En La Cocina De La Mafia

Lola

-Ivana últimamente estás muy callada conmigo ¿Pasó algo?- pregunté mientras le servía un vaso de jugo

-No Lola, no pasa nada

-¿Es por lo de hace unos días? Yo te aseguro que no hay nada entre Héctor y yo, él me ve como su hermana y yo lo veo como el mío

-Lo sé Lola, sé que se ven como hermanos, no es eso lo que me molesta

-Es por lo de su relación?- asintió

-Sabes? Al principio me parecía divertido, era un secreto, algo así como un amor prohibido, era excitante pero ahora lo único que quiero es estar con él y formar una familia

-Lo entiendo- sujeté su mano- siempre puedes contar conmigo

-Gracias Lola- bebió su jugo

-Oye Ivana quería pedirte un favor

-Dime cuál ¿Es algo con mi hermanito? Quieres ponerte más bella para él?

-Qué? Claro que no, no me interesa tu hermano y yo no le intereso a él

-Mmm si claro entonces, qué necesitas?

-Podrías enseñarme a pelear? Ya sabes, algunas cosas de defensa personal o algo así

-Tú quieres que te entrene?

-Bueno si

-Mmm no sé si mi hermano estaría de acuerdo, podrías usarlo en nuestra contra

-Yo jamás te lastimaría, no podría decir lo mismo de tu hermano, pero valoro más mi vida, así que no intentaría nada contra él, aún así entiendo que no quieras hacerlo, no te preocupes fue una tontería pedirte eso

-Yo no dije que no, pero por qué quieres que te entrene?- bajé la cabeza- es por lo que pasó hace unos días con Fiore?- asentí- Lola tu trauma tiene algo que ver con las cicatrices de tu espalda?

-Yo… no quiero hablar de eso

-Está bien, lo entiendo- ahora ella sujetó mi mano- pero en cuanto quieras hablar de ello estoy aquí para tí

-Gracias

-Con respecto al pelear, yo te enseño

-¿En serio? Gracias

-Sí, pero lo mantendremos en secreto de mi hermano, ¿bien?

-De acuerdo

Desde ese momento íbamos a la bodega cerca de la casa, allí ella me enseñaba diferentes artes marciales y también me enseñó cómo usar las navajas, siempre aprendí rápido así que esto no fue un problema para mí. El único problema que había, bueno por llamarlo así, era el hecho de los moretones en mi cuerpo, Ivana siempre evitaba golpear mi cara y yo la suya, pero el resto del cuerpo era un saco de boxeo. Algunas veces tenía que entrenar con Héctor ya que Ivana me decía que era diferente practicar con ella que con un hombre, no había problemas con eso, yo sabía que ellos se amaban, ella confiaba mucho en mí y, bueno, ellos sabían de mis sentimientos hacía ese idiota.

-Bien Lola, en el poco tiempo que llevas entrenando te has vuelto muy fuerte

-Gracias Héctor

-Sí, pero aún así yo sigo siendo más fuerte hermanita

-Ah eso crees?

-No. No lo creo, lo sé, yo soy el hermano mayor y por lo tanto soy más fuerte, además, soy hombre es obvio que soy más fuerte

-Mmm sabes? Debería comentarle a Ivana sobre tus palabras machistas

-No pondrías en evidencia a tu hermano mayor

-Ya veremos hermanito- sonreí- basta de charlas, comencemos

Empezamos a combatir, él me tomó por detrás, poniendo su brazo en mi cuello, pero yo me escapé con una técnica que Ivana me enseñó, le di un rodillazo en el estómago haciéndolo caer al suelo, me acerqué a él y aprovechó para hacer una barrida en mis pies haciéndome caer al suelo, se colocó encima de mí pero giré haciéndolo quedar debajo de mí.

-Ajá entonces, ¿quién es la mejor?

-Eso fue trampa

Empezamos a reír hasta que la puerta de la bodega se abrió, como hace este sujeto para encontrarnos siempre en una situación complicada? Él estaba ahí, con su hombro apoyado en el marco de la puerta y con los brazos cruzados.

-¿Y cómo se llama este juego?

Me levanté de inmediato de encima de Héctor, que hago ahora? Si le digo lo que está pasando realmente aquí seguro se enojara con Ivana, Héctor y conmigo, aunque no me importa mucho lo que me suceda a mí, pero no encuentro otra solución más que decir la verdad.

-Amo no es...

-¡No me llames así, me hace enojar aún más!

