José Augusto pretende ser el Ceo en la empresa de su padre, pero este le puso como condición que debía casarse en un año. De lo contrario otro ocuparía ese lugar.
Así que él buscaba afanosamente una esposa.
NovelToon tiene autorización de Maria Esther para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Muerte inesperada
Rosaura y Álvaro estaban esperando a que Graciela se levantara. Les había llegado una notificación. En cuanto la vieron acercarse al comedor le salieron al encuentro.
¿Qué pasa, mamá?, ¿por qué no están desayunando?
Hija, ha llegado esto, yo creo que estamos en problemas.
¿Qué es eso?, dijo Graciela tomando el papel.
Después de leer, añadió:
Mamá, esto no es nada grave, es de los auditores que contrató el CEO.
¿Estás segura?, dijo la madre, temerosa.
Sí, mamá, ellos van a empezar con el trabajo y me piden que esté ahí.
Uf, yo pensé que era algo malo.
Te aseguro que no, y ahora vamos a comer.
Graciela se comió hasta la última migaja de su plato. En realidad tenía mucha hambre.
Uy, hermana, ¿acaso estabas amarrada?
Ella no contestó se lavó los dientes y se fue a trabajar.
Pues esta, ¿qué se trae?, dijo Óscar pensativo.
Déjala, está preocupada por su trabajo.
Rato después, tocaron a la puerta.
Óscar abrió.
Hola, soy Heliodoro y ella es Katy, somos amigos de Graciela, ¿podemos hablar con ella?
¿Cómo, no saben que está trabajando?, ¿qué clase de amigos son?
Tiene razón, perdón. Somos muy despistados.
En eso, Heliodoro sacó una pistola. Pónganse juntos en el sillón, un solo movimiento en falso y todos irán a hacerle compañía a san Pedro.
Los padres y hermano de Graciela obedecieron temerosos ante la sola idea de que pudieran disparar.
Katy, átalos por separado a c/u.
Katy obedeció al instante.
A ver, señora, deme el número de Graciela le voy a marcar en este instante.
Graciela estaba checando unos papeles cuando recibió la llamada.
Bueno, ¿quién habla?
Hola, Graciela, soy yo.
¿Heliodoro, dónde estás?
¿Qué crees? Me encontré a una familia muy bonita y unida, pero falta un miembro.
¿De qué hablas, Helidoro?
Tú tuviste la culpa de que José Augusto encontrara esos papeles y lo vas a pagar muy caro. Y si no lo pagas tú, lo pagará tu familia.
No te atrevas a tocar a mi familia.
José Augusto alcanzó a escuchar a Graciela e inmediatamente salió de su oficina a checar el dato.
¿Te pasa algo, Graciela?
Entonces, Graciela ya no pudo aguantar más y se puso a llorar.
Helidoro tiene amenazada a mi familia dice que van a pagar porque yo te dije lo de la estafa. Los va a matar tengo que hacer algo.
José Augusto le habló a la policía de inmediato.
La policía no tarda en llegar, no te preocupes, no les hará daño. Ahora sí demostró su culpabilidad.
Como vio que Graciela no estaba contenta aún decidió llevarla a su casa para que estuviera tranquila.
Licenciado, voy a llevar a Graciela a su casa porque hay un problema le encargo mucho ese trabajo.
Adelante...
Dejaron a Miguel a cargo de la auditoría y decidieron ir a ver que estaba pasando con la familia de Graciela.
Heliodoro apuntaba con la pistola a los tres personajes que estaban sentados en el sillón con las manos y los pies atados y con una mordaza en la boca.
Voy a empezar con usted, señor, me ha contado o tal vez la he escuchado que ama mucho a su familia, entonces, Imagínese lo que va a sentir cuando mueran su padre, su madre y su hermano y eso para mí es muy maravilloso. Una de cal por las que van de arena.
Los que estaban amordazadas no podían ni hablar.
Óscar trataba de soltarse a como diera lugar, pero lo tenía tan atado que era, prácticamente imposible.
De pronto, la sirena de una patrulla rompió el silencio.
Con un esfuerzo sobrehumano Óscar logró soltarse y se abalanzó sobre Heliodoro haciendo que la pistola se disparara.
Álvaro recibió el impacto quedando inconsciente.
Cuando llegó la policía Heliodoro y Katy habían escapado por la puerta trasera de la casa.
¡Rápido!, ¡una ambulancia!, tenemos un herido muy grave.
Graciela y José Augusto llegaron justo cuando estaban subiendo a Álvaro a la ambulancia, Rosaura estaba en shock y Óscar la abrazaba.
Obvio, la policía se fue detrás de Heliodoro y Katy.
Desgraciadamente, Álvaro murió en el trayecto al hospital ya no había nada que hacer.
Claro, Graciela aún no lo sabía.
Mamá, ¿te encuentras bien?, preguntó Graciela temerosa de la respuesta que podría darle su madre.
Sí, hija, yo estoy bien, pero tu padre recibió un balazo no sé cómo puede estar, por favor, hay que ir a ver cómo está.
Yo los llevo, suban al auto, dijo José Augusto; con suma amabilidad.
Cuando llegaron al hospital se encontraron con la terrible noticia de que Álvaro falleció en el trayecto.
Rosaura estaba inconsolable y de tanto llorar se puso histérica.
Tuvieron que inyectarle un sedante porque estaba fuera de sí.
En cambio, Graciela estaba un poco más tranquila, sabía que en esos casos uno debía mantener la fortaleza para poder apoyar a los otros.
Días después, Graciela volvía al trabajo luego de haber sepultado a su padre.
Qué bueno que ya regresaste, Graciela, quiero decirte lo que sucedió en la auditoría. Heliodoro llevaba años robando. Se dio a la fuga junto con la tal Katy, pero estoy seguro de que la policía los va a pescar en cualquier momento.
Pues ojalá porque el crimen de mi padre no quede impone.
Graciela se veía muy afectada por todo eso nunca imaginó que algo así podría suceder.
Su madre estaba inconsolable y su hermano se veía muy triste y ella tenía que conservar la calma para bien de todos ellos.