PROHIBIDO

Crepúsculo voló, necesitaba pensar, su vida era un desastre, siempre había sido así, Rachel era algo bueno, algo inmaculado, traviesa, pero inocente, tenía que alejarse de ella lo más rápido posible, iba a acabar con la vida de muchos si la relación continuaba.

Horas Antes

"Tío ¿Qué haces aquí? Hace mucho no te veía, ¿Vienes a darle los regalos a los trillizos? ¿Donde están mis otros tíos?" Preguntó Alexander.

"Raparti regalos el día de tu boda" Respondió de manera seca Crepúsculo.

Alexander frunció el ceño "Nadie me lo dijo"

"Estaba Rachel con ellos" Dijo Crepúsculo.

"¿Qué hiciste?" Preguntó Alexander con un mal presentimiento.

"No acostumbro a repetir lo que obsequiamos, pero te lo diré: Belleza, inteligencia, astucia, amor propio desbordado, agilidad, lujuria y amores para tus hijos" Dijo Crepúsculo despreocupado.

"Hay algo más, lo sé ¿Qué es?" Preguntó Alexander.

"¡Vaya Alex! Te he subestimado, quiero a mi familia en el trono del mundo mágico, si siguen enamorándose de humanos, morirá nuestra magia, entonces los amores de tus hijos están en mi mundo, no el de tu padre" Soltó Crepúsculo.

"Vamos tío, quiero a mis hijos aquí, con su familia, no deseo que anden en algo que desconocen, puedes cambiarlo, sé que sí, además no estábamos presentes, los padres deberían estar" Cuestionó Alexander.

"Había alguien de la familia, son las reglas, estarán bien, tu madre les dio un buen regalo" Dijo Crepúsculo.

"¿Mi madre estaba ahí?" Preguntó Alexander.

"No, pero me vio y supuso que había entregado lindos obsequios" Presumió Crepúsculo.

"Tío, confíe en ti, aunque mi madre nos prohibió estar contigo, siempre la desobedecí, éramos amigos ¿Cómo me traicionas de esa manera? Son mis hijos y no bastando con eso usas a mi hermana para que te ayude a ocultarlo" Dijo Alexander.

"No necesito ocultarlo Alex, tus hijos tienes que crecer y decidir a qué mundo pertenecer" Dijo Crepúsculo, él amaba a ese chico como si fuera su propio hijo, pero era un mago negro y ese era su deber regalar cosas no tan buenas a la familia.

Alexander lo miró enojado, amaba su tío como nadie, pero en ese momento deseaba partirle la cara ¿Cómo le decía a su esposa que sus hijos iban a tener novias y su princesa novio de otro mundo?.

Crepúsculo escuchaba cada pensamiento de su sobrino "Alex..."

"¡Lárgate!" Exclamó Alexander y se marchó.

Crepúsculo sonrió amargamente en el fondo le dolían las palabras de su sobrino, había sido un alcahuete para él toda la vida y el chico siempre había sido respetuoso, odiaba ser vulgar, en eso se parecía a su padre, a diferencia de Rachel, esa niñita consentida era una insolente como su madre 'Pensó'

Presente

Melisa derramó varias lágrimas, pero debía ser fuerte, el día que decidió amar a Alexander había sido con todo lo que conllevaba tener una familia mágica que daba regalos extraños. Ella había escuchado la historia de su suegra y aunque fue trágica, al final fue feliz. Al pensar eso estaría dispuesta hacer todo para que sus hijos encontrarán el amor de sus vidas, sin importar donde fuera.

"Xander cariño, ven aquí" Ordenó Melisa y el empresario fue como un perrito obediente.

El hombre se sentó en el borde de la cama y la mujer masajeo sus hombros, espalda y nuca, esto lo relajaba, las manos de su esposa eran mágicas.

"¿Cómo te sientes?" Preguntó Melisa.

"Mejor amor, me encantan tus masajes, son medicinales" Respondió Alexander.

"Bien, ahora recuesta tu cabeza en mis piernas masajearé tus sienes" Dijo Melisa y el hombre obedeció.

La mujer observaba el rostro de su esposo, era realmente bello y provocador, no era la primera vez que hacía eso, sabía que los masajes lo relajaban y deseaba que estuviera tranquilo.

"Xander"

"Mmmmh" Gimió el hombre.

"Disfrutemos de nuestros pequeños, tratemos de prepararlos para ambos mundos, tal vez sus parejas decidan acompañarlos en este, no sabemos, pero es lo mejor que podemos hacer como padres. De todas maneras los desafíos vendrían con o sin familia mágica de por medio, cuando estés más tranquilo buscarás a tu tío Crepúsculo y harás la pases con él, son amigos no deben estar enojados" Aconsejó Melisa, el hombre en ese estado siempre escuchaba, su esposa era sabía.

