Maira renació en una novela, siendo hija del villano, es un personaje que no estaba en el libro, siendo ahora Elena protegerá a su familia
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Capitulo 9
Shao, notando que Elena se despertaba, se volvió hacia ella para responder a su pregunta
-Estamos siendo atacados, pero no te preocupes, todo va a estar bien- Dijo en voz baja, intentando mantener la calma mientras la rodeaba con un brazo protector
porque no me despertaste antes - se paro ella. - quédate aquí - pero shao no la dejo ir
-yo soy tu jefa como puedes hablarme así-
Shao, sosteniendo su mirada, se mantuvo firme en su decisión
-Porque quiero protegerte, no importa si eres mi jefa, no dejaré que corras riesgo- Dijo con tono serio, su gesto decidido y su brazo aún envolviéndola, no dispuesto a dejarla ir
-entonces sal conmigo-
Shao, al oír la petición de ella, titubeó por un momento, considerando el riesgo
-Pero, es demasiado peligroso.. Prefiero que te quedes a salvo aquí- Dijo, aún manteniendo un brazo protector en torno a ella, su expresión mostrando dudas, pero un poco tentado por la idea de tenerla a su lado
Shao, al ser desafiado por ella, no pudo evitar una pequeña sonrisa. Aunque reacio en un principio, acabó por rendirse ante su determinación. soltándola pero manteniendo una expresión ligeramente molesta por ser llamado un tonto
ella agarro su mano mientras pensaba (sistema lanza veneno paralizante en los desconocidos) cuando salio vio a sus hermanos y guardias pelear contra los bandidos (agujas con veneno paralizante ahora sin que nadie lo note)
Los hermanos y los guardias siguieron luchando contra los bandidos, mientras la atención de todos estaba enfocada en la pelea. Nadie notó el rápido movimiento de Elena mientras lanzaba las agujas con el veneno paralizante.
Los ataques de los bandidos comenzaron a disminuir a medida que varios de ellos comenzaron a flaquear y caer al suelo, incapaces de moverse debido al efecto paralizante de las agujas
Algunos de los guardias, notando la inesperada caída de los bandidos, voltearon hacia los hermanos con un toque de confusión. Tristan, que acababa de derribar a un bandido, se volvió y notó la mirada de los guardias.
-Qué diablos..¿Qué ha pasado con estos tipos?- Dijo Tristan, con una mezcla de sorpresa e incredulidad al ver a los bandidos desplomándose sin previo aviso
Weilong, que estaba al lado de su hermano, también se dio cuenta del fenómeno extraño
-No lo sé.. Parece que alguien ha intervenido y los ha dejado fuera de acción..- Dijo con confusión, buscando en las sombras en busca de la fuente del ataque
Tristan, aún desconcertado, se volvió hacia sus guardias y les dio órdenes
-Revisad todos los alrededores, necesito saber quién o qué está detrás de esto- Dijo con una voz firme, su mirada aún escaneando la zona en busca de cualquier pista que pudiera arrojar luz en la situación
-hermano Tristan y Weilong fueron geniales -Elena se acerca a ellos
Tristan y Weilong, al oír el comentario de Elena, desviaron su atención de la situación y se volvieron hacia ella
Tristan, con una mezcla de sorpresa y orgullo, respondió
-Si, lo fuimos, pero.. ¿Qué haces fuera del carruaje? Te dije que te quedaras dentro- Dijo con una voz un tanto severa en tono protector
Weilong, con un toque de preocupación, apoyó a su hermano
-Sí, Elena, deberías haber permanecido en el carruaje, era peligroso para ti venir aquí- Dijo con una mirada seria, pero con un tono más suave que el de Tristan
-pero ya no hay mas bandidos, salí cuando terminaron de derrotarlos y shao no me dejo salir del carruaje- explico
Tristan, al escuchar la explicación de Elena, soltó un suspiro frustrado.
-Eso no cambia nada, es peligroso para ti salir. Y Shao tenía razón en intentar mantenerte adentro- Dijo, aún con tono de desaprobación.
Weilong, tratando de aligerar la situación, habló suavemente
-Pero estás bien, y ya no hay ningún peligro, eso es lo importante, supongo-
Tristan, aceptando las palabras de Weilong, suspiró de nuevo, relajando un poco su tensión.
-Es verdad, pero la próxima vez, por favor, escucha cuando te decimos que te quedes en el carruaje- Dijo Tristan, aún con un toque de seriedad, pero mostrando un poco de alivio por la seguridad de Elena
-pero porque cayeron de repente?- pregunto Elena aunque sabia la repuesta
Tristan y Weilong intercambiaron una mirada rápida, todavía desconcertados por el fenómeno.
