Él Simplemente Él.

》》NARRA ALAIA《《

Un maldíto mes y medio que llevo aquí, me estoy arrepintiendo cada día más de haber aceptado esta propuesta de Gael.-*no debí hacerlo pero lo hice y ahora estoy pagando por mí maldíta impulsividad...*

No creí que la cosa se fuese a poner así de complicada, aunque bueno no sé hasta qué grado, solo sospecho, pues decidí vivir en mí mundo, cada día la misma rutina, en la que sólo lo veo para almorzar y cenar, para el desayuno aveces y durante el día nunca, pero verlo no significa nada pues no hace otra cosa que mirarme o no, siempre en un silencio de muerte.-

Los mejores momentos son cuando hablo con Lenna, la extraño tanto incluso a mí gatita, cada noche, cada día. Hoy desperté por culpa de las maldítas migrañas, salí disparada al baño a media madrugada, lo que me hizo consciente de que había alguien más durmiendo a mi lado en la cama no hay que ser demasiado genio para saber de quién se trata. Así de mal cómo estaba, después de haber vaciado el estómago y de que el señor ni se entere, ahora doblemente molesta le quité las colchas y me fui a instalar al sofá de abajo.-

No entiendo cómo siendo del tamaño que es, no fue capaz de irse a dormir allí. Me ubiqué y esperé que el calmante no tardara en hacer su efecto sobre mí malestar, a la vez que pensaba.-

*esta no debería ser la primera noche que dormía conmigo en la cama, pero cómo es que no lo había notado?, cómo no me enteré de su presencia?, evidentemente era lo suficientemente sigiloso y también esperaba a que me duerma y se levantaba antes que yo lo hiciera...*

*Idiota, mil veces idiota, también me vino a la cabeza lo que insinuó en el avión aquella vez, lo cual creí dijo a modo de prueba para ver el tipo de reacción que tendría, y que yo al notar su más que obvia intención no dudé en plantarle cara...*

No me podía poner a montar una escena, nunca podía, con él siempre era así hacía y me gustara o no tenía que aguantar, dejar pasar, ignorar todo.-

*vivir así no es vivir!!!.- Pero estaba decidida, ni bien pusiera un pie en mí país, todo esto se acabaría de una vez y para siempre. Se tendría que buscar una nueva mujercita que sea capaz de aguantar una vida así...*

Al menos eso es lo que creía que iba a poder hacer, y lo que me ayudaba a aguantar cada día que pasaba, cada hora que me tocaba estar en su presencia. Pero, todo eso se volvió una ilusión, por que él ya había, sin yo saberlo, elegido por mí, decidido como viviría mí vida de ahora en adelante. Y por más que me negué, se cumplió lo que me dijo, cuando ya para mí era tarde, cuando después de aquella noche con la mente nublada, puse la firma en un papel que no supe, se convirtió en mí sentencia. Grité. Lloré. Pasé días sin probar bocado, en un intento por que se apiadara de mí. Nada sirvió sus palabras repitiéndose en mí mente eran las cadenas que me retenían de escapar de toda esa situación.-

Ésa mañana él dijo...

~Alaia, es tan simple como esto;

-Lo que yo digo se hace, no hay opciones, tú lo firmaste- Así que no puedes negarte a cumplir de ahora en más con tu parte, la cual por cierto, empieza esta noche...

Y así fue. Les contaré, en algún momento el calmante cumplió su función y yo caí en los brazos de Morfeo, cuando desperté tardé un par de minutos en ubicarme en tiempo y espacio. Entonces lo ví, en el sofá de enfrente mirándome.-

*de no ser él me hubiese sentido alagada, al pensar que alguien era capaz de llevar un par de horas contemplandome...*

Lo miré como ya tantas veces lo hice y me envolví en la colcha para irme, cuando me habla.-

~siéntate...

Y cómo siempre fui de esas que se pasa ya saben por dónde las órdenes de alguien que no tiene derecho a dármelas, le contesté.-

×no!, no quiero...

El gesto de su cara fue todo un poemita, y volvió a repetirme.-

~he dicho que te sientes...

×y yo he dicho que no quiero...

Ante mí actitud insolente, vi cómo se paró hasta quedar frente a mí que tuve que alzar la cabeza para verlo.-

~Alaia.siéntate no me obligues a que lo haga por ti, estoy seguro que no quieres eso...

No creo que lo haya notado pues el cobertor que tenía sobre mis hombros era grueso, pero su tono de voz me hizo temblar y no por sentir una buena emoción, al contrario, todas las alarmas se encendieron en mí, pasé por su lado chocándolo, lo llegué a ir gruñir con molestia pero no le hice caso.-

*quién se creía que era para darme órdenes y encima con amenazas implícitas?!, que sí era mi jefe y tenía con él un acuerdo, pero que fue él mismo quién incumplió por lo que no podía ponerse en posición de exigirme nada...*

Lo miré sin decir nada más una vez que se volvió a sentar frente a mí, esperé si alguien iba a hablar debía ser él, después de todo yo no tenía absolutamente nada que decirle. Así que luego de esperar que se decida por fin abrió la boca.-

~solo te aviso que esta noche nos iremos de aquí ten tus cosas preparadas, tenemos reservación en un hotel de la ciudad, donde vamos a prepararnos para una gala a la que he sido invitado y no puedo faltar, además tendrás disponible un para ti un equipo para el peinado maquillaje lo que quieras además, podrás elegir qué llevarás puesto...

×no, no y no! Gael, no puedes pedir que siga con todo este rollo de ser tu acompañante, vete tú al dichoso evento, yo me sacaré pasaje para regresar. Las cosas cambiaron desde que tuve que pasar aquí no un par de días sino casi tres meses siendo que nuestro acuerdo era de un viaje de dos meses, viaje. No que pasaría encerrada todo este tiempo..

~pues quédate tranquila te he pagado el triple de lo que acordamos ya es suficiente compensación me parece...

Entones exploté y sin contenerme le solté a gritos en la cara.-

×qué pero acaso estás loco por que no me lo has dicho, por qué no me has consultado, no tienes derecho a elegir por mí, ya mismo te devolveré todo tu dinero, no lo quiero, lo único que ahora mismo deseo es regresar a mí casa...

Yo exploté, pero él se transformó.-

~mira Alaia, soy capaz de cualquier cosa con tal de que hagas lo que te estoy pidiendo amablemente...

*amable?!, sí claro!! y yo era la reina de Inglaterra, flor de hijo de... estaba siendo y se hacía llamar amable...*

×y yo te estoy diciendo que eso que tú quieres no va a ocurrir porque no es lo que acordamos y porque no quiero, entiendes o es que acaso eres sordo?...

~que te calles!, vete ahora mismo al cuarto y te quedas allí hasta que Jo vaya a buscarte para irnos, no te quiero escuchar más y menos si es para negarte a hacer lo que te he dicho...

Me dejé caer en el sillón, a la vez que lo veía salir por la puerta para irse no sé a dónde. Luego de estar perdida con la mente en la nada, acabé por levantarme e ir a hacer las maletas, mientras intentaba encontrar algo que justificara su forma de actuar, pero no encontré nada. Evidentemente lo que había visto era lo que en realidad era él.-

Él Simplemente Él...