"Mel, es un traidor y Cheli también, es mi tío favorito y lo sabe ¿Cómo me hace esto? Y Cheli es mi hermana favorita" Dijo Alexander siendo interrumpido por su esposa.

"Xander deja el teatro, Cheli es tu única hermana, también deberás hablarle. Sé que los niños estarán bien, esto hace parte de su destino y estaremos apoyándolos en todo" Dijo Melisa.

"Mel, tu eres una bendición en mi vida ¿Lo sabias?" Preguntó Alexander.

"Lo sé" Sonrió Melisa.

"Ahora tendrás que masajear a mi amigo, se levantó por tu culpa" Provocó Alexander.

"Eres un pervertido, no cambias" Dijo Melisa besando los labios del hombre que aún se encontraba en sus piernas.

Por otro lado, Rachel se sentía muy mal, su cuerpo no respondía y tenía escalofríos, temía por la vida de Maximiliano, su tío era capaz de hacer cualquier cosa.

Crepúsculo movió sus fichas y Organizó su plan, no mataría al hombre, pero atacaría su exitosa vida. El mago pensaba lo mucho que le importaba el profesor a su sobrina, hasta el punto de perder la vida por él.

Las imágenes de élla teniendo sexo con el nuevamente lo llenaron de ira "¿Cómo se había atrevido Rachel a engañarlo? Es una pequeña perra" Pensó.

El hombre decidió volver al departamento con la castaña, iba a aparecer sin que lo notará, pero al ver a la mujer temblar en la cama se asustó y la tomó entre sus brazos.

"Cheli, Cheli, pequeña, ¡Despierta! Estás hirviendo ¡Mierda!" Exclamó Crepúsculo.

El mago la llevó a la bañera, la despojó de sus prendas, se lamentó por el maltrato, se había comportado como un animal, entonces mientras se culpaba sacó de su traje un gotero, la chica no respondía, estaba en un sueño profundo, su pulso era inestable y débil.

Crepúsculo se desesperó no se perdonaría si por su culpa la perdiera, vertió las gotas en un poco de agua, la bebió y besó a la pequeña mujer introduciendo la bebida por completo y así repitió el acto en diferente ocasiones.

La calentura empezó a bajar y su rostro tomó color nuevamente, la dejo en la bañera necesitaba mantenerla estable, si su fiebre aumentara sería fatal. Se dirigió a la cocina y prepara sopas de pollo para cuando despertara, en su larga vida tuvo que aprender a cocinar y consideraba que era bueno.

El hombre fue al baño y sentir la temperatura normal, sacó a la chica de la tina, la envolvió en una toalla, con otra secó su cabello y la sostuvo en sus brazos, se sentó en el sofá que se encontraba en la habitación, allí la abrazó dándole la temperatura natural qunecesitababa, los moretones empezaron a desaparecer, no importaba si había estado con otro, él la mantendría con vida no la perdería, en las sombras la había visto crecer, mentir, reír, hacer travesuras y acosar a personas "Cheli, lo siento" Susurró posando los labios en su frente.

La chica empezó a despertar, sintió una temperatura agradable, estaba cómoda, el aroma era embriagante, abrió los ojos y se topó con la mirada arrepentida del demonio, ese que la sostenía ¿Acaso era el mismo que la había lastimado hasta el cansancio? Deseaba pensar que no, que había sido todo una pesadilla, pero ahí estaba su perdición, Rachel no pudo contener sus lágrimas y lloró desconsoladamente, mientras la bestia frotaba sus brazos y espalda.

El hombre se sintió infame "Lo siento Cheli, te prometo que me iré para siempre de tu vida y te dejaré para que realices tu vida con quien te plazca" Mencionó.

El hombre no sabía que pronunciar esas palabras iba a hacer doler su negro corazón, se había enamorado muchas veces, pero nunca se había sentido tan desdichado.

Rachel se tensó, había deseado a James desde pequeña y creyó amarlo cuando el hombre cedió a sus caprichos, luego la indiferencia del profesor de matemáticas captó su atención, de tal manera que olvidó sus principios y se metió a la cama con un hombre casado, ella anhelaba una relación como la tenían sus padres o su hermano y el hombre que la sostenía se acercaba a todo lo que una vez deseó, era peligroso, salvaje, celoso, guapo y ahora la abandonaría. Ella no deseaba que se marchara, sintió su corazón estrujarse y negó con su cabeza en el pecho del hombre.

"No te vayas" Jipeo la chica

El mago apretó sus labios, él estaba enojado por su engaño, se había acostado con el profesor y se había burlado en su cara, no deseaba abandonarla, pero sus actos eran inconcebibles y el tarde o temprano la mataría por celos "Ve con el profesor Cheli, tal vez ahora si puedan estar juntos"