Contrato Sellado

El viernes fue un día normal para Saori, al acercarse la salida del trabajo se estaba poniendo nerviosa, no sabía lo que iba a suceder. Al ser las 4:59, ya estaba sudando, no tenía idea por qué estaba tan nerviosa si era por qué se acercaba la hora de ver a su prometido o se acercaba la fiesta de compromiso. Ambas cosas la tensaban.

Salio del trabajo aún más tensa que antes, incluso sus compañeros de trabajo la notaron diferente y algunos pocos le preguntaron si estaba bien, pero ella solo asíntio y siguió a la salida.

Ya estando afuera vio un coche de lujo y un hombre muy apuesto de traje recargado en el auto revisando su teléfono. De repente levantó la mirada y vio a Saori ahí parada observándolo claramente sin quererse acercar a el, era muy llamativo.

Entonces Ren sonrió e hizo algo que le erizo los bellos a Saori. Alzó la mano saludando y gritando.

- Cariño ~!!.-

Eso la sorprendió mucho y todos la miraron, ella no sabía que hacer quería que la tierra la tragara, era muy vergonzoso que todos sus compañeros de trabajo la viera en ese tipo de situación, ella estaba acostumbrada a ser muy discreta, parecía que eso iba a terminar.

Se acercó a Ren, estaba sonrojada, estaba avergonzada. Lo miro fijamente con la mirada le decía que se apresurara tenían que irse rápido. En cambio Ren estaba sonriendo, está situación era muy divertida para el, entonces prosiguió a hacer sentir peor a Saori.

- Vámonos, por qué eres tan escandaloso.-

Dijo ella en un tono muy bajo pero demandante .

- Te extrañe cariño~, [Se acercó a ella y la abrazo, puso su sonrisa más brillante y continuo hablándole al oído y en un tono bajo] tu también me extrañaste?. -

Esa acción la sobresalto, se había dado cuenta que Ren no tenía problema con invadir su espacio personal, de hecho de ir más allá. Se comenzó a enfadar, lo iba a empujar pero el la soltó antes, la alejo un poco.

- Andando cariño~.-

Dijo y le abrió la puerta del auto, Saori lo pensó dos segundos y se subió, no había tiempo para dudar.

Avanzaron en silencio un largo tiempo hasta que Ren pregunto.

- Entonces cariño, a dónde vamos?.-

Saori se sobresalto, se olvidó de decirle a dónde ir. Ya ni siquiera quería pensar en nada de eso, ha estado muy estresada los últimos días por estar pensando en toda su situación.

- Ah!, Bueno, donde quieras ir está bien.-

Esa respuesta le pareció extraña a Ren pero estaba bien, así podía hacer las cosas a su manera.

- Entonces... Está bien si yo me encargo de todo?.-

- Mmm... [Lo miro fijamente, pensó que si el quería hacerse cargo está bien], si claro, hazlo como quieras.-

- Jajaja, está bien. Déjalo en mis manos.-

Se dirigió al centro de la ciudad donde se encontraban las mejores tiendas y la llevo a una en particular que se veía muy vacía, eso le pareció extraño, pero siguió a Ren, adentro todo era muy pulcro, con una decoración vintage y a simple vista no sabía decir que vendían ahí, jamás había visto esa tienda.

Se quedó observando una pintura muy linda que estaba en una pared, era un paisaje muy amplio con un lago al fondo.

Mientras observaba la pintura Ren fue al mostrador y pidió hablar con el dueño. En eso salió la única empleada que había. Una joven vestida muy elegante de baja estatura pero con unos tacones que la hacían más alta. Su traje color vino hecho a la medida destacaba su figura, sin duda una belleza. Su peinado recogido y su fría mirada daba la impresión de alguien estricto y si lo era. Al salir vio a Saori observando la pintura, luego vio como iba vestida y su ceño se frunció, no le gustaba ese tipo de gente en la tienda, pues era exclusiva para cierto estatus. Se acercó a ella y trato de ser educada.

- Se que es muy impresionante que pueda ver eso. Pero será mejor que se retire antes de que llame a seguridad.-

- Ah!, Mm... Eso creo que será difícil.-

Ya sabía que la estaban menospreciando, pero no era la primera vez y de hecho había peores cosas que había vivido. Así que mejor dejo pasar lo que sea que pudiera pasar y siguió su camino.

Se dirigió a Ren que parecía un poco ocupado al teléfono, Saori miró a la joven que tenía una expresión de disgusto, eso la hizo sonreír por ello hizo una acción que puso a esa joven mucho más irritada. En eso iba saliendo el dueño con el otro empleado.

