Enamorado De Tu Voz

Lorena Lancaster

Estaba en la universidad en una clase cuando siento que se abre la puerta del salón y alguien habla en voz muy alta.

-Perdon la interrupción, señorita Lancaster debe acompañarme

-Ya voy

-Apurese, es urgente

Me apuré, recogí mis cosas y seguí a quien interrumpió para ir directamente a la oficina del director quien ya me esperaba con un rostro sombrío y más serio de lo normal.

-Señor Wagner ¿Me mandó a llamar?

-Señorita Lancaster llamaron del hospital, su madre está ingresada e intentaron comunicarse con usted pero no respondió

-Si.. siempre tengo... tengo el teléfono en silencio mientras... mientras estoy cursando

-Tranquilicese, ¿Tiene como ir al hospital ahora mismo?

-Tomare... tomaré el autobús

-Vamos señorita yo mismo la llevaré así llega más rápido

-Gracias señor Wagner

Me subí al auto del director aún muy aturdida por la noticia, rezando internamente para que todo estuviera bien y con las lágrimas deslizándose por mis mejillas sin control.

-Tendras las faltas justificadas, tienes las mejores notas y jamás te has ausentado así que no habrá problemas

-Gracias señor Wagner

-Llegamos, buena suerte

Bajé de su vehículo y corrí a recepción para saber dónde estaba mi madre y saber su estado de salud. Estaba totalmente desesperada.

Me informaron acerca de mi madre, se había desmayado en la fábrica y la trajeron de emergencia. Cuando finalmente reaccionó comenzó a vomitar sin control y volvió a desmayarse. Estaba totalmente deshidratada y ponerle una vía fue totalmente difícil.

-Doctor ¿Que tiene mi madre?

-Estamos haciendo análisis, haremos también una ecografía para poder ver qué está ocurriendo y probablemente una intervención quirúrgica si no mejora.

Entré y mi madre estaba dormida y súper pálida, sus brazos con pequeños moretones por haberle puesto tantas veces la vía sin éxito. Me senté a su lado presa del miedo mientras lloraba sin control.

Lo único que me tranquilizaba es que estaba siendo atendida y pronto con suerte sabríamos que era lo que le estaba ocurriendo con precisión para que lograra recuperarse cuanto antes.

Llamé a Zoe para contarle lo que estaba ocurriendo y que viniera al hospital para quedarse con mi madre y así yo ir a la cafetería a trabajar, lo menos que podía hacer era perder mi trabajo en estos momentos dónde más necesitamos el dinero.

Ella llegó rápidamente al hospital y me prometió no levantarse de su lado hasta que yo llegara.

Fui a mi trabajo y comencé a atender mesas y clientes con la mejor sonrisa que pude pero por dentro estaba en pánico y súper angustiada.

Todo estaba bien hasta que una chica con aires de diva llegó y en un desafortunado accidente su café acabó sobre su ropa. Un señor sin querer me empujó cuando le llevaba el pedido a la señorita y un escándalo es poco decir para lo que pasó después.

Intenté limpiar la ropa de la muchacha que histérica gritaba que no la toque y había arruinado su costoso vestuario. Me disculpé de mil formas pero ella comenzó a insultarme y cuando no me quedé callada acabé despedida.

Desde allí todo fue de mal en peor, me dieron mi liquidación y lo poco que reuní de propinas. Volví aún llorando al hospital, éste día resultó ser una gran pesadilla y a cada hora todo empeoraba considerablemente.

Había perdido mi único trabajo, me atrasaría en la universidad y mamá estaba internada, ¿Que más me podría salir mal hoy?