La Terrible Obsesión De Jeremy Luar

Víctor se encontraba sentado en uno de los banquillos circulares rotatorios que estaban en frente de la barra, estaba agitando una botella de whisky sobre su copa, tratando de sacarle hasta la última gota.

—¡Eh Cantinero! Otra botella de whisky— Exclamó Víctor con la voz pastosa por la lengua trabada debido a su embriaguez.

—Por favor Víctor ya vas por la 3 botella— Dijo el Bartender.

—Pasa esa botella para acá joder— Dijo Víctor mientras le daba un billete de 10 dólares.

El Bartender le pasó otra botella de Whisky, y se puso a beber. Cuando en eso Jeremy y Scott se acercaron hacia él, Víctor estaba borracho y tenía la visión un tanto borrosa, pero pudo reconocer a los chicos apenas los vio.

—¡Scott! ¡Jeremy! Vaya sorpresa encontrarlos aquí— Decía Víctor mientras se tomaba un shot.

—Víctor como estás, tiempo sin verter— Dijo Jeremy

—Si Víctor ¿Qué hay de tu vida? Estabas perdido— Dijo.

Víctor Manuel colocó la botella de Whisky sobre la mesa de la barra y les da un fuerte abrazo a los chicos, debido a su embriaguez, se tropezó y se cayó en el suelo.

—Jajaja, puta madre Víctor, creo que has bebido demasiado, deberías parar— Dijo Scott mientras lo ayudaba a levantarse.

—No no no, tranquilo me encuentro bien, no pasa nada—

En ese instante Víctor comenzó a sentir náuseas y comenzó a tener arcadas, se puso ambas manos sobre la boca para evitar que se le escapara el vómito y salió corriendo hacia los baños.

—Menos mal que se encontraba bien el cabrón jajaja— Dijo Jeremy de forma sarcástica.

Víctor se encontraba a las entradas de los baños, estaban tan ebrio que se confundió de baño e ingreso al baño de las mujeres, cuando entró las chicas que se encontraban allí se alertaron y comenzaron a gritarle y a arrojarle cosas.

—¡Oye esté es el baño de las chicas!— Gritaban las muchachas mientras algunas se tapaban y otras le lanzaban rollos de papel higiénico, Víctor dio medía vuelta y corrió hacia el baño de hombres, entró en uno de los cubículos y se arrodilló enfrente del inodoro para empezar a vomitar.

El desagradable sonido del "Buagh" es lo único que se escuchaba dentro del baño, un hombre que estaba allí se percató de la situación y le preguntó:

—Oye amigo creó que te echaste unos tragos de más— Dijo el sujeto mientras se reía entre dientes.

—No tranquilo, me encuentro fenome-bu bu Buagh— dijo Víctor mientras expulsaba todo el licor que yacía en su estómago.

—Ok, lo que tú digas— dijo el hombre.

Víctor terminó de vomitar y salió del cubículo hacía el lavamanos para enjuagarse la boca, mientras lo hacía aprovechó de lavarse la cara para quitarse un poco la pesadez y la sensación de alcoholizado, cuando terminó de lavarse, se detuvo un momento, apoyo sus manos sobre las orillas del lavamanos, y se quedó mirándose fijamente en el espejo, pensando en la clase de hombre en la que se había convertido, un borracho patético sin futuro que solamente se la pasaba de bar en bar.

Miró sus propios ojos a través de su reflejo proyectado sobre el empapado vidrio del espejo del baño, y comenzó a pensar y reflexionar sobre su situación, se puso a reflexionar sobre su vida y hacia dónde la estaba llevando, a pesar de que estaba borracho tuvo ese pequeño momento de lucidez y reflexión.

Al salir del baño, regreso hacia la barra donde estaban los chicos.

—Carajo Víctor, creó que vomitaste hasta lo que comiste ayer— Dijo Jeremy mientras se bebía su margarita.

—Creo que debes parar en serio bro, ya estás muy perdido— Dijo Scott.

Víctor se quedó observando la botella de whisky, la miraba con ojos de deseo, y tenía muchas ganas de seguir tomando, pero luego se acordó de la pequeña reflexión que tuvo en el baño del establecimiento y entro en consciencia y pensó que lo mejor era dejar de beber por el día de hoy.

—Tienes razón Scott, debería dejar de beber por hoy—

—Si Víctor, es lo mejor, estás muy borracho, yo creo que lo mejor es que nos des esa botella a nosotros— Dijo Scott jodiendo.

—Estás loco Scott, estás tomando margarita, si mezclas tequila con whisky más terminar con una borrachera peor que la de Víctor— Respondió Jeremy.

—Solo estoy jodiendo Jem, tú sabes que no me gusta el Whisky—

—Oye Víctor, tengo algo que preguntarte— Dijo Jeremy.

—Si Jeremy ¿Dime?—

—Scott y yo solemos venir al Punto Coín de forma recurrente, y nunca te avisamos visto por aquí, está es la primera vez—

—Coño Jem, lo que pasa es que en la anterior licorería donde solía ir, tuve un pequeño pleito con el dueño del local, en lo que descendió a una discusión verbal y a una pelea a golpes, eso pasó la semana pasada, obviamente perdí la pelea porque estaba borracho y terminaron sacándome del lugar a golpes, me prohibieron la entrada hasta que pague la deuda— Contó Víctor.

— ¿Deuda? ¿Cuál deuda Víctor?— pregunto Scott.

— una deuda que tengo con la taberna por pedir botellas fiadas y me convertí en un moroso, varias veces el dueño me exija que le pagará y yo solía decirle que le pagaba después, hasta que la semana pasada se hartó y bueno, paso lo que pasó— Respondió Víctor.

—Por el amor de Dios Víctor, tu alcoholismo te está llevando al abismo— Dijo Jeremy.

—Dime algo que no sepa— respondió Víctor.

—¿Qué te diga algo que no sabes? Pues déjame decirte que ayer en la noche, el Alexander se me apareció en la puerta de mi apartamento— Comento Jeremy.

—¿De qué Alexander me estás hablando? ¿De Alexander Wilson?— Preguntó Víctor intrigado.

—Obvio que Alexander Wilson, ¿Quién más?— Respondió Jeremy.

—Esa basura de mierda, ¿Qué coño fue a hacer en tu apartamento?—

—Pues resulta ser que está trabajando de Delivery, puesto que lo despidieron de su trabajo anterior—

Víctor al escuchar esas palabras no pudo evitar reírse a carcajadas.

— jajaja, y tanto que me criticaba a mí por trabajar de personal de limpieza, todo porque el payaso ese se creía Chef Michelin cuando en realidad era un simple ayudante de cocina pero aun así se creía la gran cosa, y ahora está trabajando de Delivery jajajá cada vez cae más, se lo tiene bien merecido— Dijo Víctor alegremente.

—Lo más gracioso del caso es que el imbécil ese estaba diciendo que lo perdonarán por lo que hizo— dijo Jeremy mientras se echaba un tragó.

—¿Perdón? No esa porquería no merece perdón, nos abandonó como a unas ratas de la menor manera posible, no merece ningún perdón ese hijo de puta— Respondió Víctor mientras se reía.

Estaba claro que absolutamente todos los chicos le guardaban rencor a Alexander, siempre que se menciona su nombre en una conversación, solo causa malestar en los chicos y que éstos le tiren mierda a más no poder.