Se acercó a Ren y lo abrazo y dijo algo que dejó a todos sin palabras.

- Ren~, me gustó esa pintura de allá, por favor comprala para mí. Siii~~.-

Lo miro con ojos suplicantes de cachorrito, Ren estaba atónito, no sabía cómo actuar ante está nueva actitud de su prometida. Además de que estaba al teléfono con su abuelo. Su abuelo lo estaba regañando porque el quería conocer a su prometida antes de la cena de compromiso y el no lo hizo. Ren le estaba diciendo que la llevo a comprar ropa y algunas cosas para la cena de mañana y su abuelo no le creía entonces sucedió esto, solo escucho a su abuelo suspirar al otro lado. De seguro creía que estaba con otra mujer y no con su prometida, el viejo ya estaba enojado así que tenía que arreglarlo.

- Saori cariño, el abuelo quiere conocerte antes de la cena de mañana, qué te parece si después de las compras de hoy vamos a cenar con el? (Esto debería ser suficiente para que el abuelo se calme); [Volteo a ver al dueño de la tienda y con una sonrisa descarada dijo] Damon, que lleven esa pintura a mi casa, será un gran regalo para mi prometida.-

Tomo la cintura de Saori y camino hasta el dueño de la tienda. El dueño Bell Damon, los miró a ambos y puso su sonrisa de negocios.

- Por supuesto, lo que mi gran amigo Ren desee, por favor pasen, todo está preparado.-

Señaló hacia dentro de la tienda y le hizo señas al empleado que iba con el, el empleado entendió lo que quería y se retiró, miró a la joven que se veía molesta, a ella le gustaba Ren, siempre quiso acercarse a él pero desafortunadamente el jamás le hizo caso.

- Dyna, ve a atender a los invitados.-

- Si señor.-

Dijo sin emoción alguna y se fue.

Ren y Saori entraron en una sala, decorada muy sencilla allí había varios vestidos en maniquíes y a los lados algunos accesorios. De hecho varios tipos de accesorios. Esto dejo fascinada a Saori y Ren lo noto.

- Te gusta lo que ves?.-

- Por supuesto que sí, es hermoso.-

Su sonrisa lo hacía muy evidente. Entonces el también sonrió.

- Perfecto, puedes tomar lo que quieras de ahi es tuyo.-

- Eh! Es enserio?.-

Su sorpresa era tanta que incluso tenía la boca abierta. Ren se acercó a ella le tomo la barbilla y cerro su boca, acercándose peligrosamente a su boca. Saori trago saliva y no sabía si quería lo que vendría a continuación. El tomo su cintura y se acercó más, ambos mirándose a los ojos, sin pestañear pero...

- Disculpe señor Ootani le gustaría que le mostrará lo que se preparó?.-

Era la empleada de la tienda Dyna. Se paró ahí viendo a ambos cómo se mostraban afectó. Eso incómodo a Saori y se separó de Ren. El solo suspiro.

- No es necesario, cariño escoge lo que más te guste.-

- Está bien.-

Saori asíntio y se acercó a las cosas, observó los vestidos, algunos no eran de su agrado, pero eran muy lindos, después de un rato de mirar se decidió y volteo a ver a Ren que la miraba, con una gran sonrisa le dijo.

- Todo es muy lindo, quisiera llevarme todo.-

- Jajaja si quieres llévatelo, por ahorita elige lo que necesites para mañana, le pediré a Damon que envuelva lo demás para ti.-

- Eh!, Puedes hacer eso?.-

- Por supuesto que puedo.-

Dijo acercándose y acortando la distancia, tomándola de la cintura y acercándose a ella, parecía que le gustaba hacer eso. Saori se sonrojo ligeramente pues no estaba acostumbrada a eso, era una situación incomoda.

- Yo... Ya elegí lo que quiero.-

Señaló un vestido nacarado, Ren asíntio y se giró a mirar a Damon, este a su vez miró a su empleada y le hizo una señal, ella se dirigió a quitar el vestido del maniquí. Entonces Damon hablo.

- Señorita Uchida pase a probarse el vestido por favor. -

- Ah, si está bien, también... Pásame esas zapatillas bajas azul rey, gracias.-

Damon se sorprendió por la decisión de Saori, pues no sabía que esa persona desaliñada podría elegir bien, creía que elegiría negro o blanco, el sonrió y asíntio.