Melanie fue llevada a la guillotina, junto con su familia, gracias al descubrimiento de sus crímenes. Sin embargo, se arrepentía del ser que fue, ¿tendrá una segunda oportunidad para cambiar sus decisiones?....
NovelToon tiene autorización de the legend of the moon para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 10
-Bien, lo haces bien Jim, necesito que largues todo, sin problema sigue, lo haces bien-
Estaban todos más que anonadados con lo que pasaba, la niña pretenciosa que menospreciaba a todos hasta hace unas semanas, ahora estaba en el cuartel de los soldados, curando a uno de ellos, mientras sostenía su balde con todo lo que ese pobre hombre lanzaba…. Uno de los soldados salió corriendo del asco que le dio, mientras otro me decía
-Señorita deje que lo sostenga yo-
-No hace falta, vayan a decirle al cocinero que prepare una sopa bien liviana para este soldado, después de esto quedará sin fuerzas y necesita comer algo-
Estuvo un rato más así, hasta que terminó, de retirar todo de su interior, saqué el balde y se lo di a Doris para que se deshiciera de eso, mientras agarraba una toalla húmeda y una fuente de agua y le limpie el rostro, pobre hombre estaba destruido….
-¿Cómo te sientes?-
-Mejor, pero sin fuerzas-
-Perfecto, te haré otra medicina, esta vez no será como esta, pero antes te dejo con mi hermana, ella te ayudará a comer la sopa, hermana procura que coma bien, iré a preparar algo para Jim al invernadero… vamos Doris-
-Si mi señorita-
Se podía escuchar como estaban todos sin saber que decir, más que asombrados, diría yo.
Lo mejor de este lugar que como mi hermana se interesó en la medicina desde muy pequeña, mi padre le mandó a construir este invernadero para sus plantas medicinales, podré encontrar lo que necesito. Después de preparar la medicina de Jim, esta vez no vomitará, se la di a Doris para que se la llevara.
Aproveché ya que estaba allí y prepare la medicina para el cuerpo del emperador, estas semanas estuve investigando un poco más sobre las hierbas y tuve que adaptar mi conocimiento herbario de mi vida anterior a lo que encuentro aquí…
Una vez finalizado, la pregunta era como llegar al emperador, me era difícil llegar al idiota del príncipe, a alguien más importante me costará aún más.
Mientras me iba caminando a mi habitación, ya se había puesto el sol, cuando veo a Paula hablando con el cocinero, por lo que me escondo detrás de una columna a escuchar
-Esa niña ya se dio cuenta Marcos, si le sigo sacando la mesada, en cualquier momento nos delatará-
-Paula, esa mocosa es una estúpida, sigue creyendo que sus padres la ignoran y ni mesada le dejan, solo está caprichosa porque el principito no le presta atención-
-¿Dices que es así?-
-Sí, tu tranquila-
Ya me preguntaba dónde iba mi mesada, quería ir a comprar, pero no podía, ya que no tenía dinero, mañana llegan los duques, será momento de que mis padres sepan con qué arpía dejaron a su hija…
Al llegar a mi alcoba, pensaba como contactar al emperador, por lo que me propuse una idea un poco alocada, pero espero que funcione. Todavía tenía mi disfraz de doncella, lo particular que cada ropa es única en cada parte, por ejemplo las doncellas del palacio llevan un uniforme en negro y rojo, con la insignia del palacio, en el ducado llevan uno blanco con azul, colores distintivos del ducado. Mañana a primera hora me iré a probar suerte.
Al día siguiente, primero entrene un poco, luego me preparé e incluso hice unas galletas con la medicina, es muy fea por lo que es preferible mezclarla con algo dulce.
Sin embargo, antes de salir por la ventana de mi habitación, siento como alguien me toma del brazo
-Ya sabía que algo tramabas, mamá me dejo a cargo para que no hagas estupideces-
-Oye no estoy haciendo nada malo-
-¿Qué haces vestida así, esa ropa es del palacio, ¿A quién sobornaste?-
-A nadie, si no tengo dinero-
-¿Cómo que no tienes dinero? Eso no importa, tú no te vas-
-Es importante lo que debo hacer, juro que no me meteré en problemas-
-¿Vas tras ese idiota de nuevo?-
-No, juro que no-
-¿Entonces?-
-No puedo decirlo…-
-Si no me dices, no iras-
La miré por unos segundos, todavía no entrene lo suficiente para desmayarla, por lo que golpearla no era una opción…
-Bien me rindo, te diré, pero jura guardar todo entre nosotras-
Le conté casi toda la verdad, al fin y al cabo era mi hermana y nunca fue mala conmigo, si bruta, pero nunca me traicionó, era una de las que pedía clemencia e ir en mi lugar a la guillotina.
Por lo que le conté que casi hago una estupidez, pero que lo pensé mejor y cuando me escondía para irme del palacio me crucé con el emperador y este me ayudo a escapar, por lo que ahora quería retribuirle el favor y llevarle unas galletas que había horneado a la mañana, solo eso sin fines raros, solo llevar las galletas y volver, cuando finalicé me miraba sorprendida mi hermana