"Ser una cobarde en el amor, ¿te puede costar tu propio corazón? Freya seguirá huyendo de sí misma."
Tendrá que decidir entre el amor o la pasión
Descubre lo que sucederá 🤓
Esta historia es solo amor entre chicas
NovelToon tiene autorización de Cris_R para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 9:Una noche sin Charlotte
Habían pasado dos semanas desde aquel incómodo incidente. Al encontrarnos nuevamente en el restaurante, solo acordamos que lo mejor sería fingir que nunca sucedió. lo más sensato era ignorarlo.
Acepté la relación con Charlotte, pero su propuesta de abrir la relación me dejó llena de dudas. Era una canalla, sí, pero incluso yo tenía mis límites. Como era de esperarse, Charlotte no tardó en restregarle a Min-ju en la cara que ahora éramos oficialmente novias.
No sabía qué pensar, así que opté por evitar a Min-ju. Sin embargo, ella parecía no darse por vencida; siempre encontraba maneras de buscarme.
—¿Quieres comer conmigo, hermosa?
El sonido de mi teléfono rompió el silencio. Charlotte, que estaba a mi lado, se asomó para ver quién era. El mensaje provenía de la mismísima Min-ju.
Suspiré con resignación. Desde el día en que Charlotte le informó de nuestra relación, Min-ju no había dejado de escribirme. Charlotte, por su parte, estaba más pegada a mí que nunca. Dormía en mi departamento, me acompañaba de comprar, salíamos a comer juntas... Incluso hubo ocasiones en las que Min-ju se apareció en mi puerta. Cuando esto pasaba, Charlotte no dudaba en cerrarle la puerta en la cara con un portazo.
Me causaba gracia la cara de celos de Charlotte, mientras que Min-ju parecía lidiar con su propio conflicto interno. Todo esto me resultaba, en secreto, bastante entretenido.
—¿No vas a responder? —preguntó Charlotte, curiosa al ver la notificación en mi pantalla.
—No importa, es Min-ju. Si la ignoro, dejará de molestar.
Intenté sonar tranquila, aunque sabía que era mentira. Min-ju no se rendiría tan fácilmente. Desde que empezó a seguirme por todas partes, quedó claro que no era de las que abandonan una causa.
Min-ju era... diferente. Tenía algo que no muchas personas poseen: determinación. Cuando Charlotte no estaba, a veces coincidíamos. Hablábamos un poco, y en esos momentos descubrí que Min-ju podía ser divertida y encantadora, una compañía agradable.
—Hoy es viernes. ¿Vendrás a ver una película al departamento?
Charlotte y yo teníamos la tradición de ver películas los viernes por la noche, pero esta vez no había mencionado nada al respecto.
—Lo siento, cariño —respondió—. Tengo que hacer unos trámites importantes y probablemente termine tarde.
Charlotte solía ayudar a sus padres con la documentación de sus negocios familiares, que eran una cadena de hoteles de lujo.
—Te extrañaré esta noche —dije, poniendo pucheros. Por dentro, sin embargo, me alegraba un poco la idea de tener tiempo para mí. Charlotte había estado demasiado apegada últimamente, y necesitaba un respiro.
Esa tarde me dejó en casa. Aproveché la soledad para limpiar el departamento, preparar algo de cenar y, finalmente, sentarme a ver una película que llevaba tiempo queriendo disfrutar. Todo parecía perfecto, hasta que sonó el timbre.
—¿Quién es? —pregunté al acercarme a la puerta.
—Soy yo, Min-ju.
Mi piel se erizó al escuchar su voz al otro lado de la puerta.
—¿Qué demonios haces aquí? Son las diez de la noche.
—Solo pasaba por una pizza y pensé que podrías tener hambre.
—Otra de tus bromas. Vete.
—¿Está tu novia aquí?
—No, no está.
Apenas escuchó esas palabras, Min-ju aprovechó para deslizarse dentro del departamento, como si fuera algo completamente natural. En cuestión de segundos, ya estaba sentada cómodamente en mi sillón.
Suspiré. Esta noche, definitivamente, no iba a ser tranquila.