-Está bien, él me está entrenando, sólo eso, suelo hacerlo con Ivana pero ella fue a ver algo del trabajo

-Eso ya lo sé, vete a la casa y haz lo que te traje a hacer, ve a cocinar!

-Como diga- suspiré y me alejé hasta la casa

Christopher

Desde aquel día en que descubrí a Lola en la piscina con Héctor hay un poco de tensión en la casa, incluso mi hermana ha estado algo rara. La investigación del atentado se ha trabado debido a que no tenemos más pistas sobre el colombiano, lo último que supimos es que estaba en España. Mi droga sigue siendo la mejor del mercado pero aún intento mejorarla, Hudson ha logrado mejorarla un 30 por ciento y también me ha dado nuevas ideas de como pasar la droga.

Se me presentó un negocio importante en Argentina, sólo necesito unas rutas y una empresa de fachada, la solución que encontré es tratar con Matiz, ese sujeto me parece un desagradable sujeto, cobarde, dejó la mafia porque quería dedicarse a las cosas legales, imbécil. Cuando hablé con él se negó a participar, es un maldito patán ni siquiera oyó bien mi propuesta.

-Señor la mercancía llegó bien al puerto- mencionó uno de sus hombres

-Maravilloso- mencionó Fiore- aquí tienes la otra parte del pago- me entregó el maletín con el dinero

-Bien

-Una cosa más Morelli

-Si?

-Bueno, esto es sobre la mucha de la otra vez, la de la piscina- sus ojos destilaban maldad y una sonrisa curva se formó en sus labios, apreté mis puños

-Qué sucede con ella?

-Cuánto pides por una noche con ella?

-Ella no está a la venta, sabes que no comercializo con personas

-Que curioso, oí de buena fuente que se la compraste a Petrov

-Eso no es asunto suyo, ella no está a la venta para nada, ella es mía

-Mmm no sabía que usted y ella...

-Entre ella y yo no hay nada pero es de mi propiedad y no la quiero vender, no por ahora, al menos

-Sólo será una noche, la devolveré, lo prometo

-¡Ya dije que no! Y ahora sí me disculpa

Tomé el bolso y me alejé de allí, subí al auto y me dirigí directo a casa, estaba tan furioso, cómo podía pedirme que le entregué a Lola para una noche? ¡Ni siquiera se la daría por un segundo!.

Mis pensamientos volaron de nuevo hasta ella, todo a estado tranquilo, aunque los hombres en la casa han estado hablando sobre que Héctor y Lola se pierden de vez en cuando y se ven en la bodega de casa, me molesté al oír eso, pero también me han informado que hace lo mismo con Ivana, se pierde en esa bodega, otra cosa que me ha resultado extraño son los moretones que le he visto en el cuerpo, algunos en las piernas y brazos, incluso ví uno en su vientre una vez que sin querer la ví cambiándose, sí, acepto que, si bien al principio la ví sin querer, luego me quedé porque verla en brasier movió cada fibra de mi cuerpo, tanto que no pude evitar tener una erección y tuve que auto complacerme, es una mierda hacer eso, yo que siempre he tenido a un montón de mujeres a mi disposición.

Hoy iba a descubrir qué era lo que estaba pasando, Ivana se estaba encargando de que todo salga bien con un cargamento en el aeropuerto, por eso sabía que sólo estarían ellos dos allí, uno de mis hombres me avisó que ambos se encontraban en la bodega, aunque el alma me doliera, tenía que descubrir si pasaba algo entre ellos dos. Cuando me acerqué pude oír sus risas, abrí la puerta y mi corazón dió un vuelco al verlo acostada en el suelo y a ella encima de él.

-¿Y cómo se llama este juego?- dije recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados

Se levantó de inmediato de encima de Héctor, estaba furioso o tal vez celoso, sólo sé que dolía, una sensación que nunca antes había sentido.

Cuando ella se fue me quedé a solas con él.

-Por qué no solo lo admites?

-No voy a admitir nada, porque no tengo nada con ella, es mi hermana, sólo eso

-Si claro

-Esta es la verdad, si no me crees haya tú, si tuvieras el coraje de decirle lo que sientes, no estarías tan inseguro sobre quién se le acerca

-Cállate infeliz!

Le dí un puñetazo y el me lo devolvió, nos dimos golpes hasta que ambos sangramos, ya que nos rompimos la boca, al final él se rindió y sólo se fue, yo salí después de unos momentos, fui a mi cuarto, me curé y dormí el resto del día, ni siquiera bajé a comer ni nada, no tenía ánimos de verla, podría cometer una estupidez.