Tristan, con un gesto de confusión, respondió
-No estamos seguros.. Parece que les han inyectado algo, pero no sabemos quién ha sido- Dijo, aún intentando encontrar una explicación a la situación surrealista
Weilong, con una expresión pensativa, añadió
-Debe haber sido alguien que atacó desde las sombras.. Pero quién o cómo, es un misterio- Dijo, mientras seguía escaneando la zona en busca de evidencia o señales de lo sucedido
vamos a la mansion -bosteza Elena- mis hermanos son mis heroes-
Tristan y Weilong, al escuchar las palabras de Elena, no pudieron evitar esbozar una sonrisa de orgullo
Tristan, con un gesto de acuerdo, respondió
-Vamos, la mansión es un lugar seguro donde podremos interrogarlos sin problemas- Dijo, mientras el grupo se encaminaba hacia la mansión, con los guardias seguros y los bandidos inconscientes siendo cargados
Una vez dentro de la mansión, los hermanos llevaron a los bandidos a una habitación especialmente preparada para interrogatorios. Los bandidos, todavía inconscientes, fueron amarrados a sillas y colocados en fila, una distancia prudencial el uno del otro.
Tristan y Weilong se colocaron frente a los bandidos, listos para comenzar el interrogatorio en cuanto despertaran. Los guardias permanecían cerca, vigilantes y dispuestos a intervenir en caso necesario
elena ya estaba en su habitacion con shao, las sirvientes hicieron los preparativos para el baño.
Mientras los hermanos estaban ocupados con el interrogatorio. las sirvientas Cuidadosamente desvistieron a los niños, preparándolos para el baño caliente que les esperaba.
Mientras tanto, Shao permaneció cerca, vigilando atentamente el cuidado que recibían tanto él como la niña. Aunque algo incómodo, permitió que las sirvientas llevaran a cabo su tarea sin objeción alguna
Shao, al percibir la señal de Elena, dirigió su mirada hacia ella. La idea de descansar después de todo el estrés del día era tentadora.
Con un suspiro suave, Shao se levantó de la posición en la que estaba y caminó hasta Elena. Su mirada mostraba una expresión agotada, pero no opuso resistencia ante la invitación a descansar.
-Está bien, vamos- Dijo Shao en un tono suave, siguiendo a Elena hacia la cama
Una vez en la habitación, el cansancio se apoderó de ellos. Ambos se acomodaron en la gran cama, dejando escapar un suspiro de satisfacción al sentir la comodidad de las sabanas.
Shao se estiró un poco, sintiendo como el estrés del día se disipaba al darse un respiro. Su mirada se volvió hacia Elena, quien ya parecía estar a punto de quedarse dormida.
-Gracias por todo- Dijo Shao en voz baja, la gratitud evidente en su tono de voz mientras miraba a Elena
-te cuidare pequeño shao, solo debes crecer bien - acaricia su cabello- debes estudiar y volverte fuerte
Shao permaneció en silencio mientras Elena acariciaba su cabello suavemente, pero en su interior un pensamiento apareció en su mente.
(Ella es solo una niña también) pensó Shao, con una leve mezcla de sorpresa y desconfianza (Y tan pequeña.. ¿Cómo puede cuidar de mí?) Pero mantuvo su rostro inexpresivo, sin mostrar sus pensamientos
Shao observó cómo Elena cerraba los ojos, dejando escapar una suave exhalación. El silencio llenó la habitación, creando un ambiente tranquilo y pacífico.
Con la mirada todavía fija en ella, Shao siguió pensando. Su mente seguía cuestionando la capacidad de Elena para cuidarlo, pero también se sentía atraído por su presencia. Su expresión seguía inalterada, sin revelar ninguno de sus pensamientos
Mientras tanto, en otra habitación, Tristan y Weilong comenzaban el interrogatorio con los bandidos, quien empezaban a despertar y recuperarse de su desmayo.
Uno a uno, los bandidos abrían los ojos, confundidos y desorientados. Cuando se dieron cuenta de que estaban atados a las sillas y rodeados por Tristan y Weilong, la sorpresa y el temor se apoderaron de ellos. Algunos intentaron moverse, pero rápidamente se dieron cuenta de que no podían liberarse
Tristan y Weilong observaban a los bandidos con una expresión seria y amenazante. Sus brazos estaban cruzados y sus miradas eran severas.
