podía notar nobles entre las personas.

Los niños jugaban y corrían de un lado a otro.

>Es muy lindo, ¿No?

>Lo es, pero princesa... Será mejor que no nos desviemos por mucho tiempo...

Las palabras de Lucy fueron cortadas por un grito agudo que provenía de entre la gente, llamo la atención de la mayoría. Se veía a una mujer tratar de seguir a un hombre.

>Lucy, avisa a los guardias imperiales, tiene que haber alguno aquí cerca.< Cuando termine mis palabras solo me sentí a mi misma correr detras del hombre y la mujer que trataba de alcanzarlo, en ese mismo instante me replantee que estaba haciendo.

Yo era una niña de trece años, aparte este cuerpo de seguro no estaba acostumbrado a un trabajo físico y mucho menos correr, mi oponente era un hombre adulto, con el doble de fuerza y resistencia que yo. Aunque fuera casi imposible y en un intento desesperado por ayudar me lancé hacia el hombre, pero fue en vano. Por supuesto no alcance a tumbarlo y mi cara quedó estrellada contra el suelo, rodee unas cuantas veces hasta detenerme por chocar con un barril al lado de un puesto ambulante.

Tuve un fuerte golpe además de que mi tobillo dolía, levanté la mirada y para mi sorpresa el hombre estaba tirado en el suelo en la misma posición vergonzosa que yo. Un chico a su lado tenía la bolsa en sus manos, la mujer noble se acercó a él y este le entrego su bolsa.

La mujer sacó unas cuantas monedas y se las entrego a su salvador, le dio las gracias y con eso se retiró.

El chico se dirigió hacia un callejón a lo cual lo seguí, era eso o seguir siendo burla por que estaba en el suelo y por mi vergonzosa caída.

>Conseguí un poco... Será suficiente para que tu comas algo y...

>Pero hermano... No has comida nada desde ayer por mi...< Una niña más pequeña que el envolvió sus brazos al rededor de su cintura, la niña empezó a llorar mientras su mayor la miraba con tristeza.

>Chico...< Lo llamé nerviosa, el miro en mi dirección junto con la niña.

Revisé entre mis bolsillos y para mi buena suerte tenía una bolsa con dinero que había traído, me acerqué a los hermanos y procedí a entregarle el dinero al chico.

>No queremos tu limosna.< Me miro con desprecio al igual que sus palabras.

>Tu hermana esta preocupada, si no te alimentas enfermaras, y si enfermas en estas condiciones morirás. ¿Quieres dejar sola a tu hermana por tu orgullo?

Por un momento pense que me lanzaría el dinero a la cara, pero para mi sorpresa lo guardo.

>Gracias...

>Gracias señorita, cuando mi hermano sea un caballero, te compensará.

Mire al chico que parecía un poco avergonzado.

>¿Te interesa proteger a la familia real?

>No, a cualquiera menos a ellos.

Sonreí.

>Si sientes que me debes algo... Cuando seas un caballero, ¿Te convertirías en mi guardaespaldas?

>¿Porque haría algo así?

>Es una promesa.

No deje que contestará y rápidamente salí del callejón.

Hay cosas que hay que cambiar.

Y, debo asegurar mi supervivencia.

Da igual si le quito el guardia personal y un interés amoroso a la protagonista.