Historia secundaria de "El CEO odia a los Omegas".
Jacob y Edric se conocen en la boda de sus mejores amigos, donde empieza su historia juntos, llena de juegos, pasión y deseo.
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El gato y el ratón
POV Edric
Observé a Jacob mientras se alejaba, disfrutando del recuerdo de nuestro encuentro nocturno. Me pareció adorable verlo luchando con el dolor mientras se vestía apresuradamente. Una sonrisa pícara se dibujó en mi rostro al pensar en cómo Jacob había caído presa del deseo esa noche. Me pregunté si mi invitación a reunirse de nuevo sería aceptada de buena gana o si Jacob necesitaría un pequeño incentivo para volver a encontrarse conmigo.
En mi mente, ya estaba trazando planes. Sabía que Jacob se había mostrado un poco gruñón después de nuestro encuentro, pero eso solo lo hacía más atractivo para mí. Me gustaba la idea de provocar un poco más a ese beta, de verlo perder un poco más el control.
Con una sonrisa juguetona, pensé en cómo podría tentar a Jacob para que volviera a mi lado. Tal vez podrí hacer que nos encontráramos en algún evento social al que ambos asistiríamos, o quizás podría dejar caer un pequeño objeto en la billetera de Jacob, pero ya había empezado por algo y era quedándome con su cédula de identidad, aunque no pensaba que fuera suficiente.
Mientras trazaba mis planes, me deleitaba en la idea de pasar más tiempo con Jacob. Había algo en él que me intrigaba, algo que me atraía de una manera que no podía ignorar. Tal vez era su terquedad, o tal vez era esa chispa de rebeldía que había visto en sus ojos mientras discutíamos.
Independientemente de la razón, sabía que quería más de Jacob. Quería explorar esa atracción que había surgido entre nosotros y ver a dónde nos llevaría, y si eso significaba jugar un poco y tentar a Jacob a que me acompañara en un juego de gato y ratón, entonces estaba más que dispuesto a hacerlo.
Con una última mirada dirección en la que Jacob se había ido, me aseguré de que mi plan estuviera en marcha, Sabía que no sería tan sencillo como la primera vez, pero estaba decidido a hacer todo lo posible para tener a Jacob a mi lado nuevamente, y esta vez, estaba seguro de que sería aún más emocionante que la primera vez.
Recreé en mi plan mientras caminaba por la habitación para poder vestirme. Visualizaba el escenario, la expresión de sorpresa en el rostro de Jacob cuando descubriera que faltaba algo en su billetera. Jugaba con la cédula de identidad de Jacob en mis manos, imaginando la reacción del beta, su confusión y posiblemente su enfado, pero también visualizaba su rostro al verlo de nuevo, expresando una mezcla de molestia y tal vez sorpresa, Sonreí ante la idea de jugar un rato con él, de ver hasta dónde podía llegar. Aunque sabía que podía ser arriesgado, la emoción de la situación me embriagaba. Estaba seguro de que Jacob no se quedaría con los brazos cruzados. La posibilidad de un pequeño desafío me resultaba emocionante, y estaba decidido a aprovecharla al máximo.
Con todo esto en mente, procedía volver a sumergirme en la nueva rutina al haber regresado a mi país natal, también teniendo que enfrentar en peso de mi sangre.