Tristan dio un paso adelante y habló con voz firme
-Bien, ya están despiertos. Ahora tienen dos opciones: cooperan y responden a nuestras preguntas, o las cosas se van a poner desagradables para ustedes- Dijo, mostrando una sonrisa peligrosa
bandido-crees que tenemos miedo la asociación de asesinos no tenemos miedo
Tristan rio con sarcasmo ante la respuesta del primer bandido
-Miedo o no, sigues estando atado a esa silla y desarmado- Dijo, con una sonrisa desafiante -Y créeme, hay muchas formas de hacer que hables, incluso sin miedo-
bandido- no le diremos nada
Tristan soltó un suspiro de frustración ante la negativa del bandido
-Es tu decisión, pero te garantizo que no te va a gustar lo que sucederá a continuación Dijo, con un tono amenazante mientras le hacía señas a Weilong
Weilong, siguiendo la señal, se acercó a un pequeño carrito que había en la habitación, lleno de diferentes herramientas de tortura y accesorios de interrogación
Los bandidos, viendo a Weilong acercarse con el carrito de herramientas, comenzaron a mostrar señales de nerviosismo y pánico. El primer bandido, tratando de mantener la calma, habló nuevamente
-E-espera espera, podemos hablar- Dijo, con un tono un poco más alterado que antes
Tristan mantuvo la misma sonrisa peligrosa en su rostro
-Ya es un poco tarde para eso, pero me complace que estés empezando a cooperar- Dijo, con un toque de satisfacción en su voz mientras observaba al bandido -Ahora, responde mis preguntas y esto puede terminar rápido-
El bandido, temblando un poco, finalmente cedió y decidió colaborar
-Qué... qué quieren saber?- Dijo mientras su mirada pasaba de Tristan a Weilong, quien se encontraba preparando algunas herramientas del carrito
Tristan asintió con satisfacción ante la decisión del bandido
-Muy bien, así está mejor. Quiero saber por qué nos atacaron, quién los contrató y si hay más personas involucradas- Dijo, manteniendo su tono amenazante mientras esperaba la respuesta del bandido
El bandido, un poco asustado, empezó a hablar
-Nos contrataron para... para secuestrar a alguien- Dijo nerviosamente, con la mirada temblorosa
Tristan arqueó una ceja, interesado en las revelaciones del bandido
-¿A quién se suponía que debían secuestrar?- Dijo Tristan, con una expresión inquisitiva
El bandido, aún nervioso pero más colaborador, siguió respondiendo
-Nuestro cliente buscaba... quería a la hija de un noble..- Dijo, evitando la mirada de Tristan
Weilong, que había estado observando la conversación, intervino con una pregunta
-¿Cuál era la recompensa por el secuestro?- Dijo, con el ceño fruncido, mientras inspeccionaba una de las herramientas del carrito de tortura
El bandido, sintiéndose presionado por la pregunta de Weilong, tragó saliva antes de responder
-Era una recompensa de... de veinte mil piezas de oro..- Dijo con voz temblorosa, tratando de controlar su nerviosismo
Tristan, sorprendido por la cifra que el bandido había mencionado, intercambió una mirada significativa con Weilong
-Veinte mil piezas de oro.. eso es una miseria.. mi hermana vale mas- Dijo Tristan, sus ojos entrecerrados mientras procesaba la información -Ese cliente realmente quería a la hija del ese noble... dime.. sabes quienes somos? sabes quien es nuestra hermanita? querías secuestrarla-
El bandido, al darse cuenta de quién eran los hermanos, tragó saliva con dificultad antes de responder
-Sí.. sí lo sé- Dijo con voz un poco más baja, mientras desviaba la mirada hacia el suelo -El cliente nos dio una descripción de la niña y nos ordenó secuestrarla... no sabíamos que era su hermana..-
momentos mas tarde, con las manos ensangrentadas y las ropas manchadas de rojo, estaban agotados por el interrogatorio
Tristan, con la respiración rápida y las venas visibles en el cuello, tomó asiento en una silla y se frotó la frente agotado-Maldita sea... esos bastardos no nos dieron nada útil..- Dijo con frustración mientras trataba de limpiar algunas manchas de sangre en su rostro
Weilong, sentado en una esquina, con la ropa manchada de sangre y el cansancio sereno en su rostro, asintió en acuerdo con las palabras de Tristan -Sí, hemos estado torturando a esos tipos por horas y lo único que hemos podido sacar en claro es que los contrataron para secuestrar a la niña por una recompensa de mierda- Dijo, con una expresión irritada -Y... no tienen idea de a quién están tratando de joder..-